GANAR ES LA GRAN DEUDA: NEWELLS LLEVA 5 PARTIDOS SIN SUMAR DE A TRES

La falta de resultados afecta no sólo lo futbolístico sino también lo psicológico. Para colmo, cuando surgen chances no logra sacar provecho y le pasó en los dos últimos encuentros con los penales malogrados por Maxi.

La Capital | 

 El principal problema es no ganar. Por ahí pasa la cuestión inicial. Todo se consigue con buen fútbol o una propuesta futbolística interesante, aunque está claro que en el deporte de la redonda todo queda relegado a segundo plano cuando las victorias escasean. Más todavía si se estira en el tiempo (lleva cinco sin vencer). Y esto es lo que pasa con este Newell\'s, que sigue buscando su identidad y una propuesta seductora. Hasta el momento todo se diluye en las intenciones porque los actores principales no entran en la sintonía esperada. Para colmo, cuando surgen chances no logra sacar provecho y le pasó en los dos últimos encuentros con los penales malogrados por Maxi.

Newell\'s intenta jugar bien. A veces muestra señales, como lo hizo en el primer tiempo el viernes por la noche ante Rafaela, pero no alcanza a imponer su poderío para dejar de rodillas a su rival. Busca, quiere ir al frente, tira y no golpea con dureza. Entonces le da vida a su contrincante. Eso sucedió con una Crema diluida futbolísticamente que a pesar de todas sus limitaciones le dio pelea y rescató una igualdad agónica ante su gente.

Lucas Bernardi va a lo más profundo y el análisis que realiza es con otra mirada, destacando aspectos positivos que detectó. Y observó que su equipo mostró un alto nivel en el primer tiempo y por eso declaró que "el equipo jugó muy bien", aunque la realidad muestra algo diferente porque el rival que tuvo enfrente es uno de los peores del campeonato. Ahí quizás también debería apoyarse el ojo clínico, más allá de que también es cierto que todos los rivales son complicados y nadie tiene asegurado el éxito por encima de la posición que ostente en la tabla.

Igualmente, en las últimas tres presentaciones el rojinegro midió fuerzas con Olimpo, Temperley y Atlético, tres rivales que están por debajo de la línea leprosa en el torneo, y obtuvo una derrota y dos igualdades. Un indicativo también a tener en cuenta en el balance de este ciclo.

A la Lepra le cuesta horrores jugar de manera colectiva y tener final de jugada. Falla en los metros finales y cuando tiene chances —como los penales que tuvo anteanoche y con Temperley— no las aprovecha. Dicen que cuando las cosas vienen torcidas todo se hace cuesta arriba y eso parece acentuarse en este Newell\'s fecha tras fecha.

Siempre las victorias calman las ansiedades. Se consiga jugando bien, regular o mal. Y no lo consigue de ninguna de estas formas. Este equipo de Bernardi lo hizo con un alto vuelo frente a Racing. Después fue mermando en su rendimiento y cosechó tres empates y dos derrotas. No logró repetir aquella actuación, por lo tanto es claro que los jugadores no pueden haberse olvidado de jugar. Sí la presión y exigencia de vencer incide en lo psicológico. Esa puede ser una de las explicaciones para este flaco presente. Lo claro sigue siendo que no ganar es la gran deuda que arrastra la Lepra.