miércoles, 31 de diciembre de 2014

INFORME: Como hacer que los niños dejen el pañal

La Lic. Marisa Russomando, especialista en Maternidad, Paternidad y Crianza, nos explica por qué hay que saber cuándo es el momento justo para que tu bebé deje los pañales y cuáles son las consecuencias de no ser así.

Si un niño ronda los dos añitos, en algún momento dejará los pañales, y esa será una de sus grandes conquistas. El control de esfínteres es una adquisición de las más esperadas por los adultos y se trata de un paso esencial en el desarrollo del pequeño ya que define su paso de bebé a niño.


Para que este logro sea posible intervienen procesos madurativos: el niño tiene que estar física y emocionalmente capacitado. Es por ello que tiene lugar entre los 18 y los 36 meses, puesto que los músculos que participan en el advertir cuándo necesitamos ir al baño: la vejiga y el intestino, se fortalecen, y porque comienza la posibilidad de identificarse con el mundo adulto y su interés por incluirse en el intercambio social.


Es por ello que no se trata de una decisión de los adultos, sino de una adquisición propia del desarrollo del niño, quien como en cada etapa, necesita del acompañamiento de sus padres estimulándolo a progresar, favoreciendo sus adquisiciones, pero no acelerando sus tiempos ni exigiendo determinados logros para los cuales no está aún preparado.


El control de esfínteres es el logro mediante el cual el niño anticipa su necesidad de ir al baño y lo controla hasta llegar al lugar adecuado. Hasta llegar a ese objetivo el niño pasa por diferentes etapas que nos indican estar encaminado pero que aún no lo logra del todo. Se dice que ya controla esfínteres cuando pasa una semana entera con el pañal seco, cuando avisa y controla hasta llegar al baño.


En relación a la estimulación es un momento importante para incluir juegos relacionados con el trasvasamiento de líquido de un recipiente a otro. De esta manera con lo que está jugando es con “controlar el líquido”, entonces el juego del té es una buena opción, el juego con agua, los baldes, jugar con arena, etc.


Qué "no" es el control de esfínteres No es una decisión de los adultos de “sacar” los pañales. Se trata de la conclusión de un proceso cuyo camino varía de niño en niño. No es control de esfínteres que los padres dejen a los niños desnudos o sin pañal antes de tiempo para que “se acostumbre”. No es control de esfínteres si se hace pis todas las noches. No es control de esfínteres si la excepción es que llegue al baño en lugar de “hacerse encima” No es control de esfínteres si tiene “accidentes” más de 1 vez por semana.


Lo que el niño necesita es “Fundamentalmente Madurez”, tiempo y buen acompañamiento de los adultos. Madurez física porque se necesita poder trasladarse, bajarse los pantalones o levantarse la pollera, anticipar las ganas por venir y controlar hasta llegar al baño. Madurez emocional porque incluye el deseo de crecer, de dejar de ser el bebé de la casa y poder identificarse con el mundo adulto transitando momentos de mayor independencia y autonomía. Tiempo porque no se trata de presionar ni de empujar sino de estimularlo y acompañarlo a su ritmo, brindándole una mano segura de asistencia y confianza.


En las distintas etapas que atraviesan los niños en su proceso de aprendizaje del control de esfínteres, el pequeño avisa si ensució su pañal, le molesta, pide que lo cambien. Luego avisa cuando percibe que está por suceder o mientras ya está haciendo pis. Por último puede retener y decidir cuándo hace pis o caca.


¿Cuándo estamos frente a un trastorno?


Cuando:- el proceso se prolonga hasta los 4 años o cuando habiéndolo logrado retrocede en su adquisición- manifiesta malestar en torno alguna de estas etapas- definitivamente no logra el control de esfínteres- en la familia ronda un clima de malestar por no saber acompañar este proceso- los padres están desorientados en cómo llevar adelante este proceso.


Entonces, ¿cuándo retirar el pañal?


El pañal se retira cuando ya no hace falta! No es un método de motivación dejar a tu hijo sin pañal, para que se ensucie y así, se “aguante”. En otras épocas ese era el procedimiento sugerido. En estos tiempos sabemos que el control de esfínteres no es voluntario, se trata de un proceso madurativo y como tal, es bueno respetar sus tiempos, sus ritmos, sus pasos. De esta manera tu hijo crecerá sintiéndose acompañado por sus padres, y no exigido, logrando un buen vínculo con el aprendizaje, dando pasos seguros y sintiéndose feliz.


Algunas sugerencias:


- Suele decirse que un buen momento para comenzar el proceso es en épocas cálidas, pero esto responde sólo a una comodidad de los padres.


- El primer paso de la adquisición suele ser el avisar mientras está haciendo pis en su pañal. Es un paso importante ya que confirma que registra de qué se trata. Es el momento de incluir en el baño, su inodorito.


- El segundo paso en general es el avisar “segundos antes” o en el mismo momento que está sucediendo que hará pis. No nos da tiempo a ayudarlo a llegar al baño, pero es un progreso. Alentalo a avisar antes.


- Es una buena idea compartir con tu hijo la compra de su ropita interior, diciéndole que es más grandecito ahora, y que es esa la ropa que usará en cuanto aprenda a ir al baño.


- El último paso es cuando tu hijo puede retener y decidir cuando hace pis o caca- Cuando ya sepa usar su inodorito, tal vez quiera usar el inodoro de los adultos. Podés poner en el baño un banquito para facilitar su acceso. Una vez que anticipe, avise y logre contener hasta llegar al baño, diremos que tu hijo ha logrado controlar sus esfínteres y por lo tanto está preparado para retirar los pañales.


- Si tiene un “accidente” no lo retes ni castigues. Tu hijo está aprendiendo y necesita de tu calma y paciencia en este acompañamiento. Explicale que está aprendiendo, y que al día siguiente tal vez ya no le suceda.


- Si estos accidentes se repiten con demasiada frecuencia, tal vez tu hijo no esté listo aún para este gran salto en su desarrollo. Esperá un tiempito e intentalo nuevamente. Aunque ya sepa ir al baño necesitará de tu ayuda en el momento de la limpieza.


- Festejá y felicitalo ante cada nuevo logro. Disfruta de una nueva etapa del crecimiento de tu hijo.

Fuente: Lic. Marisa Russomando, Psicóloga especialista en Maternidad, Paternidad y Crianza (MN) 23189, Directora espacio La Cigüeña, www.marisarussomando.com.ar

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