Integraron gobiernos de diferentes partidos políticos y sus gestiones al frente de la Secretaría de Energía y tuvieron enfoques muy disímiles. Durante años han polemizado entre sí y difícilmente hubieran coincidido en un mismo equipo de gobierno. Hoy los une el espanto ante la ausencia de políticas públicas serias sobre el área energética.
El conocido grupo de los Ocho Ex (expertos del área energética que fueron secretarios de Energía) aseguró que los problemas de electricidad que soporta el país alcanzan también a la generación, además de la distribución que aflora en los apagones de semanas y semanas en los servicios que prestan Edenor y Edesur en la ciudad de Buenos Aires y su Conurbano.
“El problema no es sólo de distribución, también es de generación”, afirmaron los ex secretarios de Energía durante una conferencia de prensa, en la que anunciaron que emitieron un nuevo documento, muy crítico sobre cómo el gobierno maneja un área clave.
Emilio Apud, uno de los integrantes del grupo, advirtió que la opinión pública debe estar informada respecto de la globalidad del problema. Y aseguró que los cortes de diciembre y enero (que sobre todo sufren los porteños) son sólo una parte del problema.
Jorge Lapeña, Alieto Guadagni y Daniel Montamat también participaron del encuentro con la prensa que reclamó un “cambio de política energética”.
Decadencia
El documento, elaborado con datos oficiales, muestra que la capacidad total instalada en el país es actualmente de 31.398,7 megawats de potencia, pero advierte que en esa cifra existen unos 5.900 que “actualmente no funcionan”, y que de acuerdo con la empresa Cammesa, puede ascender a 7.074.
Agrega que “cuando se restan de la potencia instalada la indisponibilidad real del parque de generación, que es anormalmente elevada, se observa que el sistema, en los días de demanda máxima, se encuentra en el límite de sus posibilidades técnicas”.
En las estimaciones hechas por Alieto Guadagni, la demanda máxima de energía se ubica en 23.500 megawats, mientras que Lapeña afirmó que “el sistema tiene que cubrir los picos de demanda, no sólo la media”. El dato es que ayer, la demanda de energía superó levemente los 24.000 megawats.
En pocas palabras, es el sistema el que está al límite, debido a la decadencia en generación.
En cifras
Los ex funcionarios tomaron parte de las privatizaciones de los ‘90 pero también fueron quienes administraron el sistema energético en los ‘80 y desde 2000 hasta la llegada del kirchnerismo al poder. Y comparan cómo evolucionaba el sistema en el decenio al que el gobierno K propagandiza como la “década ganada”.
“En 2003 (cuando comenzaba la gestión actual) la potencia instalada era de 25.678 megawatts (MW), la potencia instalada había tenido un incremento del 66,3%” pero diez años después a fines de 2013, “la potencia instalada alcanza los 31.399 MW”, subraya el texto.
“Significa que el aumento entre 2003 y 2013 fue del 22,3 %. Una cifra marcadamente inferior al incremento del 88,3% de la década precedente”, explican ex funcionarios de los gobiernos de Menem, Duhalde y Alfonsín.
“Utilizando como fuente de información a Cammesa, se puede analizar el consumo, medido en GWh, y se verifica que, a fines de 1992 fue de 54.054 GWh, a fines de 2003 de 86.442 GWh, lo que representa un incremento del 60%, y a finales de 2013, de 125.804 GWh.
“Queda en claro -sigue- que el incremento de oferta en generación en la actual gestión (22,3%) es menor que el incremento de la demanda en el mismo lapso (45%). De ello se concluye que las propias fuentes oficiales, desmienten en forma terminante las continuas afirmaciones del ministro del área (Julio De Vido), en el sentido de haber recibido en 2003 el sector destruido. En consecuencia, es también falso afirmar que el actual gobierno con su esfuerzo e inversiones lo ha revertido”, opina el documento.
Energía racionada
Apud dijo a los periodistas que el problema de la generación de energía “ya está instalado” mientras que Montamat consideró que “se está racionando” la electricidad durante los picos de consumo, cuando se interrumpe el suministro a las empresas.
Guadagni estimó que “el déficit de inversiones en la última década alcanzó a los 800 millones de dólares”, al considerar que antes de 2002 “se invertían unos 220 a 230 millones de dólares por año y que a partir de ahí se redujo unos 150 millones”.
Para revertir la situación actual en la que se generan interrupciones del servicio se requiere “una inversión de 2.000 millones de dólares”, agregó Apud, quien recordó que es “indelegable” la responsabilidad del Estado respecto del control en la prestación de los servicios.
El Litoral
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