PRESIONES POLITICAS PARA DEJAR TODO COMO ESTA. LA TRETA DE LA "ARMERIA" QUE NO EXISTE
Allanadas. Una de las cinco casas registradas, en Laprida 2233 de Villa G. Gálvez. El dueño es Germán I, 43 años.
Villa Gobernador Gálvez - Se conoció el allanamiento a dos fincas de esta localidad en procura de armas ligadas a la banda de narcos denominada “Los Monos” y hallaron lo que presumían un arsenal de características nunca vistas. Los entretelones de la operación para “dibujar una operación de encubrimiento” y la relación con narcos y el triple crimen de General Rodríguez.
Por Rubén Pombo (Corresponsal en Rosario)
El procedimiento se llevo a cabo en calle Laprida 2231 y 2233 de esta ciudad y se inscribe en algunos procedimientos que se hacen en la causa que se origino a raíz del homicidio de el “Fantasma” Paz y que viene derivando en la caída de una de las bandas mas poderosas de la zona (“Los Monos”) en beneficio del reparto a otras dos con limites conocidos en la Avenida Pellegrini de la ciudad de Rosario.
En este caso, los detectives de la División Judiciales de la Unidad Regional II tenían un preciado dato de un “intocable” del ambiente, Gabrierl Alejandro Ippólito conocido por sus compras en containers de armas y municiones que incluyen en algunos casos hasta granadas militares. Este personaje proveía de armamento, municiones y equipos a estas bandas y cuenta con apoyatura “pesada” no solo policial sino judicial y política según nos confiaron.
Ni bien comenzado el procedimiento nos cuentan los protagonistas que pidieron reserva, el juez que libro las ordenes de allanamiento (“que habría recibido presiones desde arriba”) ordeno que solo se secuestraran armas calibre “9 mm” y el resto se dejar en el estado que la encontraron (es decir en total impunidad) lo que motivo un planteo policial en los tribunales que finalmente decidió avanzar con el procedimiento.
Nada esta claro e incluso Canal 3 de Rosario en exclusiva, aunque en el lugar además de este medio estaban reporteros del diario La Capital entre otros, informaron a la población incluso con fotografías que “allí funcionaba una armería” cuestión que fue negada rotundamente por personal policial del Control Regional de Armas y del RENAR y que otros investigadores indignados apuntaron a que se pretendía “tapar todo” con una presentación de una “irregularidad menor en una armería” que obviamente existe solo en la cabeza de los armadores de la jugada que es alentada y presionada desde ámbitos políticos locales de esta ciudad que manejan la policía en forma directa e incluso le reprocharon a jefes policías rosarinos por lo sucedido. A esto se sumaron varios abogados de “pesados estudios jurídicos de Buenos Aires”vía telefónica. AMPLIAREMOS.
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