lunes, 12 de enero de 2015

ROSARIO Otras dos muertes en Santa Lucía: fueron tres asesinatos en 36 horas

Barrio despedazado por la violencia. El sábado mataron a un chico de 15 y su tío de 23, que lo defendió, murió este domingo. Eso desató otra riña con un muerto de 20 años.
La Capital | 
Otras dos muertes en Santa Lucía: fueron tres asesinatos en 36 horas

 La desaforada espiral de violencia que azota hace años en el barrio Santa Lucía se cobró ayer dos nuevas y jovenes víctimas fatales. El sábado a las 4.30 de la mañana un chico de 15 años, Mario Brest, había sido asesinado a balazos al salir de la casa de su abuela, en un incidente en el que su tío Brian Torres, de 23 años, recibió un balazo en el pecho al salir a defenderlo. Este último muchacho, que estaba alojado en el Hospital Clemente Alvarez con un tiro en el cráneo, murió ayer a la tarde a raíz de esa herida. Al correr la novedad de ese deceso se desató una nueva refriega armada en la zona. En ese incidente un joven de 20 años llamado Lucas Maturano, amigo de las víctimas, fue destinatario de un disparo en el tórax que le causó la muerte. En definitiva fueron tres muertes, en el mismo lugar, en el mismo grupo de pertenencia, en un segmento de 36 horas.
  Norma Pared, que es madre de Brian Torres y abuela de Mario Brest, había sido internada el sábado luego de haber sido rozada por una bala en el cráneo. Este aluvión de violencia armada se reeditó ayer a la tarde frente a la casa de la mujer, cuando trascendió la novedad de la muerte de Brian Torres, conocida minutos antes.
  Lo que ocurrió es que hubo un coletazo con disparos de armas de fuego, supuestamente efectuadas por personas que llegaron en un viejo Ford Falcon blanco, que provocó dos nuevos heridos. Uno de ellos se llamaba Lucas Maturano, recibió un balazo en el pecho y murió. El otro herido con un proyectil en la pierna es Leonel Iván Torres, hermano de Brian, justamente el que había fallecido minutos antes a raíz de la refriega del sábado.
  Fuentes de la Unidad Regional II consignaron que el autor material del homicidio de Maturano estaba detenido junto a otro imputado. Y que el arma utilizada para el ataque había sido secuestrada.

Sin medida. El sábado a la tarde un vecino había explicado el conflicto que se cobró las dos primeras vidas. “Mario (Brest) se iba a su casa como a las 4 y de pronto vio a un tal Leonel C. que lo encaró, le pidió algo y le gritó antes de sacar el revólver y empezó a los tiros. Brian (Torres) fue a ver qué pasaba y también le dieron. Están muy armados estos tipos”, sostuvo el vecino.
  Los asesinatos se consumaron en pasaje 1756 al 2200, en jurisdicción de la subcomisaría 22ª, en el barrio Santa Lucía, que se despliega a partir de la zona de 27 de Febrero y Circunvalación hacia el oeste.
  El sábado este diario diaogó con Norma Pared, de unos 50 años, quien contó que al enterarse de la muerte de su nieto Mario Brest había corrido a la casa de Salvador C., padre del joven agresor de su nieto, en Donado al 2100. “Les tiré unas piedras a la casa y me agarraron a los tiros y a los piedrazos”, contó. “El que mató a Marito fue Leonel, el hijo de Salvador C.”, dijo un familiar de las víctimas.

Una nueva reacción.  Una dotación policial fue al lugar el sábado a la mañana y fue recibida a tiros. Ayer debieron retornar tras el ramalazo de violencia que provocó la trascendencia de la muerte en el Heca de Brian Torres.
  El escenario de esta violencia persistente y letal es una zona que tiene un arraigado problema comunitario. Un equipo integrado por fiscales y asistido por trabajadores sociales y otros asesores reqalizaron intervenciones en julio pasado a partir de denuncias cruzadas de sectores que están enfrentados hace años. Ese equipo se movió basado en un diagnóstico que derivó en 15 allanamientos y diez detenciones con un grupo de irrupción con 60 efectivos de la Tropa de Operaciones Especiales.
    El fiscal Fernando Rodrigo decía entonces. “Parece haber una combinacion de hechos criminales con una violencia social de causas profundas. Es una disputa muy focalizada en dos grupos pero que repercute en todo el vecindario”.

Cachones y rivales. En 2009 las denuncias cruzadas entre dos familias comenzaron entre una banda denominada “Los cachones” y de otros grupos del barrio, entre ellos el liderado por Salvador C., de pasaje Aguilar al 7300. Según declararon ayer los policías que fueron al barrio las muertes de estos días se incriben en esa disputa de imparable dinámica.
  Los cachones toman el nombre de Rubén Arriola, un chico de 18 años asesinado en 2010, a quien apodaban Cachón. Ese joven era hijo de Norma Pared quien, como se dijo, era la madre de Brian Torres y abuela de Mario Brest, muertos en las últimas 36 horas.

Los apellidos en pugna. Según la investigación de julio de los fiscales los grupos allanados entonces tienen conductas muy disfuncionales para la vida del barrio.
  Se les atribuye cometer delitos como cobro de peajes a los vecinos para poder circular, usurpación de viviendas, violencia física contra personas, robos y arrebatos.
  Los enfrentamientos entre los Arriola/Pared contra los Sosa/Camargo, dos grupos que se denunciaban recíprocamente, son el perdurable conflicto que produce un indetenible derramamiento de sangre.

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