Fue por la eficaz intervención de oficial subayudante Natalia Insaurralde, que viajaba en un colectivo de la empresa Paraná Medio, cuando observó y reconoció a Martínez como a uno de los pasajeros. Desde su teléfono celular avisó la situación a su hermana policía y ésta coordinó con la jefatura departamental de Garay, y cuando llegaron al paraje Los Zapallos, el presunto violador fue detenido.
Hoy, a la una y cuarto de la tarde, 27 horas después de haberse fugado de la subcomisaría 3ª de barrio Las Flores de la ciudad de Santa Fe, fue detenido Juan Manuel Martínez de 21 años, imputado y con presunta responsabilidad criminal en la violación de una joven en un local comercial de la peatonal San Martín, pasado el mediodía del 11 de abril; y fue atrapado por una oficial de policía en el paraje Los Zapallos del departamento Garay. Estuvieron presentes en el lugar el jefe de la policía provincial, comisario general Hugo Tognoli y el jefe de la UR /ª Garay, comisario mayor Dr. Raúl Ardiles, que supervisaron el procedimiento y traslado hecho a media tarde a la ciudad de Santa Fe, al despacho del juez penal Darío Sánchez, y que posteriormente sería trasladado al pabellón 4ª de la cárcel de Coronda.
Como se produjo la detención
Diario UNO de Santa Fe dialogó con la oficial subayudante Natalia Insaurralde que fue quien reconoció a Martínez cuando éste viajaba a bordo de un colectivo de la empresa Paraná Medio proveniente desde el norte por la ruta provincial Nª 1 con destino a la ciudad de Santa Fe, y a partir de esa situación lograron detenerlo.
—¿Cuál es su nombre?
—Yo soy la oficial subayudante Natalia Insaurralde, y tengo ocho años en la policía provincial. Hoy tomé el colectivo de la empresa Paraná Medio, y observe a los pasajeros que viajaban y uno de ellos me pareció que podría tratarse del joven que se había escapado de una comisaría de Santa Fe, y que está imputado por la violación de una joven empleada de comercio.
—¿Como lo reconoció a Martínez?
—Bueno, vi fotografías publicadas en distintos medios de comunicación, y comenzé a observar a un joven que venía sentado en el colectivo y que tenía puesta una gorrita y anteojos, y creí que sus características faciales eran similares al joven buscado, y como el colectivo venía lleno de pasajeros, tomé mi teléfono celular y le mandé un mensaje a mi hermana que tambien es policía, y le dije que fuera tomando recaudos con la jefatura de la unidad regional 7ª, a la altura de Los Zapallos, ya que en ese lugar descendían los chicos para ir a la escuela.
En todo momento lo que quise evitar era que el muchacho que viajaba como pasajero se diera cuenta de la situación, ya que estime que podría tomar rehenes o bien desesperado podría cometer cualquier locura y me pareció lo más adecuado resolver está situación con paciencia y sin perder la calma.
—¿Cómo concluyó esta historia?
—Terminó cuando el colectivo llegó hasta el paraje Los Zapallos, descendió la mayoría de los pasajeros y yo me senté en el asiento de al lado y le dije que tenía que hablar con él, que necesitaba identificarlo, y bueno en ese momento el resto de mis compañeros policías subieron al colectivo, y lo detuvimos e identificamos y avisamos a nuestros superiores.
—¿Usted estima que su condición de mujer tuvo que ver en este procedimiento?
—Y, sí. No tengo dudas. Porque yo desde que me entere que este joven estaba prófugo, y que se había evadido de una dependencia policial, y que está imputado de haber violado a una empleada, tomé nota del caso, me informe debidamente, y cuando se dio la circunstancia al mediodía, lo reconocí y actué en consecuencia.
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