lunes, 18 de febrero de 2013

ROSARIO: Cada vez más negocios acuden a servicios de vigilancia ilegales


Es por el miedo a ser asaltados. Se protegen con personas que están de civil y muchas veces armadas. ¿Venia policial?.


Cada vez más negocios acuden a servicios de vigilancia ilegales
Según admiten los propios representantes de empresarios y pequeños y medianos comerciantes de la ciudad, por el miedo a sufrir robos cada vez más negocios “contratan” servicios de seguridad de forma irregular. El fenómeno quedó en evidencia hace 13 días, cuando dos maleantes ejecutaron a un policía en disponibilidad que desde hacía algunos meses custodiaba armado y de civil una cuadra del centro de la ciudad. Especialistas en la materia sostuvieron en diálogo con este medio que el desarrollo del fenómeno sería “imposible” sin la complicidad de sectores de la fuerza policial.
El martes 5 de febrero un asesinato en horas de la tarde estremeció el centro rosarino. Un policía que casi dos años atrás había sido pasado a disponibilidad (en esos caso el Estado le retira su credencial, el arma oficial y, además, pasa a cobrar el 70 por ciento de su salario) y que desde hacía meses custodiaba la cuadra de 3 de Febrero al 1000 fue asesinado a balazos frente a una clínica. Todo se dio cuando intentó detener a dos supuestos ladrones que segundos antes habían sido protagonistas de un confuso episodio en el interior de esa institución, en el que había resultado herido un médico. En principio se habló de un presunto intento de robo, pero luego esa hipótesis fue virando a la de “un mensaje mafioso”, como parte de una interna empresaria en el rubro farmacéutico.
Si bien el hecho está siendo investigado por el Poder Judicial de la provincia, según transcendió (a pesar de que ninguno de los comerciantes de la zona lo quiso reconocer a viva voz) entre los negocios de la cuadra se juntaba el dinero con el que le pagaban al informal custodio para que los protegiera.
El policía asesinado estaba vestido de civil y aparentemente portaba su arma reglamentaria en la cintura al momento de muerte. Y el trágico hecho trajo al centro de la escena un fenómeno que viene en aumento: según los mismos empresarios y comerciantes, son cada vez más los negocios que de forma individual o en conjunto “contratan” informal e ilegalmente personas para que (siempre de civil y muchas veces portando armas de fuego) caminen y custodien la zona o el frente de sus comercios. Todo, claro está, con el enorme riesgo que eso implica.
Blindados
En diálogo con este medio, Fabio Acosta, de la Federación Rosarina de Paseos Comerciales a Cielo Abierto (entidad que salió hace pocos años a disputarle representación a la tradicional Asociación Empresaria de Rosario, sobre todo en los centros comerciales barriales) sostine que ha crecido exponencialmente la búsqueda de “custodia informal”.
“La gente cuando se siente desprotegida busca lo que tiene más a mano. Y es muy común verlos caminando, ya nos hemos acostumbrado a eso. Muchos de los que se desempeñan son policías o militares retirados”, explicó el dirigente.
Sobre las zonas y tipo de comercios donde es más frecuente, Acosta apuntó a las heladerías de barrio y a otros comercios donde es fuerte el movimiento de caja. “Los maxiquioscos donde cobran impuestos son otro ejemplo”, marcó.
En tanto, quien también hizo referencia al fenómeno fue el propio titular de la Asociación Empresaria de Rosario, Ricardo Diab. El dirigente describió la situación de frente y con crudeza: “La realidad es que ante reiterados hechos de robo, el comerciante se pregunta cómo solucionar el problema. Y ante eso lo que hace es buscar otras opciones para que lo cuiden, ya que ve que con la Policía no alcanza. La verdad es que cuando tiene la posibilidad de acordar con otros negocios –o incluso de forma individual– para pagar un custodio, lo hace sin demasiados miramientos”, admitió Diab.
Tras esa definición, el dirigente empresario señaló que los comerciantes sólo quieren saber que “tienen alguien cerca” ante la posibilidad de un asalto. “Cuando llega la hora de la verdad, resignan cualquier cosa en pos de seguridad. «Dame seguridad, después lo demás lo negociamos», dicen. La realidad de la vida es así”, describió Diab.
Pagar por no perder
En tanto, desde el Ministerio de Seguridad recordaron en diálogo con este medio que son sólo dos las formas legales que tanto el Estado como un privado tienen para contratar servicios de seguridad.
Una de ellas buscar asistencia de las llamadas agencias de seguridad privada, quienes para ser habilitadas deben estar inscriptas en el registro provincial. La otra, es solicitar al Estado formalmente los servicios adicionales de la fuerza policial pública. La diferencia central es que en el primer caso el uso de armas de fuego “es mucho más restringido”, explicaron las fuentes.
Con todo, claro está que el motivo central por el que los comerciantes acuden a buscar seguridad en el “mercado” informal es el económico.
Consultado por este medio, Miguel Milano, propietario de la empresa de seguridad privada El Centinela e integrante de la cámara que agrupa a las firmas del sector, sostuvo que tanto las agencias como los adicionales que presta la policía legalmente se facturan a unos 50 pesos la hora por hombre. La diferencia está en el IVA que deben abonar los privados.
Al respecto, Acosta sostuvo que por un turno de ocho horas los comerciantes llegan a pagar a un custodio informal que camine la cuadra alrededor de 300 pesos, en mano y sin más carga. Aunque como todo es informal, no hay nada certeramente preestablecido. “Todo se negocia directamente con la persona”, resumió Acosta, quien igualmente diferenció entre quien precisa custodia diaria y el que la requiere sólo los fines de semana
Restaurantes y alhajas
Enrique Font, investigador y profesor de criminología y ex secretario de Seguridad Comunitaria de la provincia, no sólo circunscribió el fenómeno a la periferia y señaló que son muchos los custodios de civil que transitan por la noche en los corredores gastronómicos de Refinería y en avenida Pellegrini o, durante el día, en calle Maipú, donde abunda la compraventa de oro. Y tras eso el funcionario entregó un dato esclarecedor: sostuvo que en la provincia de Santa Fe mueren más policías en enfrentamientos al momento que están de franco y cumpliendo servicios de vigilancia de civil que cuando están desempeñando su funciones de uniforme.
“En general un ladrón –explicó Font– entra en un comercio o un establecimiento cuando piensa que no va a pasar nada, cuando no ve seguridad de uniforme. Si logra visualizar algo, se va. En este caso de calle San Martín y 3 de Febrero lo más probable es que si los maleantes hubiesen visto un policía en la cuadra no hubiesen actuado. Y así esa muerte podría haberse evitado”.
Para el final, Font expuso que la custodia informal en un punto fijo en general también está “arreglada” con el comisario de la zona. “Esto ellos lo saben. Si vos tenés siempre en el mismo lugar a alguien de tu dependencia o a una persona que está siempre a la misma hora en la misma cuadra es porque hay un sistema estable que funciona así. No se quiere ver lo que no se ve. Eso está convenido entre el comercio o el grupo de comerciantes para que nos los molesten”, describió el experto.

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