lunes, 5 de noviembre de 2012

FUE UNA RECETA BIEN CASERA


Unión cambió su imagen y logró empatarle a Estudiantes gracias al gran aporte de los juveniles de las inferiores, esos por los cuales el público Tatengue cantó y pidió que permanezcan en la formación de Pumpido.

FUE UNA RECETA BIEN CASERA

 El hincha de Unión pensó lo mismo. Furioso arranque del equipo, que no fue más allá de 10’ para luego tener un rumbo a la deriva, desatenciones, nervios y un gol abajo para empezar a remar. Marcadores que no marcan, volantes que poco aportan y desconexión entre los que deben generar fútbol con los delanteros.
Mucha charla en el entretiempo, tal cual expresó el DT Nery Pumpido en la conferencia de prensa y dos cambios para torcer la historia: Alejandro Pérez por Mazacotte y Juani Cavallaro en reemplazo de un flojo Diego Galván. En un abrir y cerrar de ojos todo cambió contra el Pincha. El pibe las pidió todas, siempre fue al frente, se ganó la ovación de todo el 15 de Abril y Diego Jara encontró el empate en el inicio del complemento. Claro que duró poco la alegría, porque un nuevo error terminó en la conquista de Jonathan Schunke para Estudiantes.
Con poco a mano (un cambio por ejecutar), el orientador apostó por Emanuel Moreno y el Huevo devolvió confianza con su ir y venir permanente por el sector izquierdo para llegar al empate con otra aparición del Flaco Federico Chiapello.

Terminaron en cantidad
Cuando Moreno sustituyó a Maximiliano Lugo, coincidieron en campo durante 26’ más el descuento siete futbolistas que hicieron su camino en las divisiones menores de Unión para llegar a Primera División: Alejandro Pérez, Diego Barisone, Mauro Maidana, Nicolás Bruna, Emanuel Moreno, Juan Ignacio Cavallaro y Federico Chiapello. Con más o menos años en la institución, los pibes fueron los que despertaron la desesperanza para convertirla en ilusión, los que cambiaron el silencio por gritos ensordecedores. En verdad, con su frescura, van a seguir cometiendo errores por tener poco rodaje y afrontar el peor presente futbolístico que atraviesa Unión en el profesionalismo, pero estos chicos dejan abierta la puerta para torcer los resultados adversos y quedarse donde todos quieren.


Un triunfo que no llega
Pumpido insiste que sus pupilos dan todo en la semana. Que él y sus colaboradores no duermen por sacar al Rojiblanco de este momento. Que hay entrega, garra, actitud. Todo es valorable, pero el presente del equipo en Primera asusta cada fin de semana con números totalmente insuficientes. Estirar a 17 fechas la racha sin conocer la victoria, cortar una serie de cuatro derrotas con el cuarto empate desde que regresó el ex arquero de la Selección Argentina al banco, no alcanza.


Soluciones mágicas nadie tiene. No existe la fórmula perfecta que marque que cada cambio de conductor en un equipo de fútbol se transformará en victorias por la sola inercia. Tampoco con dos refuerzos en el receso se podrá, tal vez, arreglar un plantel que se armó mal y con incorporaciones mediocres, lejos de las expectativas.
Sobre las 18 unidades en disputa, Unión intentará engrosar su casillero de porotos para no darse por vencido, aún vencido y, los pibes, así se encargaron de demostrarlo frente al Pincha.

No hay comentarios:

Publicar un comentario