lunes, 21 de octubre de 2013

"Gabriel recibió varios balazos cuando estaba con un grupo de chicos de Newell's"

Claudia de Gottardi, la directora de la escuela a la que asistía el chico de 13 años asesinado después de clásico rosarino, contó que los atacantes estaban identificados con los colores de Rosario Central.

 Ayer por la tarde un chico de 13 años fue asesinado a balazos en barrio Ludueña, cuando se encontraba junto a un grupo de amigos en la esquina de Camilo Aldao y Casilda. La víctima se llamaba Gabriel Alejandro Aguirre cursaba el séptimo grado de la Escuela Nº 1.027 Luisa Mora de Olguín. La mamá del adolescente trabaja en el comedor de la escuelita. Además la directora dijo que "la posibilidad de matar por matar, por marcar territorio, por poder, esto que nos parece tan loco es bastante común en los barrios de zonas vulnerables"
Según las primeras informaciones, el adolescente se encontraba junto a un grupo de amigos que llevaban puesta la camiseta rojinegra cuando en horas de la tarde —y apenas culminado el clásico rosarino— se cruzaron con un grupo de jóvenes que estaban identificados con los colores de Rosario Central.
"Gabriel estaba con un grupo de chicos que eran de Newell\'s, que tenían camisetas de Newells. Gabriel no tenía esa camiseta, es de Boca, tiene el don de la música. Tenía un redoblante y estaba con estos chicos tocando música. Y aparentemente estos chicos caminaron por Camilo Aldao hasta Junín. Y por ahí venía un grupo de la barra de Central en busca de avenida Alberdi", contó Claudia de Gottardi, directora de la escuela de barrio Ludueña.
Gottardi señaló que fue en ese momento cuando empezó un enfrentamiento entre ambos, primero con insultos, hasta que del grupo que tenían casacas de Central "salieron tres con revólveres y empezaron a correrlos".
"A mí lo que me llama mucho la atención es la cantidad de tiros que dispararon, fueron entre ocho y diez tiros: tres al cuerpo de Gabriel y los otros al aire", contó consternada la directora. Agregó que incluso cinco de los disparos fueron a parar a una casita de la zona, donde "menos mal no había nadie". Confirmó además que hoy se suspendieron las clases en la escuela y que el cuerpo del chico fue llevado allí para ser velado por sus familiares y amigos.
Disputa territorial. La directora de la escuela que forma parte de la comunidad gestada a través de la pastoral social del padre Edgardo Montaldo reflexionó además que "la posibilidad de matar por matar, por marcar territorio, por poder, esto que nos parece tan loco es bastante común en los barrios de zonas vulnerables".
De Gottardi recordó al chico asesinado como "un excelente alumno y un líder muy positivo en el grupo", que "tocaba excelentemente la guitarra, participaba en todos actos y gustaba de disfrazarse y dramatizar" en las obras teatrales escolares.
La directora dijo además que Gabriel "no era un chico violento, para nada, era un chico lleno de proyectos e ilusiones y la idea de él era empezar el día de mañana a estudiar música y ser cantante profesional" y consideró que "es una locura la permisividad de las armas".
Por eso destacó que la violencia extrema "se torna en una forma de hacer justicia, de marcar territorio y generar pánico". E insistió que este tipo de situaciones "es una cosa que sucede en los barrios de mucha vulnerabilidad, donde se marcan territorios y se marca quien manda. En Ludueña y en otras zonas de Rosario también".

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