lunes, 9 de diciembre de 2013

SANTA FE: Un violento grupo de delincuentes robó un local dos veces en 15 horas

Sucedió por segunda vez a las dos de la tarde de este domingo, en Pétalos, de barrio de Barranquitas. Una horda de violentos delincuentes la emprendieron contra el dueño del local que arreglaban los destrozos que se produjeron durante la madrugada, y se llevaron prendas.
Diario UNO | 
Un violento grupo de delincuentes robó un local dos veces en 15 horas

 Esta tarde, a las 14, una veintena de forajidos llegaron corriendo y en motocicletas hasta el local de venta de ropa Pétales, de fray Cayetano Rodríguez al 3.700 del barrio de Barranquitas de Santa Fe, el fuera robado en los primeros minutos de este domingo por otra horda de violentos. Esta tarde, arremetieron nuevamente contral el local comercial en el momento en que su dueño, Bernardo Báez, de 58 años junto con herreros de obra trataban de arreglar los daños y rotura provocados en el ataque de la medianoche. Los vecinos se solidarizaron con el comerciante y neutralizaron a los violentos, hasta que minutos después arribó un patrullero con policías santafesinos. 
Diario UNO de Santa Fe, dialogó con el propietario del local Pétales, Bernardo Báez, que narró las particulares circunstancias que está atravesando en estos momentos.
—¿Puede usted narrarnos lo que pasó esta tarde?
—Sí, a la una de la tarde estábamos con los herrreros arreglando todos los destrozos que nos causa una horda de violentos delincuentes durante la medianoche y que nos dejaron como saldo la cortina metálica del local destrozada, el robo de abundante cantidad de mercadería, y además los golpes que recibí en el rostro, cuando de repente una veintena o más de delincuentes vinieron armados con palos y con hierros intentaron ingresar, nos golpearon, pero por suerte actuaron los vecinos del barrio que se solidarizaron con nosotros y entre todos resistimos la acción de los violentos, hasta que después de unos minutos arribó la policía y les disparñó balazos de goma hasta lograron disuadirlos y se escaparon corriendo hacia el oeste. 
—¿Qué van a hacer ahora?
—Bueno, trataremos de terminar los arreglos y vamos a tener cerrado el negocio y con todas las medidas de seguridad posible, y mañana, evaluaremos muy bien que es lo que vamos a hacer, si abrimos las puertas con atención al público o no. Habrá que ver que es lo que va a pasar con la policía, si toda la situación general tiene arreglo, o mañana permanecemos con las puertas cerradas. Así no se puede trabajar, atender al público, vender. No hay garantías de nada. Ah, por favor, en mi nombre y el de toda mi familia, nuestro eterno agradecimiento a todos los vecinos de nuestra cuadra que nos vinieron a ayudar con palos y lo que encontraron para poder neutralizar a toda esta horda de delincuentes.       

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