SANTA FE: La forma de comunicar la muerte es decisiva en la donación de órganos
Personal del hospital
Cullen fue capacitado para acompañar a las familias en el duelo. Con 32
donantes en lo que va del año, Santa Fe ya superó la cantidad de 2011.
Desesperación, bronca, llanto, gritos y hasta golpes... Éstas son
algunas de las reacciones que presencian los médicos cuando comunican la
muerte de un paciente a la familia. Dar esa terrible noticia es parte
de su trabajo, aunque en la facultad no los hayan preparado para
hacerlo.
Con el objetivo de mejorar la comunicación
médico-familia, se realizó el primer “Seminario de Entrenamiento en
Comunicación para hospitales”, organizado por el Ministerio de Salud
provincial, el Centro Único de Donación, Ablación e Implante de Órganos
(Cudaio) y el Incucai.
Esta capacitación forma parte de la
Estrategia de Hospital Donante, encarada a nivel nacional por el Incucai
e implementada en tres hospitales provinciales: Cullen (Santa Fe),
Clemente Álvarez y Centenario (Rosario).
“Con esta nueva
política, se busca cambiar el paradigma de la procuración de órganos
como una especialidad desarrollada por profesionales extra muro del
hospital, que traían los equipos, hablaban con las familias y realizaban
el operativo (de ablación y trasplante)”, explicó Ricardo Ibar,
director médico del Incucai, en su visita a Santa Fe.
El
nuevo modelo pretende incorporar la procuración como una actividad
propia de los hospitales, con el fin de incrementar la disponibilidad de
órganos y tejidos para trasplante.“Así como se tratan los pacientes con
neumonía o las cirugías, el proceso de donación también debe ser
llevado adelante por el personal sanitario”, comparó.
Para
lograrlo, además de la inversión en infraestructura, es fundamental
capacitar al personal de salud en las distintas etapas del proceso: la
certificación de muerte, la selección y ablación del donante y la
comunicación con la familia. Esta última es considerada “un punto
crítico”. “En la formación de grado no nos preparan adecuadamente para
comunicar una mala noticia. Dar la peor de las noticias no sólo genera
un estrés profesional muy grande, sino que el proceso de duelo de la
familia depende de ese primer impacto que tuvo la comunicación de la
mala noticia”, sostuvo Pablo Maidana, director del Cudaio.
En
tanto, Roxana Fontana, al frente del seminario de capacitación, señaló:
“Apuntamos a desarrollar habilidades y técnicas de comunicación que
puedan utilizar los médicos, en función de dos ejes: disminuir el propio
estrés profesional que genera comunicar una mala noticia, y disminuir
el impacto que produce esa mala noticia en los familiares”.
Algunas estrategias sirven para identificar en qué situaciones es mejor
hablar o acompañar en silencio, qué palabras usar para ser claros, y qué
postura corporal genera más confianza.
Donante presunto
Antes de la ley 26.066, los familiares tenían la última palabra sobre
la donación de órganos. Con la ley de donante presunto, los mayores de
18 años tienen el derecho de expresar su voluntad de donar sus órganos.
Si no existe manifestación expresa, la ley presume que la persona es
donante. Es decir que la familia ya no autoriza, sino que da testimonio
sobre la voluntad del fallecido. A la hora de dar este testimonio, el 70
% de las familias consultadas en el Cullen dijeron que el fallecido no
quería donar.
“No estamos preguntándole a la familia qué
opina acerca de la donación, sino que implementamos el consentimiento
presunto, que rige en nuestro país desde hace más de cinco años. Es
decir, tratamos de hacer cumplir la voluntad de la persona que falleció y
no lo que piensan sus familiares”, señaló Ibar.
¿Qué pasa si
la persona nunca expresó su voluntad? “Al momento de plantear la
donación a la familia, los profesionales que incorporan el concepto de
presunto donante son los que tienen mejores resultados. Se le está
quitando a la familia un gran peso de tener que tomar una decisión, en
un momento de máximo dolor y bloqueo psicológico, cuando no están en
condiciones de tomar ninguna decisión, y mucho menos qué se va a hacer
con el cuerpo de un ser querido”, sostuvo Ibar.
Por su
parte, Fontana concluyó: “Lo que juega en ese momento es la forma en que
el médico comunica, la cual puede aportar a que los familiares se
sientan contenidos y ayudados, y esto facilita el camino hacia la
donación de órganos”.
Más donantes
En lo que va del año, ya hubo 32 donantes en la provincia. En ocho
meses se superó la cantidad de donantes del año pasado, que fueron 30.
Este año la tasa de donantes por millón de habitantes de Santa Fe es
9,62, prácticamente igual que la tasa media nacional, que es 9,76.
Además, Santa Fe está ubicada en el puesto número 11 a nivel nacional en
comparación con el resto de las provincias.
Pocos registrados
En el Registro Nacional de Expresiones de Voluntad para la Donación
174.485 santafesinos manifestaron su decisión de ser donantes y 70.483
rechazaron esta posibilidad. Los mayores de 18 años pueden expresar su
voluntad en el Cudaio o el Registro Civil, con el DNI. Esta decisión
puede ser revocada en cualquier momento por el manifestante, pero nadie
puede cambiarla después de su muerte.
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