Las denuncias se multiplicaron
por ocho desde hace cuatro años y vienen en franco ascenso. La captación
de mujeres suele tener como objetivo prostituirlas bajo amenazas.
En los juzgados federales de Rosario
tramitan al menos unas 30 causas por trata de personas con fines de
explotación sexual y un seguimiento de estas denuncias devela un rasgo
interesante: se multiplicaron por ocho los casos que llegaron a la
Justicia en el último año. El incremento se atribuye a la ley 26.364
sancionada un mes de abril cuatro años atrás y cuya modificación aguarda
tratamiento en el Congreso. El cambio es sustancial porque daría
herramientas a los investigadores para poder configurar esta resbaladiza
carátula, ya que eliminaría el consentimiento que las mujeres mayores
de edad suelen dar en los allanamientos como recurso para no culpar a
quienes las regentean. "Ahora es un tema prioritario", coincidieron los
especialistas y la agenda de la reunión que el jueves pasado mantuvieron
autoridades santafesinas con la ministra de Seguridad, Nilda Garré, lo
confirma: junto al narcotráfico se habló de trata de personas.
La Capital repasó el tema a partir de
dos hechos puntuales: uno de los pocos fallos condenatorios que se dio
justamente en la provincia de Santa Fe (ver página 4) y el allanamiento
realizado el miércoles pasado en un local de Italia al 1400, donde había
oferta sexual bajo la insólita promoción de taller de chapa y pintura.
Las voces fueron unánimes, prostitución y trata no se pueden separar en
el análisis. Es lógico pensar en el supuesto de trata y tiene que ver
con la tolerancia social respecto de una oferta a la que no le faltan
clientes, coincidieron.
"La trata de personas es difícil de
probar, pero es imposible pensar que no exista en una ciudad con alta
oferta sexual pública a través de panfletos y avisos", dijo desde la
Dirección de Análisis Criminal, Andrés Ferrato. Y fundamentó el supuesto
en su trabajo de construcción de escenarios delictuales que realiza a
partir de "ordenar la información que está dando vueltas en las
distintas fuentes disponibles".
Desde la sede de la Fundación María de
los Angeles (surgida después de la desaparición de Marita Verón), adonde
llegó un correo electrónico denunciando el burdel rosarino allanado, su
directora, Andrea Romero, marcó la misma dirección. "Trata de personas
hay en todo el país y Rosario no sería la excepción, sobre todo siendo
una ciudad tan grande, central y con puerto", consideró. E insistió en
que no hay que separar lo prostibular de la trata, porque allí se pueden
encontrar mujeres por propia voluntad o como víctimas.
Según Romero, decir que en Rosario no
hay trata es incorrecto. ¿Dónde? "Puede ser en cualquier parte y sin
llamar la atención, sobre la ruta, apartados o en el microcentro",
consideró. E instó a que los vecinos se animen a denunciar, "y si
cumplen con el deber cívico de acudir cuando se necesita avanzar en la
causa, mucho mejor", interpeló.
Coacción. En el
procedimiento realizado la semana pasada en calle Italia al 1400
participó el Centro de Atención a la Víctima, de la Defensoría del
Pueblo. "El Poder Judicial de la provincia nos convoca para darles un
marco de confianza a las personas que se encuentran en el lugar
inspeccionado y hacerles saber en qué consiste el delito de trata",
explicó Gustavo Lorenzo y dijo que en el año en curso intervinieron en
dos procedimientos mientras que en el 2011, las actuaciones fueron en
unos seis allanamientos.
“Hasta ahora no hubo casos positivos”,
comentó Lorenzo y recordó que para probar la trata debe haber voluntad
forzada. En caso de comprobarse esta figura, las actuaciones pasan al
ámbito de la justicia federal. En un momento llegaron a ser ocho los
privados de libertad por infringir la ley que castiga la trata, ya que
la prostitución en sí no configura un ilícito, como sí lo es que una
tercera persona organice y se aproveche de dicha actividad
(facilitamiento o proxenetismo).
“Para que exista trata como explotación sexual debe probarse coacción, engaño, fraude o violencia, es decir que se reduzca a la víctima y se la prive de la libertad de elegir”, definió Ferrato. Y alertó sobre las situaciones de captación que a través del tiempo mudaron de la clásica idea de secuestro hacia formatos más actualizados como redes sociales o el cuento del “novio enamorado que logra aislar a la persona de su ámbito hasta reducirla”.
Sometimiento. ¿Cómo se mantiene esa coacción? El sometimiento tiene tres o cuatro versiones a cual más indigna y cruel: golpes, drogas duras, hijos como rehenes, retención de documentos y generación de deudas. Como cualquiera de estas figuras se puede encontrar en un prostíbulo, la relación que los especialistas marcan entre burdeles y trata, se recorta con claridad.
“Vivimos en una sociedad de tinte prostibulario que festejamos cuando lo vemos en la televisión (baile del caño), esto naturaliza el tema y no contribuye a poner de manifiesto la naturaleza real del problema, hay una enorme hipocresía al respecto”, razonó Ferrato. Y recordó que también migró el supuesto clásico de los inmuebles/burdeles, por ejemplo, hacia departamentos privados.
Desde la Red Alta al Tráfico y la Trata, Viviana Caminos recordó el sustrato cultural que tiene el tema.
Además, recomendó denunciarlo ante fiscalías federales.
Si la diligencia resulta positiva, se sumarán la Oficina de Rescate a la Víctima, caja de resonancia a nivel nacional de este flagelo y la Unidad Fiscal Antisecuestros Extorsivos y Trata de personas (Ufase).
“Para que exista trata como explotación sexual debe probarse coacción, engaño, fraude o violencia, es decir que se reduzca a la víctima y se la prive de la libertad de elegir”, definió Ferrato. Y alertó sobre las situaciones de captación que a través del tiempo mudaron de la clásica idea de secuestro hacia formatos más actualizados como redes sociales o el cuento del “novio enamorado que logra aislar a la persona de su ámbito hasta reducirla”.
Sometimiento. ¿Cómo se mantiene esa coacción? El sometimiento tiene tres o cuatro versiones a cual más indigna y cruel: golpes, drogas duras, hijos como rehenes, retención de documentos y generación de deudas. Como cualquiera de estas figuras se puede encontrar en un prostíbulo, la relación que los especialistas marcan entre burdeles y trata, se recorta con claridad.
“Vivimos en una sociedad de tinte prostibulario que festejamos cuando lo vemos en la televisión (baile del caño), esto naturaliza el tema y no contribuye a poner de manifiesto la naturaleza real del problema, hay una enorme hipocresía al respecto”, razonó Ferrato. Y recordó que también migró el supuesto clásico de los inmuebles/burdeles, por ejemplo, hacia departamentos privados.
Desde la Red Alta al Tráfico y la Trata, Viviana Caminos recordó el sustrato cultural que tiene el tema.
Además, recomendó denunciarlo ante fiscalías federales.
Si la diligencia resulta positiva, se sumarán la Oficina de Rescate a la Víctima, caja de resonancia a nivel nacional de este flagelo y la Unidad Fiscal Antisecuestros Extorsivos y Trata de personas (Ufase).
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