lunes, 11 de febrero de 2013

STA FE: Pocos desafían la prohibición de sembrar en las banquinas


La resolución que puso fin al cultivo a la vera de rutas santafesinas cumplió un año y la mayoría de los productores acató.


Pocos desafían la prohibición de sembrar en las banquinas
A un año de la resolución del Ejecutivo que prohíbe el cultivo a la vera de las rutas santafesinas, sólo unos pocos resisten la medida, mientras se evalúa usar los espacios recuperados para proyectos de inclusión social.
Sin números exactos, el administrador provincial de Vialidad, Juan José Bertero, confirmó que desde la aplicación de la prohibición de siembra en las banquinas de rutas provinciales hubo una disminución importante de cultivos en la denominada zona de camino: espacio entre alambrado y asfalto. Antes de la medida de principios de 2012, insistieron desde el gobierno, la soja y maíz de los productores se desplegaba ininterrumpidamente de los campos a las rutas del centro y sur santafesino. “Muchos quitaban los alambrados para que la cosecha fuera más sencilla”, señalaron desde la provincia. A un año de las resoluciones, que incluían destruir, tras intimación al propietario, la cosecha en infracción, sólo un grupo minoritario de productores resiste la medida en las rutas provinciales 13, 14, 18 y 90. Las nacionales, como la 33, 34 y 19, por ejemplo, no están incluidas en la iniciativa. Además del rédito ambiental, la provincia analiza proyectos de inclusión social: flores y apicultura, entre otros.
“Raro”, así definieron al 2012, año en que se implementó la prohibición de sembrar y cosechar en los costados de los caminos provinciales para recuperar flora y fauna –ver aparte–. Según Bertero, los temporales en la región centro-sur ocurridos durante principio y mitad del año pasado interrumpieron los procesos de labranza. Desde el Ministerio de la Producción santafesino calcularon que un 70 por ciento de la cosecha de maíz –unas 100 millones de toneladas proyectadas– se perdieron por las tormentas que azotaron la región entre octubre y noviembre pasado. El año tampoco comenzó de la mejor manera para el centro y norte santafesino. Allí, las sequías motivaron el pedido a la cartera de producción nacional por medidas paliativas para asistir a cinco departamentos, que dijeron haber sufrido una pérdida estimada de 6 millones de pesos. Estos factores más la nueva resolución prohibitiva hicieron que los productores evitaran avanzar sobre las tierras públicas. Según los cálculos provinciales, la zona de camino es tan sólo un 2 o 3 por ciento del total del territorio de cada uno de los departamentos ubicados desde San Martín y San Jerónimo hacia el sur. En términos históricos, la práctica pierde presencia hacia el norte santafesino, donde prevalece el modelo ganadero.
En marcha
La primera medida del gobierno fue notificar a municipios y comunas cuyas jurisdicciones incluyen rutas provinciales. Acto seguido, los jefes comunales intimaron a los productores en infracción para que, en un plazo no mayor a dos semanas, destruyan el excedente de cultivo. En caso de persistir, siempre según la resolución firmada por el Ejecutivo, es responsabilidad de Vialidad la eliminación de lo sembrado fuera de los límites del lote privado. “En algunos casos se destruyó y pocos casos se mantienen. Algunos alegaban que si no cultivaban se iba a llenar de yuyos. Y que era mejor ocuparlo con maíz o soja. Los convenios de mantenimiento de banquina (limpieza en general) se cumplen en las rutas provinciales. No es una excusa”, argumentó el funcionario provincial. El gobierno de Santa Fe señaló que a un año de la medida persisten cultivos sobre los costados de la ruta 90 –que une Villa Constitución hasta la zona de Venado Tuerto–, la 14 –que une Pérez con Diego de Alvear–, la 18 –que une Rosario con Arroyo Del Medio, también conocido como el límite natural con la provincia de Buenos Aires– y la 13 que pertenece a la región centro, entre San Cristóbal y la zona de Vera.
Contemplado en las resoluciones oficiales, el futuro de los laterales de caminos podría incluir proyectos de inclusión social con organizaciones no gubernamentales y cooperativas de trabajo. Planes de forestación, cultivo de flores y agricultura, son algunos de las iniciativas que analiza por estos días el gobierno provincial aunque todavía no hay ninguno en desarrollo.
Desapareció la soja y se recuperó la biodiversidad ambiental
Estandarte de la prohibición contra el avance de la frontera agrícola sobre espacios públicos, la autopista Rosario-Santa Fe se convirtió en un corredor biológico que, según las autoridades de Medio Ambiente de la provincia, es único en el país. En sólo un año y al eliminar los cultivos de la banquina constituye el área natural protegida de ecosistema pampeano más grande de Argentina. Está dividida en dos ecosistemas: el primero, comprendido entre el kilómetro 0 y el 100, que responde a la pampa húmeda; y hacia el final el camino relativo al bioma llamado espinal, más heterogéneo. Los costados de los 400 kilómetros de asfalto concesionados representan mil hectáreas protegidas. “Es la reserva de pampa húmeda más importante del país. Por más que sea alargada es una reserva única de pastizal”, apuntó en diálogo con El Ciudadano el subsecretario de Recursos Naturales provincial, Ricardo Biasatti.
En 2008 la administración socialista realizó una evaluación relativa al medio ambiente pero también de uso del territorio provincial en general. El resultado arrojó que entre los departamentos del centro y sur –Carcarañá, General López, Constitución y Rosario– el 95 por ciento de la tierra tenía fines productivos. En ese estudio se relevó el estado de los caminos y rutas por presencia de cultivos en las banquinas. “Antes, en todos los kilómetros de las rutas provinciales había productores avasallando los límites con sus cosechas”, describió Juan José Bertero, a cargo de Vialidad de Santa Fe.
Es que la administración pública anterior había firmado convenios entre municipios y comunas con los privados que cultivaban. “La idea era que lo cosechado fuera vendido y el dinero redireccionado con fines benéficos. Nunca terminó de funcionar. Se hicieron dos convenios que duraron muy poco. La principal dificultad era la capacidad de controlar la relación entre municipios y privados”, apuntaron desde la provincia.
La provincia reunió al Comité Interministerial de Salud Ambiental –integrado por los ministerios de Gobierno, Trabajo, Salud, Producción y Aguas y Medio Ambiente– y emitió en 2011 distintas resoluciones para prohibir el cultivo en las banquinas de caminos provinciales. El objetivo fue la conservación de biodiversidad de las tierras, que representan entre un 1,2 y 2,4 por ciento de cada uno de los departamentos. “Es un número insignificante desde lo productivo. Lo importante es el rédito ambiental que tiene esta red de pequeños pedazos de tierra que atraviesan arroyos y ríos”, consideró Biasatti. Estos conforman un sistema de retícula para la conservación, informaron desde Recursos Naturales, que no requieren grandes superficies como los sistemas tradicionales, esto es, parques nacionales o reservas de gran envergadura.

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