La docente santacruceña Viviana Castillo nunca pensó en ser propietaria de un auto tan lujoso. El financista del caso Lázaro Báez la había comprado en 2011. La Justicia ya investiga "la ruta de la Ferrari".
Infobae |
Según indican versiones periodísticas, la docente Viviana Castillo, de 45 años, no sabía que ese auto tan lujoso figuró durante unos meses a su nombre. "Nunca tuvimos semejante vehículo, no podríamos ni pagarlo", le dijo a Clarín Juan su pareja.
Cuando la pareja se enteró, de inmediato inició el trámite legal para denunciar el hecho. Semanas atrás los abogados de Castillo pidieron en el Registro Automotor de Pico Truncado el Formulario 02, con el historial del vehículo que consta en el legajo. Sin embargo, la gestión no tuvo respuesta y los empleados del registro solo se limitaron a decir que no contaban aún con la información.
"Estamos esperando la respuesta del Registro porque vamos a hacer una presentación legal por las consecuencias que esto podría traer o futuros cargos en la AFIP, cómo justificamos un vehículo de ese monto que aparte nunca tuvimos ni compramos", añadió Juan. Y denunció que podrían "haber tomado algún dato del padrón para armar este negocio".
Según consta en los registros oficiales, Elaskar compró el vehículo y lo puso a nombre de la firma Vanquish Capital Group, una financiera que él constituyó en 2009. Dos meses después, en marzo de ese miso año, la Ferrari salió de la jurisdicción Capital y se registró en Santa Cruz a nombre de Castillo.
Según añade el matutino, actualmente la Ferrari está registrada en Pico Truncado a nombre de Enrique Eduardo Verde, un empresario ganadero y corredor de Turismo Carretera. Al contactar al propietario del vehículo, este sólo dijo que ya había vendido y que apenas tuvo la Ferrari "durante seis meses".
La maniobra llegó al despacho del juez federal Sebastián Casanello, que lleva adelante la causa denominada "La ruta del dinero K", por lavado de activos y en la que está investigado el ex dueño de la financiera SGI.
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