Una mujer de 32 años perdió la vida luego de caer a un precipicio. Su hijo de dos años, con el que viajaba, sólo sufrió golpes. Ocurrió en el paraje Piquirenda, Salta.
La fatalidad puede encontrarse a la vuelta de la esquina y el caso de una joven llamada Lorena Araya así lo confirma. A sus 32 años practicaba cómo conducir una motocicleta en el patio de su casa, en el paraje Piquirenda, entre Aguaray y Tartagal.
Confiada, en determinado momento decidió sacar el vehículo y recorrer el vecindario junto a su hijo de dos años. Lo que no esperaba era perder el control de la moto y caer en un precipicio.
A raíz de la caída, sufrió golpes letales contra los bloques de un puente lo que le produjo la muerte casi inmediata. Por otro lado, el niño que la acompañaba quedó internado pero fuera de peligro.
Fuente: Qué Pasa Salta.
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