Si bien la fuerza que comanda Mauricio Macri salió segunda, Gabriela Michetti fue la candidata más votada. En el búnker de Costa Salguero todos insistían en que los votos de UNEN “no se sumarán” en octubre.
.
Minutos después de las 18, cuando cerraron los comicios, el jefe de gabinete porteño Horacio Rodríguez Larreta apareció sobre el escenario del búnker montado en el complejo Costa Salguero, secundado por la vicejefa María Eugenia Vidal y los candidatos a diputadosFederico Sturzenegger y Laura Alonso, mientras que desde abajo del escenario los miraban Diego Santilli y Sergio Bergman, segundo candidato a senador y primero en la lista de diputados respectivamente. Detrás de bambalinas, Jaime Durán Barba monitoreaba los resultados.
Ante los pocos militantes que se encontraban en el búnker a esa hora, Rodríguez Larreta destacó la ausencia de incidentes y agradeció a los fiscales, algo en lo que insistió Laura Alonso. Y es que, según señaló la legisladora –que renovará su mandato en octubre– a diferencia de otras elecciones, en ésta todos los centros de votación contaron con un mayor compromiso ciudadano, por lo que no se vio falta de autoridades de mesa ni al macrismo le faltaron fiscales.
Horas después, el lugar de Larreta arriba del escenario iba a ser ocupado por Gabriela Michetti, su casi segura futura competidora por la sucesión en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad. Ante una concurrencia más nutrida y ya con todos los elementos de un típico festejo macrista –globos de colores, música de Tan Biónica y una veintena de pelucas coloradas sobre la cabeza de un grupo de militantes ligados a Santilli–, Michetti hizo un repaso de la gestión del PRO, algo que encuentra su explicación en los sondeos que manejaron en la campaña, y que indicaban que la intención de voto se asentaba sobre la valoración de la gente de la gestión macrista.
Tras las palabras de Michetti, llegó el turno de Mauricio Macri, quien no se privó de bailar sobre el escenario: cuando cargó a su hija Antonia sobre sus hombros, ya nada faltaba en el cuadro para que fuera un típico festejo macrista.
Pero más allá del folclore PRO, la vista estaba puesta en los resultados. Una vez que se conocieron los primeros números, quedó claro que si bien los candidatos del PRO eran los que más votos habían recibido, no quedarían primeros como fuerza. En la elección de senadores, donde obtuvo su mejor performance, con el 95% de las mesas escrutadas, el PRO se ubicaba segunda, con 31,44%, detrás de UNEN, que acumuló el 32,08% pero sumando cuatro listas diferentes. La lectura macrista la sintetizó Michetti –pero la repitieron todos– al hablar con la prensa: “Es una falacia que los votos de la interna de UNEN se vayan a sumar automáticamente en las generales”. “UNEN no es un partido”, agregó al sugerir que los votantes de Alfonso Prat Gay no necesariamente votarán a Pino Solanas.
En diputados, el resultado fue aún más adverso: frente al 35,67% que acumularon las listas de UNEN, Unión PRO obtuvo un 27,59%. “Está cerca del 5% histórico de corte de boleta del distrito”, fue el argumento que dio un alto funcionario macrista para minimizar la diferencia con la boleta de Michetti-Santilli.
Las PASO eran el primer paso hacia las legislativas, que a su vez son el primer paso para las presidenciales de 2015. Por eso el armado nacional fue otro tema que estaba en boca de todos. Las interpretaciones y lecturas de los resultados fueron más complejas, sinuosas. En diciembre, todo indica que el macrismo contará por primera vez con al menos un senador, algo que no parece ser una gran cosecha para una fuerza que se plantea como nacional y que aspira a gobernar.
La situación de la provincia de Buenos Aires fue objeto de múltiples reflexiones: una vez más, evitaron admitir que exista una alianza con Sergio Massa, y Macri llegó a decir que si bien puso candidatos en las listas del Frente Renovador, eso no era una alianza y que esperaban en el futuro establecer un armado “nuevo” en ese distrito. Por ello, el PRO no envió delegados al festejo en Tigre.
Mención aparte merecen los candidatos macristas en el interior: mientras se esperaban los resultados, los organizadores habían deslizado la posibilidad de establecer una conexión por videoconferencia con aquellos que resultaran exitosos en sus distritos, algo que finalmente no sucedió.
Y es que, la evolución del éxito electoral está aún por verse. En Santa Fe, el humorista Miguel del Sel resultó finalmente segundo, detrás de Hermes Binner, pero muy lejos de lo que fuera su performance cuando compitió por la gobernación. Los dirigentes macristas encargados del armado nacional reconocieron, más allá de la muy buen campaña del candidato socialista, la buena campaña del Frente para la Victoria, que en el último tiempo había logrado acortar la distancia.
La misma evaluación ambigua hicieron sobre los resultados de Entre Ríos, donde el ruralistaAlfredo de Angeli logró el segundo puesto, pero muy lejos de la lista del Frente para la Victoria.
Habrá que esperar a octubre para ver cuánto hay de cierto en los análisis, hipótesis, teorías y elucubraciones que este domingo se hicieron en Costa Salguero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario