El Tribunal Oral Federal de Santa Fe había sentenciado a Victoria Matterzon a 10 años de prisión por el delito de trata de persona. La víctima fue una adolescente santafesina, captada con su hijo de dos años
Prisión. El TOF dictó la sentencia en octubre de 2011, ahora, la Cámara Federal de Casación Penal la dejó firme.
La Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal confirmó la condena a 10 años de prisión que el Tribunal Oral Federal de Santa Fe (TOF) le dictó en 2011 a Victoria Matterzon, una santafesina acusada de regentear un prostíbulo en la localidad del Trébol, en el que tenía sometida a una adolescente de 16 años. La resolución de Casación, que lleva la firma de la jueza Ángela Ester Ledesma y de los jueces Pedro David y Alejandro Slokar, analizó la sentencia dictada el 3 de octubre de 2011, que resolvió condenar a Victoria Matterzon como autora del delito de Trata de Personas (artículo 145 ter, primer párrafo, agravado por el apartado 1º del tercer párrafo del código Penal) a sufrir la pena de 10 años de prisión.
El caso Matterzon fue el cuarto juicio por el delito de trata de persona que se tramitó en la ciudad de Santa Fe, y dejo probado que la acusada regenteó el bar nocturno entre 2002 y 2010. Para fundamentar la apelación, la abogada defensora de Matterzon, Emma Piñeyro, alegó su defendida era analfabeta, y además, que la víctima había mentido sobre su edad.
Esos mismos aspectos fueron un eje central durante el juicio en el TOF, sin embargo, los camaristas coincideron con los jueces de primera instancia en que Matterzon tenía conocimientos básicos de lengua y matemática suficientes como para regentear el lugar y destacaron que los testigos de actuación, en su mayoría inspectores de la Municipalidad de El Trébol, coincidieron en que “a simple vista” Cintia C. aparentaba ser menor de edad.
En El Unicornio
Eran las 23.45 del domingo 3 de octubre de 2010 cuando las luces de neón del cartel de El Unicornio llamaron la atención de los investigadores. Los uniformados ingresaron al lugar y pidieron hablar con la responsable del local, que se identificó como Victoria Matterzon. Le dijeron que harían una inspección sobre la documentación de las “meseras” a lo que la encargada, apodada Vicky, accedió sin inconvenientes.
La primera en entregar su documentación fue Cintia C., quien dijo tener 18 años y exhibió su DNI. Para los policías el rostro de la chica no coincidía con la edad que señaló, por lo cual analizaron el documento en detalle. Inmediatamente notaron que el filme que recubre una de sus páginas había sido seccionado para cambiar la foto y luego reparado con cinta adhesiva.
También presentó su documentación Silvia A., quien dijo conocer a la menor como Carina y no saber otros datos. Más tarde los requisas pidieron a Cintia que exhibiera sus pertenencias, las que guardaba en una casa aledaña al bar nocturno, en el que vivían temporariamente las meseras. Dentro de uno de sus bolsos encontraron un documento de un bebé nacido en agosto de 2008 en el que constaba la verdadera identidad de la madre.
Luego encontraron el documento auténtico de Cintia en el que figuraba su lugar de procedencia: el barrio Santa Rita de la ciudad de Santa Fe. Luego del hallazgo la menor contó que al DNI que mostró al principio se lo proveyó la encargada del bar para sortear las inspecciones de rutina. Inmediatamente los policías detuvieron a Matterzon y clausuraron el local.
El novio, el entregador
La adolescente había sido llevada al Unicornio por quien en aquel momento era su novio. El hombre, había pactado recibir un porcentaje de la explotación de Cintia. Sin embargo, Matterzon luego cambio el pacto y dejó afuera a la ex pareja de Cintia. Se quedaba con todo el dinero producido de su explotación sexual y apenas si le daba a la joven algo de cambio.
De las declaraciones de otras jovenes que trabajaban en el lugar, se conoció que Cintía dormía en una habitación pegada al cabaret, junto con su hijo de dos años. Una las testigos que declararon en el TOF, fue la psicóloga licenciada Lucía Noseda, integrante del Centro de Asistencia a la Víctima y Testigo de la Defensoría del Pueblo, quien asistió a la menor durante su declaración testimonial brindada en instrucción en la Cámara Gesell. El dictamen de Noseda fue contundente al señalar la situación de vulnerabilidad de la adolescente, quien sufría “carencias cognitivas y falta de recursos de contención familiar”.
Al momento de los alegatos, el fiscal General de Santa Fe, Martín Suárez Faisal, había solicitado la pena de 12 años de prisión de cumplimiento efectivo y además, pidió que se inicie una investigación entorno al jefe de la Comisaría 4ª de El Trébol, el subcomisario Carlos Chasco, para determinar si estaba al tanto de la situación de explotación sexual. Según fuentes judiciales, en su relato, Cintia C. habría contado que cuando fue rescatada de la whiskería le habría dicho a Chasco que Matterzon le debía dinero y que el policía habría ido a cobrarlo.
DIARIO UNO.
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