lunes, 14 de abril de 2014

STA FE: En medio del juicio oral Feced II, un represor pidió que citen a Hermes Binner

El imputado Lucio Nast dijo que los presos políticos eran atendidos por médicos, entre ellos el ex gobernador de la provincia de Santa Fe, aunque negó torturas a detenidos.
/La Capital | 
Lucio César Nast, uno de los 10 imputados en el juicio oral por la causa Feced II, declaró que los prisioneros en la ex Jefatura de Policía durante la última dictadura "eran asistidos por médicos" y, en ese sentido, que "ha sido visitante el doctor Hermes Binner, que debería prestar declaración para que diga si pudo ver alguna persona torturada", dijo.
El sindicado represor amplió su indagatoria ante el Tribunal Oral Federal 2 de Rosario, aceptando sólo preguntas de las defensas, en la cual rechazó los testimonios de sobrevivientes del centro clandestino de detención que funcionó en el ex Servicio de Informaciones (SI).
Además de una serie de consideraciones políticas e ideológicas con las que buscó refutar las acusaciones en su contra, el imputado, también conocido por el alias de Ronco, negó tener que en esa dependencia policial se hubiera sometido a tormentos a detenidos.
En ese sentido, afirmó en la audiencia del viernes último: "Jamás he torturado a una persona. Me declaro ajeno a esos hechos", afirmó, y agregó que "los prisioneros recibían asistencia médica de todo tipo. Operaban galenos como el doctor Sylvestre Begnis, hijo del (ex) gobernador de la provincia; Amílcar César Valle, médico de la policía que era el primero en constatar denuncias de apremios ilegales, y también eran asistidos por médicos particulares. Ha sido visitante el doctor Hermes Binner que debería prestar declaración para que diga si pudo ver alguna persona torturada".
Estos dichos de Nast, recuerdan la polvareda que hace casi dos años atrás, y por el mismo motivo, levantaron los dichos del abogado Gonzalo Miño, que en el marco de su alegato en defensa de Ramón Genaro Díaz Bessone, ex jefe del II Cuerpo de Ejército, se quejó de que "deberían investigarse entonces también a los civiles, empresarios y políticos. Mi defendido mencionó gente como el doctor Martínez Raymonda por ejemplo, otros imputados como (Carlos) Altamirano mencionó que el doctor Binner revisaba a los detenidos y pedía que lo lleven tabicado. Esa gente debería ser traída a estos juicios". Miño es ahora el defensor de Nast y Altamirano es otro de los acusados en el juicio oral Feced II.
Más testimonios. En la última audiencia, dieron su testimonio los sobrevivientes del SI Graciela Borda Osella, que perdió un embarazo de dos meses a causa de las torturas, su marido Silvio Paganini, Elida Deheza y Esteban Borgonovo.
"Quisiera decir que estos juicios llevan muchos esfuerzos personales y colectivos— enfatizó Deheza al Tribunal—, donde los represores guardan impune silencio sobre los compañeros desaparecidos, a la distancia es un modo de seguir torturándonos, negándonos una tumba. Pero estos juicios traen a mi criterio fortaleza porque no hay posibilidad de construir en democracia si no se hace con justicia".
El Informe Borgonovo. El ex funcionario dio cuenta de dos momentos distintos de su vida. El primero cuando fue secuestrado, a los 18 años, el 20 de agosto de 1977. "(Rubén) Lofiego —imputado en el juicio— se presentó a sí mismo, era uno de los que había estado interrogándome. Me mostro fotos. Una era de Raúl Bustos a quien conocía porque fue compañero mío del Superior de Comercio, se ufanaba de haberlo matado". En la audiencia identificó a "Lofiego, Darío que después supe era (Julio) Fermoselle, Managua (Ernesto) Vallejo".
Veinte años después, Borgonovo fue subsecretario de Asuntos Legislativos. "El ministro de Gobierno que era mi superior inmediato era Roberto Rosúa, y el gobernador Jorge Obeid. Se consideró que había que hacer un informe sobre la policía, todavía había asesinos que vestían el uniforme", relató el autor del informe que lleva su nombre sobre policías en actividad que habían integrado la patota de Feced.
"Se pudo establecer que no hubo error ni exceso sino una política sistematica de violación a los derechos humanos, cientos de victimas de los mismos delitos, torturas, hechos de violaciones, saqueos. El gobernador separó de la policía a la primera tanda de policías implicados, a partir de ahí siguieron otras tandas que sucesivos gobiernos fueron separando de la policía de la provincia", explicó. Destacó que "del informe se desprende que hay 30 (policías) que participaron de esos interrogatorios", y mencionó entre los primeros pasados a disponibilidad en el 97 a "Lofiego, Scortechini, Ibarra, Moore, Peralta".

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