Autor:Juan M. Baialardo - Evangelista. Almada también se asume como una evangelista practicante.
Autor:Juan M. Baialardo - Cortado. El suboficial Cardozo exhibe las marcas de los cortes en sus brazos.
La respuesta a la denuncia de los cuatro pastores, todos integrantes de la familia Maidana, no se hizo esperar luego de conocida la denuncia pública y Diario UNO de Santa Fe mantuvo un diálogo con los dos vigilantes que actuaron inicialmente en el procedimiento y con el jefe de la comisaría 10ª de Santa Fe, subcomisario Francisco Olivares.
Los dos vigilantes comisionados el viernes al mediodía para intervenir en un problema de vecinos que sucedió en Espora al 5.000 del barrio Cabal de Santa Fe, fueron la agente María Soledad de los Milagros Almada, de 34 años, y el suboficial José Cardozo, de la misma edad.
Ambos dijeron que arribaron al lugar, dialogaron con una joven de 21 años que fue inquilina de los pastores, que trataron por todos los medios de llevar tranquilidad, y que la mujer les pidió ser trasladada en el patrullero hasta unos 300 metros del lugar. Cuando los policías y la joven intentaron subir al patrullero, Efren Maidana, de 50 años, primero los increpó y luego comenzó a agredirlo con trompadas. Después se sumaron otros integrantes del mismo núcleo familiar contra la pareja de policías, y finalmente llegó el apoyo de los vigilantes del Comando Radioeléctrico, que permitió detener a las cuatro personas.
La agente Almada dijo que fue golpeada desde atrás en su espalda, y que fue tirada sobre una parrilla que estaba dada vuelta, con las patas para arriba, y ella cayó en el medio, porque si no estima que habría quedado lesionada y grave.
Inmediatamente, el suboficial José Cardozo aseguró que actuó primero para evitar que su compañera fuera golpeada, y fue cuando recibió cortes con un arma blanca en los dos brazos, y desde atrás le pegaron en varias oportunidades con un palo grueso en la espalda, aunque no lograron derribarlo porque lo salvó el chaleco antibalas.
El jefe de la comisaría 10ª
El subcomisario Francisco Olivares, a su turno, admitió que estuvo en el procedimiento policial adonde sus subordinados actuaron para controlar a la familia Maidana, negó que hubieran disparado con una escopeta calibre 12,70, y más aún que hubieran herido a un bebé de pocos meses con una posta de goma de cartucho de escopeta antitumulto. También dijo que el maltrato dispensado en la comisaría 10ª son mentiras de los cuatro integrantes de la familia Maidana y, además, subrayó con particular énfasis que todo lo actuado estuvo en conocimiento del fiscal en turno, doctor Daniel Alberto Filippi, y que ellos cumplieron las órdenes impartidas por el funcionario judicial.
“Yo soy evangelista practicante”
Olivares hizo público que es practicante del culto evangelista desde hace décadas, señalando de manera precisa que jamás subestimaría a otro culto, negando enfáticamente haber golpeado a los Maidana
DIARIO UNO.
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