Se trata de dos oficiales de la policía de Santa Fe, acusados por una feroz golpiza. Las víctimas habían sido detenidas en un operativo de drogas.
Herido. La foto de Cernadas, aún internado, conmovió a Reconquista.
El fiscal federal de Reconquista, Roberto Salum, pidió el viernes pasado elevar a juicio oral una causa que investigó a dos oficiales de la Policía de Santa Fe, por torturar a dos detenidos. Los hechos se produjeron el 25 de marzo del año pasado, en el marco de un operativo de drogas. En el escrito que presentó el viernes pasado, Salum también pide el juicio contra el médico de la repartición policial que constató las lesiones provocadas por la feroz golpiza, pero no lo denunció.
Los acusados son los uniformados Luciano Federico Martínez y Germán Daniel Arce, ambos de 32 años, y el médico de la fuerza, Alejandro Oscar Daveau, de 41. El fiscal remarcó en el requerimiento de elevación a juicio que se trata de un “caso de violencia institucional” y señaló que los funcionarios imputados desplegaron un “repertorio de conductas delictivas” caracterizado por “la irrupción violenta”, “la inmovilización de las personas identificadas como sospechosas”, “la dominación del curso de los hechos”, “la absoluta sumisión de las víctimas”, “el ejercicio desproporcionado de la fuerza”, “la asimetría física”, “la ilegalidad de toda la intervención por falta de orden judicial” y “la violencia física acompañada de la amenaza de su perpetuidad”.
Los hechos que llegarán a juicio sucedieron el 25 de marzo de 2013 alrededor de las 21, en pleno centro de Reconquista, en la calle Almenabar, entre Iriondo y General López. Durante un operativo por drogas, policías de la Brigada Operativa Departamental IX y la Sección Inteligencia Zona Norte, dependientes de la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones de la Policía de la provincia de Santa Fe, detuvieron y propinaron en la vía pública una feroz golpiza a Gustavo Fabián Cernadas y Ángel Luis Ramírez. Los malos tratos continuaron en la brigada, también sede de la comisaría 1ª local.
Tapar las heridas
Para el fiscal, el médico actuó “dolosamente para que el hecho no salga a la luz”. La imputación al médico Daveau radica en la actuación que le cupo en el ingreso de los dos detenidos en la sede policial. El fiscal determinó que el profesional examinó a las dos víctimas en “cinco minutos” y que “consignó vagamente las lesiones”, no indicó su cantidad, “no las describió, no determinó su gravedad” y “por el contrario, minimizó la incapacidad venidera y el tiempo de curación real. Llevó solamente a uno de los pacientes a realizarse un estudio al hospital público de manera totalmente irregular, sin control ni orden judicial y sin hacerlo ingresar por la Guardia del Hospital”, señaló Salum, y recalcó que en una radiografía ordenada por Daveau no llegó a detectarse la “evidente” fractura en el maxilar.
Desfigurados
El fiscal recibió la denuncia por los hechos de violencia institucional más de una semana después, el 3 de abril. Ramírez presentaba un edema en el costado derecho de su cara, fractura del maxilar inferior en el lado derecho y hematoma en su zona costal izquierda. En tanto, Cernadas tenía fractura de tabique nasal y de base periorbital derecha y padeció hematomas en diferentes partes del cuerpo. Los dos fueron heridos con las culatas de las armas de fuego, con golpes de puño y patadas.
Gracias al testimonio de las víctimas, de los vecinos y otras medidas de prueba, como el seguimiento de teléfonos celulares, fueron identificados cuatro policías en carácter de autores de las torturas. Además de Martínez y Arce, el representante del Ministerio Público imputó a sus superiores, el ex jefe de Inteligencia de Zona Norte, Daniel Musante, y el ex jefe de la Brigada Operativa Departamental IX, Sergio Senn. Pero ambos fueron beneficiados con el dictado de una falta de mérito.
DIARIO UNO.
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