miércoles, 4 de diciembre de 2013

SANTA FE: “Los médicos creen que es un milagro que Lucas esté vivo”

Lo dijo Sandra, la mamá del bebé de ocho meses que fue picado hace una semana por un alacrán en Santa Fe. El pequeño ya regresó a su casa, junto a su familia. Aseguraron que “no le quedó ninguna secuela”.
./Diario UNO | 
 “Gracias a Dios está bárbaro, muy bien, un poco asustado todavía, pero contento y saliendo de apoco por el trauma que le tocó vivir”. Éstas fueron las primeras palabras de Sandra, la mamá de Lucas Ruiz, el pequeño de ocho meses que fue picado hace poco más de una semana por un alacrán mientras dormía. El niño regresó el lunes a la tarde a su casa, donde hoy junto a sus tres hermanos y sus papás se recupera; y trata de entender, con su corta edad, qué fue lo que le sucedió.


“Los médicos pensaron que había tenido un cuadro de neumonía a raíz de los vómitos provocados por la picadura del alacrán por eso tuvieron que hacerle un tratamiento con antibióticos donde a través de una cánula por la yugular donde tenía una vía directa a los pulmones le pasaban la medicación correspondiente. Hoy sigue con el mismo remedio en su casa y por vía oral para erradicar esa infección, pero por la picadura no tiene nada”, detalló Sandra a Diario UNO.
 

Ante la consulta sobre si por la picadura del alacrán le quedará alguna secuela, la mamá aseguró que no y eso se debe a la aplicación inmediata del suero antiescorpión cuando ingresó al Hospital de Niños
Doctor Orlando Alassia. “Los primeros minutos fueron esenciales y hoy está como está gracias a que recurrimos al hospital lo más rápido posible”. agregó la mamá.

A pesar de la prevención
Sandra aprovechó para contar en detalle cómo sucedieron los hechos, que hoy se transformaron en un trago amargo que sólo quedará en el recuerdo. “Lucas dormía con nosotros porque está acostumbrado a tomar la teta. Esa noche hizo un gemido y lo cambié de lugar y ese movimiento hizo que el alacrán, que caminaba sobre mi pecho, cerca del hombro, me picara. Reaccionamos rápido y cuando prendimos la luz lo vimos sobre la almohada. El nene siguió durmiendo”, comenzó el relato. Y a continuación comentó: “Salimos de inmediato corriendo, pero por mí y a los minutos Lucas comenzó a presentar un cuadro de vómitos y malestar que nos hizo dar cuenta que en realidad él también había sido picado”.
 

En ese momento tanto Sandra como Roque –su marido– pensaron sólo en Lucas. Salieron a la calle con la intención de llamar al vecino de enfrente para que los acerque hasta el hospital Sayago que se encuentra a pocas cuadras. Pero la desesperación de la madre fue más grande y salió corriendo con el bebé en brazos hacia la avenida Blas Parera.

“No sé si enviada por Dios o qué pero en ese momento pasaba por la calle una chica en moto. Que no dudó en parar, subirme y llevarme hasta el Sayago sin preguntarme nada. No recuerdo su nombre, pero es la persona a la que le debo la vida de mi hijo y a la que más le tengo que agradecer por habérseme cruzado en el camino”, relató más adelante. Sandra fue recibida con Lucas en la guardia del Sayago donde comentó que lo había picado un alacrán. Llamaron de inmediato a la ambulancia que llegó a los pocos segundos y mientras el pequeño era trasladado hacia el hospital de Niños, avisaban sobre la gravedad del cuadro para que los recibieran con lo necesario ante estas urgencias.Las primeras horas “fueron horribles”.
 

Los médicos les informaban el cuadro y era totalmente desalentador. “Nada era bueno, la situación era muy grave. Ingresó con mucho ritmo cardíaco, afectado respiratoriamente; en la ambulancia le tuvieron
que poner adrenalina para reanimarlo. El cuadro era devastador”, detalló más adelante. Todo sucedió pasadas las 2.30 de la madrugada del lunes 25 de noviembre.

Lucas estuvo desde entonces internado en la terapia intensiva con asistencia respiratoria mecánica hasta el viernes a la tarde cuando fue trasladado a una habitación común donde permaneció todo el fin de semana hasta ser dado de alta el lunes a la tarde. “Fue un milagro. Eso fue lo que me dijeron los médicos porque era cuestión de segundos y por lo general estos cuadros de picadura al ser tan chicos no se recuperan. Si hubiéramos demorado diez minutos más hoy Lucas no estaría acá”, expresó Sandra emocionada y feliz por tener el pequeño en su brazos totalmente recuperado.

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