El Concejo tratará este jueves una normativa para regular el uso de piscinas de más de 5 metros de largo por 3 de ancho. Además, se pedirá un ajuste de las medidas de seguridad en edificios con piletas compartidas.
El Concejo municipal tratará este jueves un proyecto para regular el uso de piletas privadas: todas las piscinas –de cualquier material– que excedan un tamaño de 5 metros de largo por 3 metros de ancho y hasta 1,50 metros de altura deberán con medidas de seguridad y sus propietarios tendrán que colocar de manera obligatoria un medidor de agua potable.
La concejala socialista Viviana Foresi explicó que la iniciativa tiene como principal objetivo cuidar el agua potable pero además dotar de elementos de protección a los espacios recreativos de la ciudad.
Explicó que si la normativa se aprueba en la sesión de este jueves regirá para todas las piletas de uso privado porque en las públicas ya existe una regulación.
Foresi indicó que además de la exigencia del medidor, en las piletas compartidas de edificios se exigirá que se tomen medidas de seguridad como adecuación de los bordes, elementos de señalización y control de las instalaciones, entre otros.
La concejala socialista Viviana Foresi explicó que la iniciativa tiene como principal objetivo cuidar el agua potable pero además dotar de elementos de protección a los espacios recreativos de la ciudad.
Explicó que si la normativa se aprueba en la sesión de este jueves regirá para todas las piletas de uso privado porque en las públicas ya existe una regulación.
Foresi indicó que además de la exigencia del medidor, en las piletas compartidas de edificios se exigirá que se tomen medidas de seguridad como adecuación de los bordes, elementos de señalización y control de las instalaciones, entre otros.
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