Antes de subirse al micro que trasladó al plantel hacia Buenos Aires, Leonardo Madelón habló sobre lo que significa su vuelta al Tate y la pelea por el retorno a Primera.
/Diario UNO |
Se terminaron las palabras, los distintos análisis de lo positivo que fue todo el proceso de preparación de cara a esta segunda rueda, por eso a pocas horas de jugar ante Villa San Carlos, conversamos mano a mano con Leonardo Madelón, que esta tarde, a las 17, comenzará su segundo ciclo como DT del equipo que como jugador logró una de las alegrías más importantes como fue ascender en 1989 tras ganarle las dos finales a Colón.
“Soy feliz estando en un club que significa mucho para mí, no hace falta que te diga lo que siento por Unión y haber vuelto me llena de alegría, pero ahora hay que meter mano a la obra y trabajar duro. El club está muy bien desde lo organizativo, todo lo que pedí para trabajar me lo dieron, pero también es cierto que está mal en la tabla, ésa es una realidad que no se puede negar y por eso el lunes empieza la gran verdad para todos nosotros: jugadores y cuerpo técnico”, comentó el entrenador.
—¿Estás ansioso?
—No, para nada, tengo mucha paciencia, que no es lo mismo que decir que soy un tipo paciente, porque eso significa que sería un tipo que sale a especular a ver qué es lo que pasa o qué realizan los demás.
—¿Y… paciencia?
—Es tener credibilidad en la capacidad propia, y como cabeza del cuerpo técnico tengo un grupo muy bien preparado y de mucho nivel. Venimos de estar 8 años en Primera y Unión es un equipo que tiene que volver ahí, es un camino duro porque la realidad indica que estamos en mitad de tabla de la “B” Nacional y hay que salir de ahí. Pero la única forma es trabajando duro, muy duro y si estamos ansiosos sería un enemigo que no queremos tener en el plantel.
Más allá de que la base de todo plantel es el trabajo táctico y futbolístico, existen otros argumentos que son necesarios en este fútbol tan exigente como es el argentino.
“Nosotros les dimos todas las herramientas en los entrenamientos diarios, ahora son los jugadores que dentro de la cancha deberán ratificar con la actuación y resultados todo lo que hicimos. Pero el fútbol hoy no todo pasa por lo que sucede dentro de un campo, sino que hay que hablar mucho con el jugador, analizar el entorno en donde se mueve y muchas cosas más; la sociedad argentina cambió con el paso del tiempo”, destacó el DT.
La presión… ¿ existe?
“Por lo menos yo pienso que si no tenés presión uno se muere, obvio esto en sentido figurado. A mí me gusta que me presionen los dirigentes, la gente, mi familia, pero ojo que yo también presiono y el día que no lo haga sentiré que estoy fuera del sistema. Eso debe estar siempre porque es lo que motiva a uno”, destacó el técnico sobre una palabra que está de moda en este deporte y más en lo que será este semestre con el Tate, que está obligado a sumar la mayor cantidad de puntos posibles para ilusionarse con el ascenso.
—¿Y en un plantel cómo incide?
—En el jugador lo que puede incidir es la presión externa, la que viene de la calle. Porque lo agarra el almacenero, el diariero, la gente que camina la calle y le dicen varias cosas… Ellos tienen que saber abstraerse de todo eso y es lo que apuntamos con el cuerpo técnico, hacerles entender que los queremos ayudar.
La famosa palabra: ascenso
—¿Cómo analizás cuando los periodistas mencionamos que el equipo está obligado a pelear por volver a Primera División?
—Lo que está claro es que yo no armé el equipo, solamente traje tres muchachos y no quiero pecar de demagogo porque si hablo de ascenso y después no se logra, me van a cortar la cabeza, debo ser mesurado con ese tema. Sí soy optimista pero no loco. Debemos buscar siempre todo lo positivo, no lo negativo y acá hay muchos ejemplos de equipos que hicieron una mala campaña en la primera rueda y después metieron una arrebatada impresionante y a mí me pasó acá en 1989 y no subimos directo por dos puntos. Por eso hablo siempre de ser optimista de que se puede pelear, siempre que tengamos las cosas bien claras desde que arranque el primer partido.
—¿Cómo analizás cuando los periodistas mencionamos que el equipo está obligado a pelear por volver a Primera División?
—Lo que está claro es que yo no armé el equipo, solamente traje tres muchachos y no quiero pecar de demagogo porque si hablo de ascenso y después no se logra, me van a cortar la cabeza, debo ser mesurado con ese tema. Sí soy optimista pero no loco. Debemos buscar siempre todo lo positivo, no lo negativo y acá hay muchos ejemplos de equipos que hicieron una mala campaña en la primera rueda y después metieron una arrebatada impresionante y a mí me pasó acá en 1989 y no subimos directo por dos puntos. Por eso hablo siempre de ser optimista de que se puede pelear, siempre que tengamos las cosas bien claras desde que arranque el primer partido.
Tema cerrado, ahora sólo resta que la pelotita ruede para el Tate.
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