Están a full. Lo estarán más de aquí al 4 de enero, cuando por primera vez pasen por una rampa de largada de la competencia del deporte motor por excelencia.
La Capital |
Están a full. Lo estarán más de aquí al 4 de enero, cuando por primera vez pasen por una rampa de largada de la competencia del deporte motor por excelencia. Y ni hablar cuando al día siguiente enciendan los impulsores y empiecen a correr desde el patio de su casa el Rally Dakar, representando a toda la ciudad y a toda la región, con la meta puesta en el 18 de enero en Valparaíso. Orgullo inigualable, planes, sueños y dificultades. Los rosarinos Daniel Marrocchi y José Luis Locascio, que correrán en la categoría autos, pero con una camioneta y un buggy, y el casildense David Tieppo, el primer motociclista santafesino de la historia en afrontar la carrera de los autos locos, ya tienen la mente fija en el Monumento a la Bandera.
La cita la organizó la Municipalidad para los medios gráficos de la ciudad, en el salón Belgrano, coordinado por Diego Sebben, director ejecutivo del comité local organizador. Y Ovación, que ya había dialogado en los días previos con cada uno, resumió en qué andan a un mes de la largada. Puntuales, los pilotos no llegaron solos. Marrocchi lo hizo con su PF, Marcelo Borghi, y por uno de los jefes del proyecto en el que está involucrado, nada menos que el piloto Patxi Otaño, primer rosarino de la historia en el Dakar (dos veces), en ambos con Leo Monti. Y el cordobés no sólo sigue armando el buggy en su provincia, sino que será de nuevo navegante, esta vez del reconocido empresario de la ciudad.
En tanto, Locascio lo hizo con otro Monti, Leandro, su yerno y además navegante. Mientras que a Tieppo lo acompañó una venda grande en su pierna izquierda. ¿Que pasó? Entrenando se topó con una piedra que descolocó su moto y, aunque no se cayó, se dio contra el tanque de combustible. "Seguí así durante once horas y al sacarme el equipo de competición la herida provocada se había coagulado", dijo. Consecuencia: operación y dos semanas de reposo.
¿Reposo? Para nada, porque Tieppo, como sus colegas, va de un lado a otro para cerrar sponsors para su KTM que ya llegó de El Salvador. Todos tienen su actividad privada y en el caso de los rosarinos, no tendrán la Toyota Tundra chilena (Locascio) ni el buggy Monti 014 (Marrocchi) sino hasta último momento. "Tendremos como nueve mil kilómetros para probarlos", se ríen ambos.
Imposible resumir 90 minutos de impresiones en 90 líneas, aunque todos corren para llegar. Pero Tieppo aspira a estar delante del montón, sobre todo desde las primeras etapas para no quedar atrapado en las huellas del resto. Marrocchi y Locascio lo mismo, porque también largarán atrás el primer día y deben evitar que los camiones los empiecen a pasar, ya que distorsionarán el camino. Y aunque los dos pilotearán máquinas distintas, una más para correr y la otra para llegar, tienen la ilusión secreta (o no tanto) de involucrarse detrás del pelotón de profesionales. En el caso del primero además, hay un proyecto a largo plazo que inició Otaño y precisa asentarse con un buen resultado.
Sus rostros se irán conociendo más. Representan el sueño de muchos tuercas de acá. Leones, en una aventura de locos.
Rosario, largada en 2014 y ¿llegada en 2015?
La ciudad tendrá el gran privilegio de albergar la partida del Dakar el 4 de enero próximo y ayer se rumoreó que podía ser el punto de llegada en el 2015, donde la salida sería en Lima. Igual, es muy pronto para que se tome esa determinación, que será algunos meses después del final de esta edición.
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