Apoyado en la investigación del fiscal Campagnoli, el fondo buitre apunta a empresas radicadas en el estado de Nevada que habrían servido para lavar u$s65 millones.
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Hace algunas semanas se supo que el fondo Elliot Associates, controlante de NML, había puesto la mira sobre empresas del empresario Lázaro Báez debido a la cercanía del empresario con la familia Kirchner. A través de la cláusula Discovery, buscaría rastrear los activos de esas compañías que, sospechadas de haberse valido de dinero público por métodos corruptos, se volverían plausibles de embargos.
Según informó hoy el diario Infobae, el holdout se presentó ante la Justicia de Nevada para solicitar que le permita avanzar sobre el dinero de 123 “sociedades fantasma” que estarían relacionadas a Báez y esta dio el visto bueno al pedido.
El fondo reclama en total una suma superior a 1.600 millones de dólares. De esta manera, NML busca hacerse de $65 millones de dólares que habrían sido lavados a través de esas compañías provenientes de fondos malversados.
“En la Argentina se inició una investigación denominada La Ruta del Dinero K sobre el ex presidente Néstor Kirchner, su esposa y actual presidente, Cristina Fernández de Kirchner, su confidente Lázaro Báez y los asuntos financieros que lo relacionaban. Los tres presuntamente malversaron millones de pesos de proyectos públicos de infraestructura y lavaron las ganancias y otros fondos sustraídos a través de Panamá y varias corporaciones internacionales”, sostiene la presentación. Holdouts obtuvo una orden de un juez norteamericano para buscar activos de Lázaro Báez y de la familia Kirchner
Holdouts obtuvo una orden de un juez norteamericano para buscar activos de Lázaro Báez y de la familia Kirchner
El texto precisa que el monto involucrado fueron $65 millones de dólares y que las sociedades implicadas reportaban a una misma dirección Aldyne, Ltd., una corporación radicada en las Islas Seychelles. Las sociedades mencionadas por Campagnoli eran 150; de acuerdo con NML, las 123 que ahora puso contra las cuerdas serían parte de las investigadas por el fiscal ya que brindan el mismo domicilio.
“No hay dudas de que se trata de empresas fantasma. Y no hay duda de que las empresas fantasma son creadas con frecuencia para cometer fraudes”, señala el documento.
La ruta del dinero que reconstruyó Campagnoli comprobó que los 65 millones de dólares salieron del país y volvieron blanqueados mediante la compra de bonos soberanos argentinos entre el 14 de diciembre de 2012 y el 8 de abril de 2013. La suma fue depositada en las cuentas de Austral Construcciones, propiedad de Báez.
Las 123 firmas sindicaron como apoderada a Leticia Montoya, una abogada residente en Panamá, según expone el escrito dado hoy a conocer por Infobae. Montoya aseguró que ninguna operaba a menos de 170 kilómetros de Las Vegas, de manera que entendía que no debía reportar a la corte en donde fue presentado el pedido.
El juez Cam Ferenbach concedió la totalidad de la petición de NML y ordenó una reunión entre sus representantes y los de las 123 corporaciones para abordar las cuestiones relativas a las certificaciones y depósitos de esas firmas. Estableció, además, que las partes deberán comparecer con un documento conjunto sobre el tema antes del 12 de septiembre.
La estrategia tiene un precedente que lo favorece. Cuando mantuvo con el Congo una disputa similar a la que hoy lo enfrenta con Argentina, NML rastreó dinero ligado a la corrupción que comprometía al entonces presidente Sassou-Nguesso. Acorralado por las denuncias, el gobernante terminó por deponer su actitud intransigente y abonar la deuda que tenía el país: eran 90 millones de dólares, una cifra que comparada al litigio argentino parece hoy insignificante.
La batalla emprendida por NML contra los activos de empresas vinculadas a la ruta del dinero K parecen ser parte de una primera etapa que podría concluir con el ataque a los activos generados por el acuerdo que YPF firmó con Chevron.
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