Una patrulla sorprendió a dos hombres que disparaban contra una fábrica y se enfrentó con ellos a los tiros. Según la policía, la víctima había dejado un mensaje en el portón de una firma al que luego baleó. Los dos orientales huyeron en un Citroën C4. Uno recibió un tiro en la cabeza. Su acompañante tiene fractura de fémur y quedó detenido.
.La Capital |
Un hombre oriental, presuntamente taiwanés, murió de un disparo en la cabeza en un enfrentamiento con efectivos del Comando Radioeléctrico que el domingo a la madrugada lo persiguieron durante varias cuadras luego de encontrarlo disparando un arma de fuego contra el portón de una empresa ubicada en la zona oeste. Como consecuencia del hecho resultó herido otro ciudadano oriental, identificado como Chun Cuo, de entre 20 y 30 años, que ayer se encontraba internado en calidad de detenido en el Hospital Clemente Alvarez, donde se recuperaba —ya fuera de peligro— de una fractura de fémur.
El caso presentaba ayer todavía algunos misterios, especialmente acerca de la víctima fatal, de quien sólo se obtuvo como dato una cédula de identificación boliviana extendida a nombre de un ciudadano taiwanés. Sin embargo, según fuentes judiciales, hasta ayer no había mayores datos sobre el fallecido, mientras se esperaba que su acompañante pudiera declarar.
Otro misterio, hasta ayer no revelado, tenía que ver con el contenido de una nota escrita en papel con caracteres presuntamente chinos que los orientales habían pegado en la puerta de la empresa contra la que dispararon. En este marco, la presunción es que el hecho pudiera estar vinculado con algún mensaje mafioso.
Persecución. Fuentes policiales indicaron que el hecho se originó alrededor de las 4.20 del domingo en 27 de Febrero al 6300. Por allí circulaba un móvil del Comando Radioeléctrico que se topó con una escena llamativa frente al cementerio israelita: un hombre de rasgos orientales estaba pegando una nota en el portón verde de la firma Agustín Berasategui e Hijos, que se dedica a la venta de tubos y caños de acero.
Más llamativo fue resultó el hecho de que, luego de colocar el mensaje escrito en un papel, el hombre extrajo un arma de fuego y disparó al menos tres veces contra el portón.
Según los voceros consultados, los policías le dieron la voz de alto al oriental pero éste se subió a un Citroën C4 gris estacionado en el que lo esperaba otro hombre al volante y emprendieron una huida veloz.
Entonces comenzó una persecución a la que se iban sumando patrulleros. Según contara a medios televisivos el titular del Comando Radioeléctrico, Daniel Acosta, los fugitivos llegaron hasta inmediaciones del estadio de Newell\'s Old Boys, tomaron por bulevar Oroño, luego por 9 de Julio en contramano hasta avenida Francia y volvieron a dirigirse hacia el sur.
Para entonces la policía intentaba cortarle el paso al Citroën mediante un dispositivo cerrojo que dio resultado en inmediaciones del barrio San Francisquito, cuando el auto llegó a Lavalle y Gaboto y se topó con otros dos patrulleros cerrando el paso. Al parecer, el conductor del C4 hizo una maniobra para escapar pero terminó volcando e incrustrado en una zanja.
Abatido. "El conductor del vehículo baja del auto arma en mano, dispara al personal uniformado, se repele la agresión, cae abatido", dijo Acosta, y detalló que se secuestró una pistola calibre 22 marca Bersa.
En el interior del vehículo también se incautó un revólver calibre 22 largo con el que al parecer se habían realizado ocho disparos.
En ese marco fue detenido el acompañante del conductor fallecido, también oriental. Fue identificado por los voceros policiales consultados como Chun Cuo, de entre 20 y 30 años, y no trascendió su nacionalidad.
Fuentes judiciales señalaron que este hombre se encontraba ayer todavía internado en el Heca en calidad de detenido, con una fractura de fémur pero sin riesgo de muerte.
Algunos familiares se habían acercado a interiorizarse sobre su estado de saludo, pero hasta ayer no había declarado ante el Juzgado de Instrucción Nº 5 que investiga el hecho.
En cuanto al muerto, que recibió al menos un balazo en la cabeza, sólo se contaba con la información de una cédula de identificación boliviana que indica que se llamaría Yu Ken Sek y que nació en 1981 en Taiwán.
Tiroteo. En este contexto, fuentes judiciales indicaron que se ordenaron medidas para establecer qué hacían ambos orientales frente a la empresa donde fueron sorprendidos, quiénes son, si tienen antecedentes y de quién es el auto en el que circulaban.
Además, los voceros tribunalicios consultados señalaron que tanto el Citroën C4 como el patrullero que lo persiguió durante gran parte del trayecto habían sido alcanzados por los disparos. No obstante, serán peritadas las armas de los policías que intervinieron así como las halladas en poder de los fugitivos.
Al respecto, las fuentes indicaron que los uniformados que participaron del operativo ya presetaron declaración informativa ante la División Judiciales de la policía rosarina.
"En forma preliminar se puede decir que el accionar de los policías no fue ilegítimo", sostuvo un portavoz tribunalicio allegado a la investigación.
Enigma. En ese marco, otro dato que al cierre de esta edición se esperaba esclarecer es el contenido del papel de 15 por veinte centímetros escrito en birome con caracteres orientales que los ocupantes del C4 habían colocado en el portón de la empresa, tal vez a modo de amenaza.
Esa información permitiría develar el móvil del misterioso ataque contra la firma de 27 de Febrero al 6300 del cual hasta ayer no había más que veresiones e hipótesis. Una sugería que podía estar vinculado con la compra de un galpón ubicado en la zona o con otras cuestiones relacionadas con disputas territoriales de grupos mafiosos orientales.
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