La vivienda atacada en República de Siria 4400. Los delincuentes ingresaron tras violentar un portón. Foto:Danilo Chiapello
Danilo Chiapello
dchiapello@ellitoral.com
Al regresar de un cumpleaños una familia que reside en República de Siria al 4400 encontró su vivienda desvalijada, en otro golpe delictivo ocurrido en barrio Sargento Cabral.
El robo se perpetró siguiendo el “modelo” de otros hechos recientes, es decir, aprovechando la ausencia de los dueños de casa.
Según se supo, las víctimas salieron de su domicilio un rato antes de la medianoche para asistir a un cumpleaños de 15.
Algunas horas después regresaron, momento en que las víctimas comenzaron a observar extrañas “señales” en el inmueble.
En primer término se advirtió que el portón principal de la casa estaba entreabierto y con signos de haber sido violentado. En idéntica condición fue hallada la puerta de entrada a la vivienda.
Lo que siguió no es difícil de imaginar.
El interior del hogar estaba en completo desorden, producto de la faena realizada por los delincuentes.
Los amigos de lo ajeno se hicieron de numerosos elementos de informática, como así también de algunos plasmas de TV, cámaras digitales y dinero en efectivo.
Ya en plena madrugada, llegaron al lugar peritos de la Unidad Regional I junto a agentes de la seccional 5ta. los que comenzaron con sus trabajos de rigor.
Un caso idéntico
Un hecho de idénticas características se produjo en marzo de este año, en una vivienda de Sarmiento al 5300 (esquina con Regis Martínez).
“La noche del sábado yo estaba en el cumpleaños de 15 de una de mis nietas. Cuando llegué, cerca de las 5 del domingo, casi mi muero. Toda la casa estaba patas para arriba. Los dormitorios destrozados, la cocina, el comedor... no dejaron ni un ambiente sin revisar”, aseguró el dueño de casa en diálogo con El Litoral.
“Me llevaron una cantidad de cosas impresionante. Electrodomésticos, las notebooks, toda nuestra ropa, alhajas que son recuerdos de familia, un televisor de 50 pulgadas, dinero... en fin. Tengo una hija que hace deportes. Hasta se llevaron una decena de zapatillas de alto rendimiento que eran de ella”, comentó.
Los delincuentes se ganaron a la casa escalando hasta un balcón. Una vez allí violentaron una ventana y se metieron. “No entiendo cómo nadie escuchó ni vio nada”, se preguntó el afectado.
“Los ladrones se llevaron el fruto del trabajo de toda una vida. El mío y el de mi esposa. Hace 10 años llegamos a esta ciudad para acompañar a nuestros hijos que estudiaban acá. Ahora tuve que escribir en un cuaderno para acordarme todo lo que se llevaron los delincuentes.
“Hice la denuncia en la seccional 5ta. pero la verdad es que siento que nada sirve. Fue tanta la cantidad de cosas que sacaron que debieron haber tenido un vehículo parado acá en la puerta”, reflexionó.
Casas sin ocupantes
Los primeros días de mayo, otro hecho similar se registró en un complejo de departamentos ubicado en Sarmiento al 5700, desde donde se llevaron gran cantidad de joyas y elementos de valor.
La secuencia se inició cuando Carina Becchio, quien se dedica a la venta de joyas, salió de su departamento para iniciar una nueva jornada de trabajo.
Por cuestiones particulares, una horas después la mujer debió regresar a su vivienda y fue entonces cuando descubrió la desagradable novedad.
“Apenas llegué noté que la puerta de ingreso estaba abierta, por lo que rápidamente supe que había recibido una ‘visita’, dijo en su momento la joven.
Segundos después advirtió que faltaba su principal elemento de trabajo, una mochila donde guardaba distintos paños con alhajas de oro y plata.
Con la lógica desesperación del momento, la mujer comenzó a recorrer el inmueble.
Entonces cayó en la cuenta de que el o los intrusos no sólo se habían llevado las joyas.
También faltaba una notebook, algunas prendas de vestir y un teléfono celular.
“La verdad es que esto no me lo esperaba. Hace 10 años que trabajo haciendo ventas en la calle, donde trataba de tomar los máximos recaudos. Pero no imaginé que me iban a robar en mi casa”, explicó Carina.
“No sé cómo voy a hacer para poder seguir trabajando”, agregó. El perjuicio que me ocasionó todo esto es enorme. Según sus cálculos, el valor de las piezas robadas ronda los 70 mil pesos.
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