La ingeniera industrial Jesica Puy egresó con una nota de 8,89 y recibió el premio de la Academia de Ingeniería. La joven graduada señaló que la clave es sentir la vocación y dedicarle tiempo.
Diario UNO |
Jesica Puy es ingeniera industrial y egresó con el mejor promedio de la Facultad Regional Santa Fe de la Universidad Tecnológica Nacional (FRSF). Con una nota de 8,89 fue seleccionada por la Academia
Nacional de Ingeniería como una de las graduadas más destacadas del país. “No fue un objetivo. Yo me propuse aprender todo lo que podía”, señaló la joven.
Hoy con casi un año de antigüedad en su trabajo, dialogó con Diario UNO y realizó un balance sobre su carrera, destacó la importancia de aprovechar la instancia de formación universitaria y destacó la necesidad de seguir promoviendo el estudio de las ingenierías.
“Elegí estudiar ingeniería porque creí que iba a tener una buena salida laboral. Además me gustaba mucho la matemática y la física aplicada a la industria”, recordó la joven profesional de 24 años. Además contó que antes de empezar a estudiar “imaginaba que iba a estar involucrada en un proceso productivo. No quería una carrera que me llevara a una oficina. Esperaba poder cambiar cosas y mejorar procesos”. Y agregó que, ahora que está ejerciendo su profesión, “estoy haciendo bastante de eso pero estoy trabajando en una rama distinta a la que imaginaba. Hoy trabajo con semillas y siempre pensé que me iba a vincular más con el área de la industria metalmecánica o automotriz. Como soy de Rafaela, de una zona en la que hay bastantes fábricas de autopartes, creí que iba a trabajar
en ese rubro pero terminé en otro totalmente distinto”.
en ese rubro pero terminé en otro totalmente distinto”.
Aprender, el objetivo
Los años de estudio de la rafaelina implicaron también el desafío de vivir sola por primera vez en la capital provincial. “Me adapté bastante bien. Tuve la suerte de armar un grupo de chicas en la facultad
con quienes estudiaba y compartía mi vida en Santa Fe. Además, al estar cerca de Rafaela, tenía la posibilidad de volver varias veces a mi ciudad y estar con mi familia y amigos”, explicó.
Los años de estudio de la rafaelina implicaron también el desafío de vivir sola por primera vez en la capital provincial. “Me adapté bastante bien. Tuve la suerte de armar un grupo de chicas en la facultad
con quienes estudiaba y compartía mi vida en Santa Fe. Además, al estar cerca de Rafaela, tenía la posibilidad de volver varias veces a mi ciudad y estar con mi familia y amigos”, explicó.
La joven coincidió en que existen muchos miedos en torno al estudio de las ingenierías, donde se suele pensar que es sólo para algunos o que son demasiado difíciles. “Es una carrera que vale la pena hacer pero hay que dedicarle tiempo. Realmente te tiene que gustar y atrapar porque sino todo ese sacrificio no vale la pena”, marcó pero dijo que no hubo momentos de dudas durante su formación.
“Siempre me gustó mucho. Poder trabajar con los números pero aplicados a algo me interesa”, agregó. Aunque reconoció que nunca se imaginó que iba a ser seleccionada como el mejor promedio. “Yo lo que me propuse fue aprender. Sólo eso. Si ese aprendizaje derivó en esto en buena hora pero no era mi objetivo tener este promedio”, remarcó.
Consultada sobre qué recomendaría a un estudiante que está comenzando la carrera, la joven destacó: “Hay que tener un buen grupo de estudio. Eso es básico. Y después hay que tener dedicación”.
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