Así lo afirmó el intendente de la ciudad, Fabián Palo Oliver, durante la presentación en sociedad del proyecto puesto en marcha por el gobierno municipal para la creación del polo educativo Vieja Usina de Santo Tomé. La iniciativa incluirá la puesta en valor y refuncionalización del histórico edificio ubicado en Rivadavia al 1.600, el cual se encuentra en desuso desde el año 1987.
Con una inversión inicial cercana a los 2 millones de pesos que será afrontada con recursos municipales, la obra se construirá en tres etapas, la primera de las cuales se licitará antes de que concluya el primer semestre en curso. El remodelado espacio servirá, entre otras finalidades relacionadas con la educación, para albergar al Instituto para la Formación Empresaria y el Empleo (IFEE).
La exposición de los pormenores del proyecto se llevó a cabo el pasado viernes, en el hall del Centro Cultural “12 de Septiembre”, y contó también con la presencia de los secretarios municipales de Gobierno y Acción Social, CPN Adriana Baldo, y de Obras y Servicios Públicos, Arq. Ricardo Méndez.
Además estuvieron presentes, entre otras autoridades, el secretario académico del IFEE, Gregorio Acosta; el presidente del Centro Comercial, Marcelo Baretta; y los arquitectos Leticia Forzani y Maximiliano Courault, representantes del estudio gráfico Quattro, a cargo de la referida presentación.
“Debemos sentirnos orgullosos”
“Para el gobierno municipal este es un día muy especial”,expresó el intendente Palo Oliver en el inicio de la conferencia. “Empezamos a transitar el camino hacia la concreción de un viejo sueño: la puesta en valor y recuperación de la Vieja Usina, un edificio histórico y emblemático de Santo Tomé al que se le otorgará una finalidad muy importante, como es la de albergar un polo educativo”, amplió.
“Son muy pocas las ciudades de la provincia en las cuales el Estado municipal tiene tanta presencia en materia de educación como en la nuestra. No hay que olvidar que en Santo Tomé funciona un liceo, un jardín de infantes, dos coros y el Instituto para la Formación Empresaria y el Empleo, al mismo tiempo que se desarrollan diferentes instancias de capacitación para niños, jóvenes, adolescentes y adultos”, subrayó el mandatario.
“Como comunidad debemos sentirnos orgullosos por lo que significa llevar adelante estos espacios educativos. Orgullosos también porque, mientras que en otras localidades los municipios optan por evitar el desafío de gestionar centros educativos, con la recuperación de la Vieja Usina en Santo Tomé seguimos invirtiendo en educación”, aseveró.
Nueva casa para el IFEE
Más adelante, el intendente se refirió al proyecto para trasladar el IFEE al recuperado espacio de la Vieja Usina. Cabe recordar que el mencionado organismo educativo, que se financia con recursos municipales, desarrolla sus actividades en la sede del Centro Comercial, institución que lo co-administra conjuntamente con la Fundación Vintec y la Municipalidad de Santo Tomé.
“Estamos muy cómodos y a gusto en el edificio del Centro Comercial, el cual nos alberga desde el momento de la creación del instituto”,sostuvo Palo Oliver. “Sin embargo, es lógico que aspiremos a crecer y que tengamos la meta de que el IFEE cuente con su espacio propio", añadió.
Objetivo cumplido
En relación con el financiamiento de la obra, el titular del gobierno santotomesino remarcó: “Ése será realmente nuestro gran desafío ya que hasta el momento no existe financiamiento externo para llevarla a cabo, por lo que iniciaremos su realización con recursos propios, los que hoy en día administra el IFEE para su funcionamiento. No obstante, estamos seguros de que con trabajo y gestión vamos a lograr acceder lo antes posible a los recursos para la construcción de las tres etapas en que consta la obra’’.
Por último, Palo Oliver se manifestó sumamente satisfecho por cuanto la recuperación de la Vieja Usina “es un objetivo que nos habíamos trazado para nuestra segunda gestión de gobierno y que ya estamos cumpliendo antes de llegar a la mitad de nuestro mandato, tal como sucede con el Plan de Pavimentación de 52 Cuadras, el Museo Arqueológico, el sistema de cámaras de seguridad urbana y el llamado a licitación para la construcción del relleno sanitario, cuya fecha definiremos en los próximos días”, completó.
Edificio histórico
La Usina Eléctrica de Santo Tomé, ubicada en calle Rivadavia al 1600 (entre Sarmiento y Avellaneda), comenzó sus actividades con la firma de un convenio con la empresa de Juan B. Nigro, en agosto de 1926, con 37 lámparas para alumbrado público y un poco más de 20 abonados particulares.
Veinte años más tarde, y a pesar de las restricciones que habían gravitado en esa industria, la Usina había conseguido ampliar sus instalaciones en relación con la creciente demanda del mercado, al mismo tiempo de seguir prestando sus servicios a más de 600 abonados, algunas industrias y al alumbrado público sensiblemente más extendido que en sus orígenes.
En 1948 su administración pasó a ser responsabilidad de la Comisión de Fomento, para luego formalizar un contrato en 1953 con la Empresa Agua y Energía Eléctrica, de acuerdo con las disposiciones vigentes en ese momento.
Ya en 1987 se instala en calle San Martín una oficina de la Dirección de Provincial de la Energía. Desde aquel entonces, el edificio quedó como mudo testigo en el tiempo de la febril actividad de otras épocas, con su imagen inalterable dentro de la creciente ciudad de Santo Tomé.
Detalles del proyecto
El proyecto consiste en integrar el edificio en desuso a la ciudad, refuncionalizándolo como un espacio educativo que ofrezca servicios y promueva oportunidades laborales y de crecimiento a los ciudadanos.
La remodelación contempla conservar lo máximo posible de la obra original de la Vieja Usina y su ejecución está planteada en tres etapas. Una vez finalizado en su totalidad, el inmueble contará con la planta baja y dos niveles superiores.
El futuro edificio recibirá a los ciudadanos con un gran hall contenido en un pórtico imponente con columnas vistosas, a modo de foco de atención.
En la planta baja se pensó el sector cultural y administrativo. Para ello se tuvo en cuenta la construcción de un salón multimedial y sala de conferencias ubicado en lo que era la usina.
También se planteó una administración, zona de depósito y camarines, dirección, sala de reuniones, baños y núcleo duro, patios aire – luz y un gran sector de exposiciones como anexo al salón de usos múltiples. Por su parte, en las dos plantas superiores se proyectó el sector educativo, con la disposición de 7 aulas, talleres y 2 laboratorios.
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