El pedido. En la carta pública, la joven volvió a solicitar “acciones y el compromiso político para brindar seguridad”.
“El 26 de marzo escribí una carta dirigida a la comunidad santafesina y en especial a los funcionarios provinciales y municipales de la ciudad de Santa Fe, la que comenzaba así: «Les escribo a modo de ruego, para expresar mi frustración luego de sufrir un nuevo robo en la casa que pretendemos construir y solicitar que realicen alguna acción que nos brinde seguridad en la zona»”. De esta manera recordó ayer Ana Lis Pastorini en su muro de Facebook la situación vivida hace un par de meses. Se trata de una joven que junto con su marido, Marcelo Pujato, fueron sorteados en uno de los planes del Programa Crédito Argentino (Procrear) y edifican su vivienda en barrio La Esmeralda, más precisamente en Gorriti al 2.400, entre Rivadavia y 25 de Mayo.
Y continúo su relato: “Hoy con lágrimas en los ojos y un nudo en mi garganta vuelvo a solicitar lo mismo, acciones y compromiso político, que brinden seguridad”. Y es porque nuevamente su sueño de la casa propia vuelve a ser jaqueado. Ladrones ingresaron a su construcción y se llevaron elementos de gran importancia para la obra y que habían sido recientemente comprados, solo faltaba su colocación.
En el grupo Procrear de Facebook al cual pertenece, posteó: “La noche del 12 de junio, pasadas las 21, entraron a mi propiedad, cortaron cadenas, violentaron rejas y sustrajeron todo lo que pudieron. Se llevaron el juego completo de baño, las bachas de lavado del baño y la del lavadero, un calefón, la campana extractora para la cocina, y rollos de cables para completar la instalación eléctrica. Todos estos elementos los había adquirido con la financiación que otorga la tarjeta de crédito del Banco Hipotecario a muy bajas tasas para Planes Procrear en 24 cuotas, siendo la única alternativa que poseíamos para adquirirlos”.
Además, los ladrones se llevaron herramientas muy valiosas de los albañiles, como una amoladora, tres palas de trabajo, y otros elementos de mano como cucharas de albañilería, cortafierros, masas, cinta métrica, entre otros. “Esa alegría de tener nuestra casa propia y hacer posible esa frase que se encuentra en los carteles de los créditos Procrear: «Porque no hay nada más lindo que llegar a tu casa», se nos está haciendo imposible de poder cumplir”, dijo al respecto con mucho dolor e indignación Pastorini.
Y siguiendo esa línea, agregó: “Ya no contamos con recursos para continuar sosteniendo los constantes robos y no podemos seguir financiando otros gastos con la tarjeta del Banco Hipotecario debido a que alcanzamos el límite de crédito disponible. Estos últimos nueve meses fueron muy complicados para llevar adelante la construcción de nuestra casa. A los constantes aumentos de los materiales se suman los asiduos robos en mi obra, cerca de 1.500 ladrillos comunes, más de un pallet de ladrillos cerámicos portantes huecos, puntales, hierros, herramientas, caños estructurales, parte de la instalación eléctrica, aberturas (ya colocadas),y este último hecho, nos han perjudicado económicamente de manera que no podíamos imaginarlo”.
Ante todo lo expuesto, hizo un nuevo llamado a los representantes del Ministerio de Seguridad de la provincia y también de la Municipalidad y pidió: “Que esta situación termine, se investigue y se nos brinde la seguridad necesaria que nos permita tener nuestro hogar y poder disfrutar de nuestro barrio”. Además, aprovechó para agradecer a familiares, amigos y vecinos que se solidarizaron y ayudaron de diferentes modos.
Un anhelo que se dilata
A fines de marzo, Ana Lis recibió a Diario UNO y con lágrimas en los ojos y la voz quebrada por la bronca, la impotencia y dolor al ver cómo en pocos segundos el sueño de la vivienda propia se desarma, y junto a María Luz Batistela, su futura vecina, relató lo que padece desde hace seis meses, cuando en realidad la construcción de su hogar debería ser un motivo de disfrute. Mientras tanto, entre arena, escombros y materiales de construcción diseñaban y construían las nuevas rejas, que en esta ocasión fueron violentadas para poder ingresar.
“El año pasado con mucha alegría, mi esposo y yo, recibimos la noticia de ser beneficiarios de un Plan Procrear, por lo que comenzamos la construcción de nuestro futuro hogar hace unos meses. Esta tarea se tornó casi imposible por los constantes robos de materiales y herramientas. La inseguridad recrudece los fines de semana y feriados, siendo causa de angustia y estrés de toda la familia barrial (los que ya están viviendo y los que estamos construyendo)”, expresó en ese momento en el escrito que envió a los funcionarios.
DIARIO UNO.
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