El rojinegro es escolta de Lanús. Scocco hizo un golazo, el único de la tarde, ya que la avivada de Luna no se consumó. Al tremendo triunfo en el Parque no le faltó ningún ingrediente.
La Capital |
Al tremendo triunfo leproso de ayer ante River no le faltó ningún ingrediente. Tuvo de todo. El golazo habitual de Ignacio Scocco, algunas atajadas notables del Patón Guzmán, la fiereza de Hernán Villalba para comerse la cancha y, a la vez, polémicas arbitrales de alto voltaje. Como fue la clara mano del Chino Luna sobre el final, que en principio el juez Diego Ceballos había convalidado como gol y luego, ante las airadas protestas de Martino y compañía, volvió sobre sus pasos y sancionó la infracción para que la tarde del Coloso sea toda rojinegra y el empate millonario no se consumara. Una victoria fabulosa de Newell\'s que le permite quedarse como único escolta de Lanús en el torneo Final y además seguir poniéndole fichas al sueño de pelear en todos los frentes. La Lepra volvió a celebrar y sigue haciendo camino de la mano del Tata.
Las expectativas previas estaban depositadas en que Newell\'s y River, por potencial y propuesta táctica, iban a armar un partido con alto vuelo futbolístico. Pero no fue así. Al contrario. La lucha, la pelea y la fricción fueron la constante. Y las buenas intenciones de domesticar la pelota quedaron archivadas. En este juego de hacha y tiza fue Newell\'s el que mejor se acomodó, a partir de un león como Villalba, que fue el más astuto de todos, y un iluminado por el gol como Nacho Scocco. La Lepra redondeó una victoria tan convincente como sufrida.
Desde el mediodía el Coloso fue tomando la fisonomía de un partido grande. El enorme movimiento dejaba claro que nadie se quería perder un duelo que prometía muchísima emociones. Por eso las tribunas rojinegras estuvieron a reventar y en el codo millonario no entraba un alfiler. Había marco de encuentro picante y luego de los 90 minutos eso quedó certificado, aunque más por la adrenalina que por el fútbol.
Al principio River exigió varias veces los buenos reflejos del Patón Guzmán y Mora complicaba junto el pícaro Luna. Newell\'s fue haciendo pie. Scocco corrió ante el cierre de Barovero, que metió la mano para parar la pelota fuera del área. Siga, siga, dijo Ceballos. Grosero error arbitral que no hizo más que inaugurar una pobrísima tarde del hombre de negro.
A diez minutos del final de la etapa inicial Villalba la tiró lejos para Scocco, Nacho ridiculizó a Aldalberto Román y con una resolución fantástica clavó el primero para la Lepra. Estalló el Coloso.
Esa genialidad de Scocco le alcanzó a Newell\'s para llevarse los tres puntos. Porque en el complemento River no supo cómo lastimar y los locales tampoco tuvieron lucidez para armar la contra para sentenciar el pleito a pesar de las ventajas que otorgó River.
Claro que hubo una jugada clave. A 10 minutos para el top final llegó la mano de Luna, que se arrojó para delante para empujar la pelota a la salida de un córner. Protesta masiva de Newell\'s y el juez principal junto a su asistente Hernán Maidana corrigieron el desaguisado para evitar el ridículo. Sancionaron la infracción del Chino y Newell\'s terminó ganancioso.
La Lepra armó la tercera victoria seguida en ocho días (Estudiantes, U de Chile por Copa y River) y la ilusión está en alza. Es cierto que no le sobra mucho, pero se las arregla para edificar triunfos justos, aprovechando al máximo el bonus track que otorga Nacho Scocco. Newell\'s hace camino al andar y se acostumbró a ganar. Eso lo hace un equipo confiable y cuyo techo de rendimiento se eleva cada vez unos centímetros más. Así, la mano de Luna fue para sacar ventaja, pero la mano del Tata sirve para que Newell\'s sea cosa seria.
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