La vida en las 43 manzanas que delinean los rieles, en el cono sur de Sargento Cabral, está marcada por el pasado ferroviario que los vecinos de hoy buscan dejar atrás.
El Litoral
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| En diferentes voces, una necesidad se repite: que se abran más calles de uno a otro lado de la vía para facilitar la transitabilidad del barrio. |
Desniveles, curvas y esquinas con sonido de locomotoras que todavía se escuchan por la noche.
Así es la jurisdicción de la vecinal General Alvear, en el cono sur de barrio Sargento Cabral, un paisaje delineado por las vías del ferrocarril. En esos rieles -muchos, perdidos-, echaron raíces los primeros habitantes de este sector que hoy quedó en el centro-este del mapa urbano de Santa Fe.
Ricardo Federico Luis Storani vive en pasaje República Salvador, en terrenos loteados entre 1922 y 1924. Lo sabe porque le interesa y porque su historia es también la de las calles que transita. Vive en la misma casa desde 1953 pero conoce la zona desde 1936 por una tía que vivía enfrente, cuyo marido edificó su hogar y también el que hoy habita Ricardo. Por aquellos tiempos, el paisaje consistía en “calles de tierra, con sólo una cuadra edificada. Había una sola radio, sobre calle Pedro Centeno”. Detalla, con precisión, que “algunos de los ligustros del pasaje fueron plantados cuando la radio informaba la repatriación de los restos de Gardel, en febrero de 1936”. La memoria prodigiosa de Ricardo Storani le arroja como primera imagen cuando “llegaron a estos terrenos llenos de yuyos sin imaginar lo que serían hoy”.
Las tierras de General Alvear eran zona de quintas. Un sector, la quinta de la familia Navia, tenía su casco en la actual intersección de Alvear y Colodrero, y en ese edificio años más tarde funcionó la escuela Sargento Cabral. Hasta hace un tiempo, aquella plantación de frutales dejó como legado un árbol de naranjo que Ricardo admiraba cada vez que pasaba caminando con su padre. Storani es un hombre nostálgico. Recuerda el paisaje y hasta los nombres y apellidos de sus vecinos. “Eran gringos buenos, inmigrantes campesinos que vinieron a trabajar, a poner el lomo -agrega-. No había un solo gringo que saliera a pedir: todos trabajaban, la mayoría en el ferrocarril y otros en la Cervecería, también había trabajadores portuarios y albañiles...”, agrega.
Cuestión de raíces
Las vías que delinean este sector de 43 manzanas en el mapa dejaron su impronta en los días de General Alvear.
En la esquina de Pedro Díaz Colodrero y República de Siria, sentado a la sombra de un gomero imponente, Isidoro González cuenta que estas calles cercanas a las vías son como un laberinto de asfalto con curvas y contracurvas, pasajes y calles estrechas donde “antes pasaban las máquinas de los trenes para su reparación”.
El asfalto llegó hace 40 años y fue en esos días cuando Isidoro y su papá plantaron el gomero que hoy da techo a la tertulia “y al vermucito” de los sábados a media mañana. Fue también cuando “dijeron que las casas tenían que hacer tapial y vereda. Había que pagarlo y los vecinos que no podían tuvieron que vender y se fueron a otros barrios”. En el relato de este hombre está también el que atestiguan los rostros añejos de los vecinos: “Somos un barrio de gente grande, vecinos que vivimos acá desde hace muchos años. Es un barrio tranquilo, nos conocemos todos y nos cuidamos entre nosotros, cuando vemos caras desconocidas nos llamamos por teléfono”.
En la esquina de Pedro Ferré y Las Heras, Miguel Ángel Trucco lleva adelante la farmacia que su papá fundó en 1937 y que pronto legará a la tercera generación. En la casa donde nació, Miguel Ángel recuerda que “aquí cerca había un aserradero que recibía maderas del norte y marcaba el movimiento del barrio. Poco a poco se construyeron las casas, se fundaron los clubes y se pavimentaron las calles. El barrio creció mucho”. Además de atender las dolencias de los vecinos, todos indican que es el confesor del barrio. “Conozco a los chicos que hoy tienen 40, sus padres me conocen de chico... uno nació acá y tiene su arraigo”.
Para saber
- Servicios. Este sector sur del barrio Sargento Cabral cuenta con todos los servicios: energía eléctrica, agua potable, cloacas y gas natural.
- Transporte público. La Línea 9 lo atraviesa en una cuadra, en su límite este. Las Líneas 14 y 8 en sentido norte-sur ,por la avenida Gral. Paz.
- Educación. La Escuela Nº 4 Sargento Cabral, en Las Heras 4720, y el Taller de Educación Manual Público Nº 9 Miguel Ricardo Corti.
- Espacios verdes. El vértice noroeste de la jurisdicción es el Parque Federal, y el lomo oeste es el Paseo del Restaurador y su ciclovía, que llegan hasta el parque, a la par de Pedro Vittori. Aquí también se encuentra la plaza 9 de Julio, con su playón deportivo.
- Comisaría. Si bien no hay comisaría en esta jurisdicción vecinal, la zona pertenece a la seccional 5a. que se ocupa de todo Sargento Cabral. La vecinal pide que le otorguen más personal y que ya no se aloje a presos federales en esta comisaría.
- Asfalto. Todas las calles son asfaltadas.
- Centros de salud. Ninguno.
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