domingo, 30 de agosto de 2015

Sigue el “mal olor” Cuantioso golpe en Guadalupe

Ladrones entraron a una residencia de Talcahuano al 7700. Encapucharon a dos empleadas y las maniataron. Se llevaron una caja fuerte que estaba empotrada en una pared. Las víctimas denunciaron el faltante de dinero y alhajas.
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Foto:Danilo Chiapello
Talcahuano 7700. Los delincuentes llegaron por los fondos de una casa lindera, la que se encuentra deshabitada.

Danilo Chiapello
dchiapello@ellitoral.com

En nuestra edición del jueves, bajo el título “Algo huele mal en Guadalupe”, dimos cuenta de una serie de robos ocurridos en dicha jurisdicción. Y apenas 24 horas después un nuevo golpe asestaron los delincuentes en una casa de familia del barrio.

El viernes, a las 16, dos empleadas domésticas se encontraban cumpliendo con su rutina en una residencia ubicada en Talcahuano al 7700, casi esquina con Pavón, esto es, en el corazón de Guadalupe.

Las mujeres realizaban sus tareas (estaban planchando ropas) cuando se vieron sorprendidas por tres sujetos que irrumpieron desde el patio del inmueble.

De los malvivientes se supo que eran tres hombres y que, a cara descubierta, entraron portando armas de fuego.

Según se supo para llegar al lugar, los rufianes previamente ingresaron a una vivienda vecina que se encuentra sin ocupantes, y cuyo fondo comunica con la finca atacada.

Ni bien se toparon con las mujeres, los delincuentes les hicieron saber que se “quedaran tranquilas”, que el tema no era con ellas.

No obstante, para anularles la visión, les envolvieron sus cabezas con las mismas sábanas que estaban planchando. Luego las maniataron con cables.

Picos y martillos

Terminado este “trámite” los sujetos fueron directamente al dormitorio matrimonial donde provocaron todo tipo de desmanes y destrozos.

La furia de la búsqueda terminó cuando uno de los cacos dio con una caja fuerte, la que se encontraba empotrada en una pared.

A partir de entonces todo el esfuerzo estuvo direccionado a sacar la caja de allí. Para ello se valieron de puntas y martillos con los que “picaron” la pared hasta que finalmente pudieron sacarla.

Logrado su objetivo los malvivientes se retiraron haciendo el camino inverso a su llegada. Fueron por el patio hasta la casa vecina desde donde finalmente alcanzaron la calle.

No son “rateros”

“Esto no se trató de ‘rateros’, sino de gente experta en este tipo de hechos”, dijeron hoy los dueños de casa en diálogo con este diario.

El matrimonio (que prefirió hacer reserva de su identidad) se mostró sumamente conmocionado no sólo por lo acontecido en su propiedad, sino por los demás hechos ocurridos en otras viviendas de la zona.

Precisaron que los delincuentes se llevaron una importante cantidad de dinero, como así también alhajas que son de la familia.

Por último, mostraron algo de alivio por el trato humanitario que recibieron las empleadas.

“No las golpearon ni las amenazaron. Y en un momento hasta les retiraron una manta con la que las habían tapado, “para que no tengan calor”, les dijeron.

Los hechos

* Echagüe 6900: Desvaliljaron una casa en plena tarde del martes.


* Riombamba 7400: Ladrones violentaron una ventana e ingresaron al domicilio de un médico.

* Talcahuano 6700: Intrusos irrumpieron en una vivienda, provocaron un gran desorden en un dormitorio y se fugaron sin llevar nada.


* Talcahuano 7700: Delincuentes entraron a una casa y robaron una caja fuerte que estaba empotrada en la pared.

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