lunes, 20 de octubre de 2014

¿Cómo evitar los chismes?

Una nueva columna de Bernardo Stamateas para Ser UN@.

Se calcula que la misma cantidad de mujeres como de hombres son chismosos, y que el 70 por ciento del tiempo que una persona habla lo hace hablando de los demás y de ese porcentaje un 5 por ciento es negativo.

El terapeuta Gordon Allport investigó como es el fenómeno del chisme. Sabemos que el chisme es una construcción grupal y es la sumatoria de “boca chismosa” y “oídos chismosos”, es decir que el uno necesita del otro… La persona chismosa siempre tiene cara de preocupación y su frase de cabecera es saber algo de “buena fuente “o “se dice que”… El chisme tiene que ser atractivo.

Allport dice que tienen que tener un elemento de importancia y de ambigüedad, entonces al ser ambiguo da lugar a tres leyes que se dan en la comunicación que son:

Reducción: cuando nos cuentan algo tendemos a acortar el mensaje.

Acentuación: de acuerdo al morbo de cada uno enfatizamos, de eso que nos contaron, lo que nos interesa.

Agregar: poner pequeños elementos para darle un poco de sentido.

Hay personas chismosas que en realidad el problema es que no fijan bien en la percepción. Se ha realizado un test en donde a la persona se le muestra un dibujo de un accidente, en donde hay varios vehículos, personas y demás, entonces se lo muestran durante 10 o 20 segundos y después se le pregunta a la persona qué es lo que vio… Las personas con buena percepción lo que dicen es, por ejemplo: había dos autos, color rojo, otro amarillo, gente parada, un accidente, etcétera. En cambio las personas que no tienen buena percepción dice, por ejemplo: había cinco autos, como veinte personas, etcétera. En realidad no había nada de eso, la persona lo distorsiona, pero no lo hace adrede, sino es que no tiene capacidad para fijar, la percepción es selectiva, elegimos qué es lo que queremos ver ya que nuestra mente no puede percibir todo obviamente, pero hay personas que tienen una distorsión en la percepción muy grande, entonces cuando les mostramos un dibujo y lo relatan van a decir cosas totalmente erróneas.

El problema con la persona chismosa es que no tiene historia personal, entonces al no haber una historia interna, vive la de otros. Estas personas se introducen en distintos ámbitos ya que al no tener historia tienen un sentido de soledad muy grande, de aburrimiento, porque miran para adentro y no hay nada, entonces buscan de quién hablar…

¿Qué hacemos frente al chisme? Primero tenemos que ir a la fuente, no guiarse por terceros porque hay distorsión. Además hay que recordar que cuando una persona no tiene historia personal vive de las historias de los demás, por este motivo hay un estado de soledad y muchas veces de aburrimiento.

Se ha descubierto que las personas con tristeza, vacías o apáticas, se dedican a meterse en la vida de las demás personas. También le sucede a las personas ansiosas, porque el chisme nace muchas veces de una pregunta que no se responde. Nuestra mente trabaja con un principio que se llama la ley de la atribución, tendemos a atribuirle un sentido a las conductas, por ejemplo, si paso al lado de una persona que conozco y no la saludo, ésta va a interpretar o atribuirle un sentido a esta acción mía, porque no soportamos no saber. Entonces cuando hay preguntas que no se responden, especialmente en los trabajos, aparece el chisme para calmar la ansiedad.

Hay tres tipos de chismes:

Los sigilosos: son los que van creciendo de a poco.

El impetuoso: este es como “reguero de pólvora”, en dos días lo saben todos.

Los cíclicos: aparecen y desaparecen.

Recordemos que los chismes desaparecen el día que desaparezcan los oídos chismosos, esta es una construcción grupal que la armamos entre todos.

Si nos inventan un chisme, lo que podemos hacer es exagerarlo y reírnos, pero no tenemos que preocuparnos demasiado, hay cosas más importantes y cultivar nuestra propia historia personal es importante para dejar de vivir de la historia de los demás.

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