Fue después de la medianoche y durante la tormeta, cuando un delincuente rompió la vidriera de un local dedicado a la venta de ropa para chicos ubicado sobre calle Avellaneda al 3400 de barrio Candioti. El ladrón se cortó los brazos, y a la salida del negocio se desmayó y fue hallado en medio de un charco de sangre. Fue llevado al hospital Cullen, curado, y quedó detenido por daño y robo.
Hoy, minutos después de la medianoche, y cuando arreciaba una fuerte tormeta de agua y viento sobre la región litoral, un delincuente azotó la vidriera del local comercial Madrehija, dedicada a la venta de ropa, accesorios y blanquería para bebés y niños ubicado sobre calle Avellaneda al 3400 de barrio Candioti en la ciudad de Santa Fe, hasta romperla e ingresar al interior.
Pero el ladrón se cortó en los brazos, perdió sangre y quedó desmayado en la vereda del negocio. Los vecinos del barrio llamaron a la policía, varios vigilantes del tercio de guardia dle la comisaría 3ª de la UR I La Capital de la policía santafesina, concurrieron hasta el lugar, llamaron a una ambulancia que trasladó al delincuente herido hasta el hospital Cullen, adonde los médicos de guardia le hicieron las curaciones del caso, y luego quedó detenido y con un policía de consigna que lo vigila.
Tristes y descorazonados
Los propietarios del negocio dialogaron con Diario UNO de Santa Fe, y se mostraron atribulados y amargados doblemente por el suceso, ya que se lamentaron del suceso en general como también por el estado de salud del ladrón que estuvo a punto de perder la vida con semejante locura.
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