lunes, 14 de mayo de 2012

ROSARIO: Se dilata la apertura de un bar concesionado junto al río

Es el que está a la altura de calle Dorrego. El adjudicatario es el mismo que opera en la zona Flora y Don Ferro.

La apertura del bar que funcionará hasta donde no hace mucho tiempo estuvo barrancas Dorrego, (en el Parque de las Colectividades, en la zona costera a la altura de la propia calle Dorrego) viene demorada. El hecho fue admitido por fuentes del mismo municipio, quienes escuetamente señalaron que el emprendimiento concesionado a un privado sobre terrenos públicos se encuentra retrasado por la falta de conexión subterránea de un cable de la Empresa Provincial de la Energía (EPE).
Quienes pusieron los ojos la en la cuestión fueron los ediles opositores del partido del Progreso Social (PPS) Héctor Cavallero y María Fernanda Gigliani quienes por el tema solicitaron un pedido de informe al municipio. En tanto, la aprobación en el Concejo municipal de esa solicitud el pasado 27 de abril estuvo acompañada esa jornada por encendidos discursos hacia el municipio de parte de los ediles Jorge Boasso y Albero Cortés, quienes cuestionaron otras concesiones que el mismo privado ya tiene en la zona.
Hace poco más de dos semanas el Concejo aprobó un pedido de informes que había sido ingresado al recinto por Cavallero y Gigliani. En la misiva se le solicitaba al Ejecutivo información acerca de la última concesión otorgada a la firma Ritagliati Pedro y González Sergio SH en la zona del Parque de las Colectividades.
Esa sociedad explota desde el año 2002 en un privilegiado sector de la costa central de la ciudad (a la altura de calle España) la parrilla Don Ferro, el restobar Flora, el gimnasio Planet, el salón de fiestas Puerto España y estacionamiento lindero a estos. En tanto, la misma empresa también se adjudicó en el 2008 las obras de un nuevo bar situado en el predio donde hasta poco tiempo antes funcionó el emprendimiento (también gastronómico) barrancas Dorrego, a la altura de la propia calle Dorrego.
En el marco de esta última concesión la firma también tuvo que hacerse cargo de las obras de remodelación del Parque de las Colectividades, donde está emplazado el emprendimiento, el cual se extiende por la costa entre las calles Italia y Moreno. Esas tareas incluyeron la reforma integral y equipamiento del predio, el cual fue reparquizado y reforestado, se agregó nueva iluminación, senderos peatonales, barandas y ciclovías.
Los trabajos se habían iniciado en agostos de 2010 y una parte de esas obras sobre el espacio público fueron habilitadas el 15 de octubre del año pasado. En total, se estima que Ritagliati Pedro y González Sergio SH habrá invertido, cuando todo este finalizado, unos 2.600.000 pesos.
Con todo, el texto de la iniciativa presentada por Cavallero y Gigliani pone el ojo en dos cuestiones en torno al bar que se está levantando donde estuvo Barrancas Dorrego, la parte de todo el proyecto que aún falta finalizar. Por un lado, en el escrito se pide saber cuáles son las causas por las que se halla retrasada “en más de un año esa entrega”, que lo ediles del PPS consideran “la parte más importante de la concesión”. Vale recordar que a la par del emprendimiento gastronómico también el privado deberá edificar dos sanitarios públicos.
En tanto, por otro lado, el ex intendente y su compañera de bloque también piden saber “a cuánto asciende el canon que actualmente paga por esa zona concesionada y si se halla al día en los pagos”.
En contacto con El Ciudadano, la directora general de Gestión y Control de Concesiones Municipales, Hilda Gontín, admitió que las obras del bar y los sanitarios públicos vienen demorados. De forma escueta, la funcionaria señaló que el emprendimiento concesionado se encuentra retrasado “por la falta de conexión de un cable subterráneo por parte de la Empresa Provincial de la Energía”.
En tanto, y para sorpresa de los ediles opositores, Gontín remarcó al mismo tiempo que la firma Ritagliati Pedro y González Sergio SH aún no está pagando el canon. “Cuando los trabajos estén terminados y se le dé el final de obra comenzarán a pagarlo. Excepto que no cumplan con algo de los establecido”, explico Gontín.
Según el contrato firmado entre el municipio y esa empresa, una vez concluida la obra del bar, el concesionario podrá quedarse 16 años a partir de la toma de posesión, con opción a prórroga de hasta 3 más. En tanto, el canon a desembolsar es de 6.040 pesos mensuales.
Fuentes cercanas a ediles opositores consultadas por este medio deslizaron que Ritagliati Pedro y González Sergio SH está demorando con intención la apertura del emprendimiento gastronómico ¿Cuál sería el motivo de esa maniobra? “Al tenerlo cerrado evita pagar el canon. Si lo tuvieron abierto tendría que no solo comenzar a abonar eso, sino también debería pagar empleados, impuestos, proveedores y todo lo inherente al funcionamiento de cualquier bar. Se puede dar ese lujo porque tiene el «monopolio» de la zona. ¿Para qué se va a poner rápido en gastos si a pocos metros tiene Don Ferro y Flora, que son suyos?”, conjeturó la fuente.
Pero desde el municipio descartaron de plano la posibilidad de que exista ese tipo de especulación. Lo cierto es que, con todo, a cuatro años de su adjudicación la obra sobre terrenos públicos aún no se termina.
Una sesión con durísimas criticas al municipio
La aprobación en el Concejo Municipal el pasado 27 de abril del pedido de informes sobre el estado de las obras del emprendimiento gastronómico donde funcionó el bar Barrancas Dorrego estuvo acompañada de fuertes discursos en la sesión. Es que algunos ediles aprovecharon la ocasión para “pegar” por las concesiones que la firma Ritagliati Pedro y González Sergio SH ya tiene desde el año 2002 –el contrato finaliza en el año 2018– en la costa central de la ciudad, a la altura de calle España. La firma explota comercialmente allí la parrilla Don Ferro, el restobar Flora, el gimnasio Planet, el salón de fiestas Puerto España y el estacionamiento lindero a estos.
El discurso más encendido fue del edil radical Jorge Boasso, quien afín a su estilo crítico y verborrágico calificó a esas concesiones como las “más vergonzosas” de Rosario. “Como denuncié en su momento, la adjudicación estuvo plagada de irregularidades”, disparó el edil radical. “En un principio, el canon iba a ser del 7 por ciento de los ingresos brutos de la empresa y se cambió al 0,7 poco tiempo antes de que venciera el plazo de presentación, allá por el 2002”.
Boasso recordó al instante que fue por una circular aclaratoria que se modificó el canon. “Fue un verdadero acto de corrupción. Mediante una circular no se pueden modificar las condicione iniciales”, arengó luego el edil.
En tanto, Alberto Cortés, del Partido Socialista Auténtico, recordó en la misma sesión que a fines de 2004, y en función de esas y otras presuntas irregularidades, él mismo presentó en la fiscalía en turno de los Tribunales provinciales una denuncia penal contra los responsables del otorgamiento de la concesión de ese complejo. El tema terminó con la separación por entonces de sus cargos de dos funcionarios del área de Concesiones del municipio. Es decir, de quienes habían firmado aquella circular aclaratoria. “Pero el contrato para la explotación del complejo gastronómico y de esparcimiento no fue revisado”, agregó el edil.
Cortés recordó en el Palacio Vasallo la polémico que se desató aquel año cuando, en el marco de la misma denuncia y el conocimiento público de esos hechos, se supo que Ritagliati Pedro y González Sergio SH por el gimnasio cobraban a un tercero un subalquiler de 5.000 pesos por mes “y pagaban por la hectárea y media de concesión, 1.600 pesos”.
“Y estos concesionarios, como premio, han recibido nuevas concesiones”, se indignó el edil de Proyecto Sur.
Consultada por este medio sobre cual es el canon que Ritagliati Pedro y González Sergio SH abonan por los cinco emprendimientos al día de hoy la funcionaria Hilda Gontín sostuvo que al año siguiente de aquella polémica, en 2005, comenzó a aplicarse una nueva fórmula para ir actualizando las cifras: “Se toman valores referenciales de los artículos que más se venden en el bar. Se establece así una canasta cuyos montos se suman y se obtiene un valor final de medida. Y se va comparando año a año cómo evolucionan esos precios. En base a eso se actualiza el canon”, explicó.
“Creemos que es una forma bastante justa tanto para el concesionario como para el municipio de medir cuánto se debe pagar”, concluyó Gontín. La funcionaria se excusó de dar a conocer la cifra concreta que Ritagliati Pedro y González Sergio SH están abonando por estas horas ya que, dijo, corresponde primero informarlo al Concejo municipal junto con la respuesta al pedido de informe de Cavallero y Gigliani.

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