En el anfiteatro municipal de Villa María, en Córdoba, El Huracán (52,100 kilos) pareció directamente el fin del mundo ante un oponente (52,475) que en ningún momento fue tal, ni en experiencia ni en antecedentes ni en la balanza (se excedió del límite permitido para la categoría hasta en el segundo pesaje inclusive) ni en un pasaje del breve y previsible combate.
Sobre el epílogo del cuarto capítulo de la clase pública de boxeo que Narváez le dio a García, el experimentado zorro de Trelew, al valerse de todas las comodidades que le ofrecía la situación, distrajo con una maniobra de falso ataque al azteca y ni bien halló el espacio adecuado le aplicó el gancho al hígado determinante.
Se trató simplemente de un nocaut anunciado porque muy temprano en la noche de Villa María se observaba cómo los envíos variados, precisos y frecuentes de Narváez daban sobre el cuerpo del oriundo de Jalisco, quien jamás halló la fórmula para anteponer algún tipo de protección.
La zurda del patagónico era un problema irremediable para el pugilista visitante, quien en ningún instante demostró cómo llegó a ocupar el séptimo lugar en el ranking mundial de la OMB.
Una vez finalizada la desigual competencia, Narváez argumentó, en declaraciones para TyC Sports, que la fecha estaba pensada para darle el desquite al mexicano Felipe Orucuta, o afrontar una unificación de la corona, pero como ambas alternativas quedaron para "más adelante", se decidió mantenerse en ritmo recurriendo a esta exposición optativa.
En definitiva, para el aquilatado sureño, la jornada le sumó cuatro segmentos de mantenimiento y probablemente el triunfo más asequible de sus 29 peleas mundialistas.
Mientras se aguarda que realmente el próximo pleito ofrezca una oposición acorde a la jerarquía de quien nació en Trelew hace casi 39 años, y lleva 12 como campeón mundial (primero lo fue entre los moscas), su récord quedó conformado por 42 victorias, 23 de ellas por nocaut, un revés y dos empates.
En cuanto al Tostado García, un gallo natural que infructuosamente quiso entrar de apuro en los límites de la categoría supermosca, habrá que esperar que haya aprendido la lección, porque desde que llegó a Córdoba todo le salió mal: primero fue incapaz ante la balanza y luego, sobre el ring.
El frustrado retador, a los 20 años, quedó con un cuidado palmarés compuesto por 13 éxitos, seis de ellos expeditivos, y dos derrotas.
(DYN)
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