Este miércoles siguieron las tareas en el socavón de Boulevar y Rivadavia. Al no llegar a la rotura como estaba previsto, se decidió trabajar por la noche. Se mantiene el plazo de terminarlo en 10 días.
Diario UNO |
Este miércoles se vivió un nuevo capítulo en el socavón de Bulevar Gálvez y Rivadavia. Fue el segundo día de trabajo luego del hundimiento de la calzada el lunes por la noche. Durante la jornada se trabajó en la definición del área a intervenir, y si bien se encontró la falla, la empresa aún no sabía qué medida tenía el tramo que se deberá reparar. Es por eso que decidieron continuar durante toda la noche con las tareas sin interrumpirlas como estaba previsto en un primer momento. De todas maneras se mantiene el plazo previsto que anunció la empresa a Diario UNO el martes, de diez días para el arreglo definitivo.
“Se colocaron algunas tablestacas más y se decidió trabajar sin parar para darle una solución definitiva a la parte hidráulica”, explicó el vocero de Aguas Santafesinas SA, Germán Nessier y expresó el deseo de que las condiciones climáticas mejoren para colaborar con las tareas. En definitiva, ayer lo que se hizo fue cavar un poco más, limpiar la zona, estabilizar el sector de trabajo, y consolidar los laterales para luego intervenir en la rotura.
Nessier contó: “Nos encontramos con rellenos aparentemente anteriores, y hubo que demoler otra parte de la calzada que estaba volando y era peligroso”; luego agregó: “La falla está detectada lo que nos falta es saber la longitud de la rotura, el tramo que se debe reponer para así proceder a la renovación, es decir dar la solución hidráulica que se planteó en un primer momento”.
Más equipamiento
Vale destacar que para agilizar las tareas se sumó una retroexcavadora con una pala más grande para poder cargar más material y así agilizar la tarea junto con la otra que ya estaba trabajando desde la madrugada del martes. “Hoy hay dos equipos pesados trabajando, más un camión que tiene una batea volcadora más grande, otra retro más chica y otra máquina con un martillo demoledor hidráulico y otro manual. En cuanto a los operarios se agregó una cuadrilla para reemplazar a los trabajadores que cumplieron su turno, en definitiva se preparó todo para no interrumpir la labor ni por la noche”,aseveró Nessier.
Por último, el representante de Assa dijo que las expectativas siguen siendo las mismas, “la idea es sortear todos los obstáculos y reparar la rotura”. “Una vez confirmada la longitud del caño a reemplazar se reparará y listo. Por eso seguimos manteniendo este plazo de diez días. Vale aclarar que la reparación, si no surge nada, se hace rápido, lo que lleva tiempo es rellenar, compactar y volver a colocar el asfalto y darle tiempo de fraguado para luego habilitarlo. Este tiempo es el normal de una intervención como esta, pero estamos supeditados a las condiciones climáticas y a las eventualidades que puedan surgir”, dijo y para concluir el vocero de Aguas Santafesinas SA expresó: “Anoche los empleados trabajaban a más de cinco metros de profundidad y hasta encontraron restos de las vías del tranvía que hace décadas circulaba por la ciudad. Esas son cosas que no esperábamos y tuvimos que sortear”.
Un detalle de los puntos críticos
Por otro lado y tras el surgimiento de este nuevo socavón en Bulevar pero en su intersección con Rivadavia, el titular del Enress, Oscar Pintos, hizo declaraciones a los medios y ratificó los fundamentos de los funcionarios de Aguas Santafesinas SA, al decir que hubo “afectación de un conducto que no tiene vinculación con el de Urquiza, donde sí hubo afectación de la cloaca máxima”. De esta manera, él también envió tranquilidad a la población y sobre todo a los comerciantes en cuanto al tiempo que demandará su reparación.
También reconoció ante los micrófonos de LT10 que en todos los casos, “estos episodios se van dando porque el estado de infraestructura cumplió su vida útil, y con la exigencia cada vez mayor de prestación de esa misma red, hace que empiece a colapsar y a tener problemas de estas características”.
Siguiendo esta línea dijo que es necesario “un diagnóstico preventivo para ver cuáles son los principales puntos de afectación”, ya que “en Santa Fe y en otras grandes ciudades, como consecuencia del boom inmobiliario de la década pasada, se dio una exigencia hacia los servicios que no tuvo como contrapartida los niveles de inversión necesarios”.
Si bien el representante del Enress aseguró que Assa está llevando adelante algunas tareas, por ejemplo en la cloaca máxima, de la que ya recorrió más de mil metros para identificar el estado de la red en el tramo afectado, dijo que “hace falta organización y plazos determinados para detectar los puntos críticos en la ciudad”.
“Además la composición del suelo de Santa Fe conspira contra la infraestructura: cualquier pérdida de agua termina generando estos socavones, y eso es a veces difícil de detectar. Por eso es necesario empezar a planificar las áreas de emergencia y preventivas, e inversiones para renovación y rehabilitación”, concluyó Oscar Pintos.
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