viernes, 27 de julio de 2012

ROSARIO: Una joven fue brutalmente golpeada por su pareja y ahora se irá de Rosario

Carolina Z. tiene 25 años. Y 30 denuncias realizadas ante la comisaría de su barrio por violencia doméstica. La última fue el miércoles pasado, cuando fue brutalmente atacada por su concubino, que la golpeó con un hierro en el rostro y la dejó inconsciente. "Esta vez pensé que me mataba", confiesa en el hospital Alberdi, donde se encuentra internada.
La Capital | 
Una joven fue brutalmente golpeada por su pareja y ahora se irá de Rosario
Acompañada por uno de sus tres hijos, asegura que dejará la ciudad por temor a nuevas agresiones y advierte que "nadie, ni la policía, la Justicia ni el Teléfono Verde, hizo algo para que esto no se repitiera".
El director del hospital, Ariel Mazza, confirmó que Carolina llegó al centro de salud el miércoles, a las 19.30, con "numerosas contusiones en el rostro y traumatismo de cráneo". Le aplicaron varios puntos de sutura y se le practicó una tomografía en el Eva Perón (Granadero Baigorria), donde descartaron lesiones neurológicas. En las próximas horas recibirá el alta.
La joven dialogó con LaCapital en la sala de guardia del hospital de la zona norte de la ciudad. Portaba la misma remera gris que llevaba puesta al momento de la última discusión seguida de golpes. Ahora la blusa está totalmente ensangrentada. Su ojo izquierdo está rodeado de una enorme aureola negra y un vendaje disimula los diez puntos que le aplicaron.
"Todavía no me bañé. Tengo sangre en la cabeza, moretones y dolor en todo el cuerpo", agrega, mientras muestra huellas de otras golpizas en distintas zonas de su físico, entre ellas una en la muñeca generada "con un destornillador caliente".
Una de sus hermanas hace lo propio con impactantes fotos que registró con un teléfono celular. El rostro de Carolina luce desfigurado, irreconocible.
Luego, Carolina comenta lo último que recuerda de la discusión del miércoles: "Vi que él (Roberto, su concubino, de 38 años) agarró un hierro pesado, me empezó a golpear y no recuerdo más nada hasta que desperté tirada en el piso".
La madre de Carolina, María Antonia, denuncia que en los cuatro años de duración de la relación, frente a las constantes agresiones, "nadie hizo absolutamente nada: ni la policía, la Justicia ni la gente del Teléfono Verde (de asistencia a la víctima de violencia familiar)".
"Recién cuando hoy (por ayer) empezamos a hacer público esto en los medios, se acercaron a darnos una mano", agrega la mujer.
En ese sentido, precisa: "Me cansé de llamar al Teléfono Verde, donde daba ocupado o no atendía nadie, más allá de lo que digan los funcionarios. También fui a la Comisaría de la Mujer, hice la denuncia en la seccional 30ª, pero no pasó nada. Todavía no entiendo como este hombre no está detenido y condenado. Ahora nos dijeron que mañana (por hoy) tenemos que ir a Tribunales, que una jueza de Instrucción nos tomará la denuncia y que también estarán asistentes a las víctimas de maltrato".
A falta de respuestas, Carolina se irá de Rosario, por ahora con rumbo desconocido. "No me puedo quedar, tengo miedo que cuando salga del hospital, cuando vaya al quiosco de la esquina este tipo me mate o le haga algo a la hija que tenemos", expresa.
La joven es ama de casa, recientemente se desempeñó como trabajadora doméstica y tiene otros dos hijos (de 7 y 4 años), producto de otra relación. Uno vive en Misiones con el padre y el otro con un familiar en Puerto General San Martín.

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