Las alzas de impuestos y el fuerte recorte de la obra pública no alcanzan a frenar el rojo. La situación fiscal se presenta más difícil que en 2009, cuando la crisis internacional golpeó fuerte al nivel de actividad. La obra pública cayó 37% en la comparación interanual.
Los dolores de cabeza, o de bolsillo, no dejan tranquilos a las provincias. En el acumulado al tercer trimestre, cerrarán con un rojo fiscal cuatro veces superior al del año pasado. Y eso a pesar de que la mayoría de los estados subnacionales aplicó fuertes subas de impuestos y paralizó prácticamente la obra pública, hasta llevarla a niveles de 2003, para que los números cerraran.
Así, 2012 cerrará con un rojo fiscal de las provincias en torno a $ 19.000 millones. De acuerdo con un trabajo de Economía & Regiones, las provincias terminaron el tercer trimestre 2012 con un déficit consolidado de $ 6.500 millones, 270% por encima de lo que habían alcanzado en el mismo lapso del año pasado, cuando el rojo se ubicaba en $ 1.800 millones.
La “brusca” desaceleración de la actividad económica fue el pilar que explica los motivos de la expansión del déficit de las cuentas públicas, donde la caída de transferencias desde la Nación, tanto automáticas como discrecionales, tuvo un rol fundamental. Según el trabajo, los recursos tributarios nacionales cayeron 9 puntos porcentuales en el año.
El deterioro de las cuentas provinciales hubiera sido mayor “si no se hubiera implementado un paquete generalizado de subas impositivas a lo largo y lo ancho del país”, lo que aportaría unos $ 9.000 millones anualizados, y “la extensión de la prórroga en los pagos de servicios de deudas con la Nación, que implica un ahorro anual de $ 7.360 millones para las 18 provincias incluidas”.
El informe señala que la situación fiscal actual de las provincias es peor a la de 2009, cuando cuando la crisis internacional deprimió todos los indicadores locales y en el que la caída del nivel de actividad fue más significativo, el tamaño del déficit se expandió tanto en términos relativos como absolutos. En ese sentido, en términos del gasto, el resultado fiscal alcanzó un ratio de -1% en 2012, contra 0,7% negativo de 2009 o el 0,6% positivo de 2011.
En el acumulado del tercer trimestre del año, el saldo primario arrojó un rojo de $ 2.700 millones, dilapidando el resultado positivo de $ 1.300 millones que había logrado en el mismo lapso de 2011.
“Esto implica que los ‘excedentes de caja se redujeron en $ 4.000 millones en el último año, lo que condicionó a las provincias a salir a los mercados de capitales para financiar el déficit primario”, resaltó la consultora.
A septiembre pasado, el sector público provincial tuvo ingresos por $ 256.000 millones y gastos por $ 262.500 millones, 22% y 24% de variación interanual respectivamente, lo que estarían debajo del crecimiento del PBI nominal, señaló E&R.
Sobre el gasto, la consultora recalca que la mayor parte del ajuste recayó en el gasto de capital. En ese sentido, la ejecución de la obra pública se desplomó 30 puntos porcentuales anual, dado que fue utilizada “como variable para cerrar” las cuentas.
Para el año próximo, E&R prevé que se reactivará la obra pública, a la vez que “no se prevén grandes modificaciones en la dinámica fiscal” de las provincias. En ese marco, estima que –como informó El Cronista en su edición del viernes último– “habrá una nueva ronda de reformas tributarias” a fin de evitar “un ajuste significativo del gasto en año electoral”, así como alzas salariales más que moderadas.
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