El equipo de Martino no logró sostener el ritmo de otros partidos y un All Boys decidido lo aprovechó. Perdió una gran chance de cortarse, aunque el título continúa a su alcance.
.La Capital |
Una estación incómoda para tropezar. Una chance perdida de quedar, sin lugar a dudas, a tiro del campeonato. Newell’s no jugó para Newell’s anoche en Floresta, pero como sus rivales sí lo hicieron antes y resta una fecha menos para el final, el saldo no debe ser tomado como negativo. Sí en cambio el futbolístico, quizás también el físico, porque All Boys le abrió grietas y le dejó en claro que para luchar en todos los frentes por la gloria hace falta un esfuerzo colosal que, en ocasiones como estas, pasan factura. Eso pareció dejar la derrota por 2 a 1, exigua pero lógica en un desarrollo que le fue desfavorable desde todo punto de vista.
Lo dicho. Newell’s empezó la fecha con nada menos que 3 puntos de ventaja sobre sus escoltas y empezó a jugar con la certeza de que esa diferencia no se achicaría, más allá del punto que arrimó Lanús. Y pese a la tentación de ese escenario, a la chance magnífica de sacar dos partidos de luz con tres en juego, el equipo de Martino no pudo dar la talla esta vez.
Cansino, quizás sintiendo algunas bajas clave para su esquema táctico (como la de Mateo, ver página 4) o sin poder elevar la adrenalina que consumió en la tremenda explosión que fue la clasificación a semifinales de la Libertadores, no pudo evitar que All Boys le copara la escena a puro ritmo, el que supo imponer la Lepra en muchos pasajes de este semestre que sigue siendo fantástico.
Por esa falta de rapidez para decidir con el hombre encima, por esa diferencia para ir a buscar la segunda pelota, de a poco, Ñuls se pareció a esos boxeadores que se van quedando sin resto con el transcurso de los rounds. Y All Boys supo meterle una mano justa: Montoya no dio por terminada la jugada, Guzmán dudó y un defensor de pocas luces como Ferrari hizo el gol de su vida.
Fue un golpe de nocaut, porque excepto por un remate de la Fiera Rodríguez que sacó bien Cambiasso, nunca tuvo claridad para lastimar, ni siquiera con los numerosos intentos de Scocco. All Boys se agazapó y cuando pudo volvió a asestar otro impacto para decidir el pleito. Y fue Coronel el que aprovechó un rebote en un tiro libre para de cabeza festejar su primer gol en primera.
Demasiado impacto al ego leproso que venía en alza, pero con claras muestras, ya en los choques ante Boca, de que el motor de su fútbol consumió mucho combustible como para mantener productivo ese toque brillante que siempre intenta. Y tanto fue así, que ni el descuento de Casco lo puso realmente a tiro de la igualdad.
No tuvo resto, pero sólo anoche. Por primera vez en mucho tiempo dispondrá de una semana para cargar energías y afrontar las tres finales de la mejor manera. Tampoco es lógico que el equipo siempre deba rendir al máximo, sobre todo cuando debe hacerlo cada cuatro días y en competencias tan intensas, como la Copa. Newell’s dejó escapar una gran oportunidad, no hay por qué negarlo, pero todo lo bueno que hizo antes le da plafón para seguir sosteniendo la ilusión del título bien alto. Depende de sí mismo y tiene con qué recuperar el tiempo perdido de ayer.
La Lepra lleva tres partidos sin ganar de visitante
El equipo del Tata Martino lleva tres encuentros que no puede ganar fuera de casa, con dos derrotas y una igualdad. Empató con Quilmes 1 a 1 y después fue superado por Arsenal 2-0 y All Boys 2-1. Igualmente, aún le lleva tres puntos a sus más inmediatos perseguidores, River y Lanús, y eso es una ventaja importante cuando sólo restan tres capítulos. Por su lado, All Boys llegó al encuentro de anoche con cuatro encuentros sin ganar. Un empate frente Estudiantes (0-0) y tres caídas consecutivas, frente a River (0-2), San Lorenzo (0-3) y Colón (0-2).
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