lunes, 7 de septiembre de 2015

Preocupación por rajaduras en viviendas Candioti Sur: los vecinos pedirán una reunión con los concejales

Los propietarios de las viviendas se encontrarán el jueves para brindar detalles de la situación y formalizar el pedido de reunión con los ediles. Mientras tanto, inversores inmobiliarios buscan comprar las casas dañadas.
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Foto:Flavio Raina
En Avellaneda al 3100. La casa de Graciela Condado es una de las perjudicadas. En las habitaciones hay muebles amontonados y objetos para protegerlos de los posibles desprendimientos de los techos.

El Litoral
area@ellitoral.com

Los vecinos de barrio Candioti Sur, propietarios de las casas dañadas, volverán a reunirse el próximo jueves. Ante la falta de respuesta de parte de las autoridades municipales, pedirán ser atendidos por los concejales.

En un amplio sector del barrio (delimitado por calle Balcarce, Seguí, Vélez Sarsfield y Necochea), varias viviendas presentan rajaduras de consideración, hundimiento en las veredas e inconvenientes con las redes de los servicios. La situación se viene dando desde hace algunos años, pero tuvo un punto crítico en agosto pasado cuando cuatro casas fueron deshabitadas: tres en calle Dorrego al 3300 y otra en Sarmiento al 2900.

“La reunión va a ser para dirigir nuestro reclamo hacia otro lugar porque nadie nos respondió en la Municipalidad. El único que apareció fue Rodolfo Bravi, el coordinador del Distrito, para pedir los nombres de las personas que firmaron las pedidos de las reuniones anteriores. La Municipalidad otorgó los permisos a los edificios, ahora guarda silencio. Mientras tanto, las casas se desploman y los buitres sobrevuelan”, explicó Graciela Condado, una de las propietarias perjudicadas de calle Avellaneda al 3100.

Ahora, los vecinos van por el Concejo Municipal y esperan ser escuchados por los ediles a los que señalan como “parte responsable” de la situación que atraviesan.

Según consta en la copia que está circulando por el barrio con la convocatoria para el jueves, los puntos a tratar en la reunión son: el estado de las viviendas que, a partir de la evaluación de expertos consultados, fue causado por la destrucción de las veredas para el paso de los servicios ante la construcción de edificios en torre; el hundimiento del caño maestro de la cloaca y que los concejales “se pongan al servicio del ciudadano contribuyente” de manera urgente.

Noches sin dormir
Hace tres días que Graciela Condado no logra conciliar el sueño. Por las noches escucha ruidos en su vivienda y, con los ojos abiertos, supone que es su casa (de Avellaneda al 3100) “que cruje y se abre” o ladrones. Un verdadera pesadilla.

Actualmente, en la puerta de su domicilio tiene un corralito de Aguas Santafesinas que impide el paso. Hacia la mitad de la calle, es evidente el hundimiento de la calzada, tanto que prácticamente se marcó una zanja. En el interior, las paredes de las habitaciones están todas rajadas, los muebles en lugares extraños y las aberturas en su mayoría cierran mal.

“El caño colector de la cloaca está produciendo el ‘efecto sifón’ y mueve las casas como si sufrieran pequeños sismos”, detalló la vecina.

En diálogo con El Litoral, Condado precisó que mientras aguarda los informes técnicos de la situación elaborados por inspectores del Ente Regulador de Servicios Sanitarios, busca que los vecinos perjudicados se junten para fortalecer el reclamo.

“Vinieron a inspeccionar mi casa y constataron los inconvenientes. Cuando abrieron vi el caño de la cloaca perdiendo, me paré yo a vigilar porque nadie controla nada y estaban a punto de taparlo. Está constatado por una escribana pública”, aludió la vecina. También recordó como antecedente lo que ocurrió en 2010: “La EPE abrió una zanja desde el 29 de abril al 30 de julio. Rompieron un caño de cloaca y demoraron en taparlo porque no tenían el material para reponerlo. Un tramo quedó incompleto, por lo que la cloaca estuvo drenando por cinco años”.

El próximo jueves
El encuentro de los vecinos autoconvocados será el jueves a las 19.30 en la escuela P. Cullen, de calle Gobernador Candioti y N. Avellaneda.

“Me sentí rodeada por buitres”
Lo que para algunos vecinos de Candioti Sur representa una pesadilla, para otros es una fuente de oportunidades. Es que, a partir de que tomó estado público el estado de las viviendas aparecieron inversores inmobiliarios dispuestos a comprarlas a un bajo valor.

“Me sentí rodeada de buitres”, aludió Celia, una vecina de calle Avellaneda al 3000 que estuvo a punto de concretar la operación. Según le contó a El Litoral, recibió varias ofertas por su casa que “un socavón en el medio de la casa, rajaduras en las paredes y la separación de las paredes del suelo”.

La vecina comentó con tristeza el destrato que sufrió de parte de los inversores. “Era una especie de lavado de cabeza. Me decían en tono burlón que la venda porque total mi casa se cae y se desarma”, dijo Celia. No conformes con la negativa de la vecina, los inversores le ponían precio a su vivienda: “Me decían, qué te podemos dar por esto, un millón y te vas a algún barrio”.

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