Hace 10 meses que Nación no paga. Esta semana, los obreros no fueron a trabajar. La empresa Boscarino asegura que la retomarán en breve y que el Municipio, que también aporta fondos, está al día con los pagos.
/El Litoral |
Ni obreros ni máquinas. Esta mañana, en calle Entre Ríos, desde el 3900 hacia el oeste, reinaba el silencio. Las retroexcavadoras que construyen el enorme desagüe en barrio San Lorenzo se apagaron el viernes y hasta esta mañana los empleados no volvieron a trabajar.
La finalización de la obra -que arrastra más de 8 años de dilaciones- se financia con un 75 % de fondos nacionales y un 25 % que aporta el municipio. Desde hace 10 meses, Nación no está girando el financiamiento correspondiente a las certificaciones, según reconocieron a El Litoral fuentes comprometidas con los trabajos.
De todos modos, desde la empresa Boscarino Construcciones, su titular, Ángel Boscarino, aseguró que “los obreros están cobrando” y que la obra se paralizó por unos días porque “hicimos unos trabajos de saneamiento de algunos servicios sanitarios como gas y conexiones de cloacas”. El empresario aseguró que “vamos a continuar el trabajo porque el municipio está pagando y queremos terminarla para fin de año”.
Sin embargo, si Nación continúa dilatando pagos, la situación financiera podría volverse insostenible, ya que aporta el mayor porcentaje. El proyecto abarca en total unos 1.200 metros de conducto troncal (un entubado doble de 2 metros por 1, 20), que llega hasta los reservorios del oeste desde bulevar Zavalla, y ya superó el 70 % de avance.
Reclamos
Los que encendieron la luz de alerta fueron los propios vecinos, que si bien serán los beneficiarios directos del nuevo desagüe, mientras se ejecuta padecen todos los contratiempos. “Hace 4 meses que estoy alquilando una cochera en la zona; no entran ni ambulancias, ni policía, ni repartidores.
Queremos que al menos terminen el asfalto en las cuadras en que el desagüe está listo”, dijo Luis Viera a El Litoral, quien vive en pleno Entre Ríos al 3900. Junto a otros vecinos, confirmó que el viernes pasado fue el último día que vio a los obreros.
Varios días sin ver las máquinas les generó preocupación. Es que no es la primera vez que se paralizan los trabajos, y en las otras oportunidades la reanudación demoró meses, incluso años. El primer intento fue en la gestión municipal de Martín Balbarrey, cuando en agosto de 2007 adjudicó los trabajos a la UTE de Supercemento Saic y Mundo Construcciones SA. Al año comenzaron los problemas con el envío de subsidios de Nación y en 2009 se paralizaron por primera vez.
En 2010, el entonces intendente Mario Barletta arregló con Nación la continuidad, ofreciendo que el municipio se haga cargo del aporte de un 25% del presupuesto. Esto se concretó en 2012, pero recién en 2013 se retomó la obra, esta vez a cargo de la firma Boscarino, que ahora asegura que “entre hoy y mañana estaremos trabajando de nuevo”, cerró su titular.
Pérdidas de agua
Durante la recorrida que hizo esta mañana El Litoral, se detectaron varias pérdidas de agua sobre la obra. Desde Aguas Santafesinas explicaron que venían “trabajando en forma sincronizada con la empresa constructora a cargo de la obra para desafectar las conexiones largas existentes que atravesaban la calzada desde la cañería distribuidora de agua potable sobre una de las veredas y reconectarlas a la nueva cañería distribuidora tendida al inicio de la obra sobre la vereda opuesta”. Este proceso se cumplía, paulatinamente y en forma coordinada, a medida que la empresa constructora avanzaba con la obra y procedía a la demolición de estructuras existentes que se aprovechaban para canalizar el agua extraída por la depresión de napas.
“Ante la actual circunstancia, tras la suspensión transitoria de la obra, Assa inspeccionará la situación y se realizarán las reparaciones que se detecte hubieran quedado pendientes”.
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