martes, 8 de enero de 2013

SANTA FE: El municipio denunciará la ocupación del barrio La Nueva Tablada


Unas 20 familias intentaron ocupar un terreno que estaba destinado a una plaza. Ahora se montó una guardia policial en el lugar. Las personas piden tierras para construirse una vivienda.

Durante el fin de semana un grupo de cerca de 20 familias del barrio La Nueva Tablada comenzaron a ocupar un espacio que desde hace tiempo está destinado a ser una plaza. Sin embargo, la obra no muestra avances y los vecinos decidieron hacer un loteo del lugar y empezar a construir precarias viviendas.


Ante esa situación, este lunes por la mañana, agentes policiales y de la Guardia de Seguridad Institucional del municipio se hicieron presentes en el lugar e impidieron el avance de una situación irregular. En el lugar se vivieron situaciones de tensión porque los vecinos manifestaron sus necesidades de tener un terreno donde poder resolver sus problemas habitacionales, mientras que las fuerzas de seguridad evitaron que se continúen los trabajos.


En diálogo con Diario UNO la secretaria de Gobierno del municipio, Adriana Molina, sostuvo: “En este caso tenemos la misma actitud y tomamos la misma decisión que en casos similares que es no permitir, no estar de acuerdo y no autorizar ocupaciones ilegítimas, y en este caso, de espacios públicos. Además, estas acciones van en contra de los vecinos y vecinas que viven en el mismo lugar”.


“Éste es un barrio que tiene cinco manzanas –continuó– en las cuales la Municipalidad ya viene trabajando en la regularización dominial del mismo y ésta era una manzana destinada a ser una plaza, un lugar de esparcimiento para todos los vecinos del barrio. Nosotros no vamos a legitimar esta ocupación y en el día de mañana (por hoy) vamos a hacer una presentación judicial”.


—Hay vecinos que plantearon que parte de ese espacio destinado a ser una plaza ya está ocupado por un grupo religioso, ¿eso es así?


—Sí, hay una copa de leche que está en un estado bastante precario. De todos modos, nuestra intención es primero hacer la regularización dominial y, luego, hacer el espacio público. En ese caso se hablaría con quienes tienen esa copa de leche para tratar de buscarles otro lugar para que sigan haciendo su tarea social.


“Cuando nos pusimos al tanto de lo que estaba sucediendo nos comunicamos con los vecinos para que no tuvieran este tipo de conducta. Luego hablamos con el jefe de la Policía de la provincia y en estos momentos hay personal policial y de la guardia urbana. Se sacaron algunas cosas que ellos ya habían intentado construir y nuestra intención fue hacerlo en el marco de mayor paz posible para que estas personas depongan su actitud y, si esto no es así, la justicia ordenará, suponemos, un desalojo”, sostuvo Molina.


—¿Hay algún terreno municipal o provincial por el que se pueda hacer una gestión para darles una solución a estos vecinos?


—En estos momentos estamos trabajando en varios proyectos, algunos propios y otros con la provincia. En relación a las familias que hicieron esta ocupación ilegítima en La Tablada no tenemos información certera acerca de si no son familias que ya tienen un terreno porque estamos trabajando con ellos en la regularización dominial. Hablar con las familias cuando hacen ocupaciones violentas es muy difícil y complicado. Pero por supuesto que como municipio nosotros estamos dispuestos a acompañarlos, pero siempre y cuando no hagan este tipo de ocupaciones.


La otra mirada
Por su parte, Guillermo Ifrán, referente de la organización social Inundados Nunca Más, que trabaja hace casi 10 años en el lugar, sostuvo: “La situación estaba muy caliente porque la policía llegó y les sacó las casillas que habían hecho durante el fin de semana. Nosotros llamamos a los medios para que alguien escuche a estas personas. De la Municipalidad se acercó gente de la Guardia de Seguridad que dijo que vayan a hacer los reclamos a la Municipalidad y que ahí no se podía hacer nada”.


“La gente tiene una imperiosa necesidad de tener un terreno. Incluso hay gente que se fue para La Vieja Tablada y hay que pensar que eso es un riesgo. Ahí hay unas 200 familias instaladas sin agua corriente, con una precaria conexión de energía eléctrica y un montón de problemáticas. Además están afuera del anillo de contención”, aseguró.


“Además –prosiguió–, los vecinos se preguntan cómo las monjas tienen casi media plaza y ellos no pueden ocupar el resto. Hay una serie de situaciones que se cruzan. El coordinador del Distrito Noroeste, Guillermo Quiroga, no apareció a pesar de que su lugar de trabajo está a 150 metros de ese lugar”.


Ifrán también dijo que de las familias que estaban ocupando ese terreno, “la mitad tenía necesidades reales, el resto eran los mismos vivos de siempre que están a la caza y la pesca para ver de qué manera pueden llegar a manotear algo”.


Al mismo tiempo dijo que las 10 familias que realmente necesitan un lugar “son matrimonios jóvenes que están apiñados con otros familiares” y que “son situaciones complejas” porque “no tienen recursos para alquilarse algo”.


“La gente está más tranquila, pero esto va a seguir porque lamentablemente la necesidad está. La Municipalidad, hasta ahora, nunca nos escuchó. El tema es que la gente haga su reclamo y alguien los escuche. Se tiene que empezar a buscarle una solución al problema social que hay en Santa Fe. El año pasado se tomaron dos barrios de casas abandonadas, como Santa Rita II y Las Delicias. Hay una seria necesidad de la gente de tener un espacio físico para empezar a construirse un hogar. Necesitan que sí o sí les encuentren una solución”, añadió.


En tanto, la secretaria de Gobierno municipal dijo sobre la situación de la ocupación del complejo de viviendas Santa Rita II: “Nosotros seguimos recuperando casas y, además, hicimos un convenio con la provincia para que a través de las cooperativas municipales ir terminando las casas que fuimos recuperando, para que la provincia las pueda ir entregando a sus adjudicatarios”.


“Se recuperaron entre 15 y 20 casas. Además, a partir de que comenzamos a trabajar allí, muchos vecinos se acercaron para tratar de conseguir una solución del mismo modo que lo hicimos con las otras familias. Creemos que el hecho de no aceptar una ocupación ilegítima como es este caso de La Tablada es para seguir acompañando y estar del lado de la gente que hace las cosas bien. Si legitimamos estas acciones finalmente lo que hace es que no existan reglas, que no exista estado de derecho y de esa manera quienes se benefician son aquellos que tienen más fuerza y que son más violentos”, concluyó Molina.

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