Luego de haber estado prófugo durante seis años, el represor César "la Pirincha" Peralta fue detenido ayer, cerca de Bariloche, por la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Integrante de la Patota de Feced, Peralta será juzgado en Rosario por 29 delitos de lesa humanidad.
Por pedido de Bailaque, la PSA hizo tareas de inteligencia para determinar que Peralta vivía en las calles Llonquimay y Padre Milanesio de San Martín de los Andes. Ayer, a las 7 de la mañana, cuando el represor salió con su familia en un Fiat Weekend blanco, los efectivos allanaron el domicilio. Después de confirmar su identidad, dispusieron que se lo interceptara en Dina Huapi, a 18 kilómetros de Bariloche, en la ruta nacional 40, con la asistencia de la policía rionegrina.
Al ser detenido por la policía, Peralta hizo descender a sus acompañantes y realizó el gesto de extraer un arma de sus ropas. Esta actitud llevó al jefe del operativo, el mayor Guillermo Frankemberger, a pararse frente al vehículo. Dispuesto a evadirse, Peralta reinició la marcha con violencia, impactó al policía en una pierna y giró en "u" en la ruta, para huir velozmente hacia el norte.
Los efectivos de la PSA le dispararon a las ruedas y comenzaron a perseguirlo por más de 30 kilómetros, hasta el acceso a Paso Córdoba, en Confluencia Traful. Se trata de un camino de cornisa muy trabado, lo que obligó a Peralta a disminuir la marcha y permitió que la PSA pudiera alcanzarlo. Igualmente, embistió a una de las camionetas de la PSA, que se había arrimado a un costado, para hacerla caer a un acantilado, pero no lo logró. Finalmente, se detuvo poco más adelante y bajó del auto, para correr hacia un bosque cercano.
Los perseguidores intimaron al represor a detenerse y mostrar sus manos. Como siguió en su carrera le dispararon a las piernas, provocándole dos impactos en la extremidad derecha. Una vez que lograron detenerlo, Peralta fue trasladado al hospital zonal de Bariloche fuera de peligro, donde quedó internado, con custodia, a disposición de la justicia federal. Intervino el magistrado de Bariloche, Leonidas Moldes.
Peralta fue uno de los jefes policiales exonerados durante la gestión de Jorge Obeid, en 1997. Está imputado también en la causa de Conrado Galdame, asesinado el 16 de diciembre de 1978 en el Servicio de Informaciones. Desde el año pasado, el Ministerio de Justicia de la Nación ofrecía una recompensa de 100.000 pesos por datos de su paradero.
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