Explotó una garrafa y se quemó el quincho. El encargado sufrió un principio de asfixia y quedó en observación en el Hospital Provincial Clemente Álvarez.
La Capital |
Un incendio que se desató ayer a la mañana en la isla popularmente conocida como El Banquito, frente a la Estación Fluvial, causó alarma porque se produjo en el mismo parador donde horas antes había tenido lugar una megafiesta electrónica, de la que participaron unas tres mil personas y gran cantidad de embarcaciones. Aunque pudo ser sofocado rápidamente, el siniestro causó un herido: el casero del balneario, un hombre de 38 años que debió ser trasladado por Prefectura Naval hasta Rosario, donde quedó internado en observación en el Hospital Provincial con un cuadro leve de intoxicación por haber inhalado monóxido de carbono.
El fuego se habría iniciado antes del mediodía en la vivienda de uno de los encargados del parador Dejá Vu, mientras el hombre manipulaba una garrafa. Todo indica que una pérdida causó una explosión y luego las llamas se extendieron a un quincho.
Según la información proporcionada por Prefectura Naval a Defensa Civil del municipio, el fuego pudo ser controlado por el propio dueño del emprendimiento, de nombre Pablo, quien al momento del siniestro se encontraba descansando en el parador luego de haber trasladado de regreso a la Fluvial, durante la madrugada, a los últimos asistentes a la fiesta electrónica Clubbing Island Party que la noche anterior se había desarrollado en el balneario.
Pese a que las llamas pudieron ser sofocadas rápidamente y el incendio no pasó a mayores, el encargado que había intentado cambiar la garrafa sufrió un principio de asfixia por el humo y debió ser trasladado a Rosario en una embarcación de Prefectura que se hizo presente en el lugar.
Siempre según el titular de Defensa Civil municipal, Raúl Rainone, a partir de ese momento se puso en marcha el protocolo de rigor ante ese tipo de situaciones, lo que incluyó que una ambulancia del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (Síes) esperara la llegada del barco de Prefectura en el Club Náutico Rosario (unos 200 metros al sur de La Fluvial).
En instantes, el servicio trasladó al hombre al Hospital Provincial, donde al cierre de esta edición aún permanecía internado en observación en la guardia.
El parte indicaba que se trataba de un cuadro leve de intoxicación por inhalación de monóxido de carbono, sin quemaduras, y que no revestía gravedad, por lo que los médicos estimaron que el paciente sólo permanecería unas pocas horas más en la guardia del centro de salud y luego sería dado de alta.
Alarma. Como el incendio se produjo un domingo de sol, con mucho calor y en pleno horario de partida de las lanchas hacia los balnearios desde La Fluvial, la postal de las llamas y el humo no pasó desapercibida entre quienes aguardaban su turno para embarcarse.
De hecho, el incidente paralizó la actividad de las lanchas públicas —que cruzan diariamente, una vez por hora, rumbo a los paradores Vladimir y Dejá Vu— para que su movimiento no entorpeciera las eventuales tareas de rescate ni interfiriera en la labor de los equipos de emergencia.
Para peor, el incendio se desató apenas horas después de que finalizara una de la dos fiestas electrónicas que, casi en simultáneo, estaban programadas en paradores entrerrianos frente a Rosario: una justamente en Dejá Vu y la otra, Island Festival (que duró hasta media tarde de ayer), en Isla Verde, frente a La Florida.
Casualmente, una nota publicada ayer por La Capital reflejaba la asimetría que existe entre el imparable crecimiento de las fiestas en las islas (autorizadas por Entre Ríos, ya que la Municipalidad local no tiene injerencia en el tema) y las estructuras de control.
Para tener una idea: en los dos eventos de ayer —donde el alcohol corre a granel— se estima que participaron no menos de 6 mil personas, un mundo de gente que se movilizó en embarcaciones propias y contratadas.
Sin embargo, para garantizar la seguridad esa impresionante movida por el río, sólo se contaron la diminuta comisaría del Charigüé (donde no suele haber más de dos efectivos) y los controles de rutina de Prefectura.
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