Alejandro Ramos dijo que la
provincia debe formular su propio proyecto de transporte. El flamante
secretario del área aseguró que Rosario saldrá favorecida en política de
subsidios.
"Mucho trabajo, mucha
transparencia en la gestión, y que actúe con las manos completamente
libres", fueron las indicaciones de la presidenta para Alejandro Ramos,
flamante Secretario de Transporte de la Nación, ahora ex intendente de
Granadero Baigorria. La reunión entre Cristina y Ramos se produjo el
viernes a última hora y fue la primera de trabajo que tuvo el joven
peronista con la jefa política del Frente para la Victoria.
De manera sorpresiva, Ramos llegó a ese
puesto clave tras la renuncia de Juan Pablo Schiavi, y luego de la
grave crisis en el sistema de transporte que estalló con la tragedia de
la estación Once. Ramos, abogado, de 36 años, fue convocado por el
Ministro de Planificación Julio De Vido el martes pasado, y sin mediar
aviso previo, le fue ofertado por indicación de la presidenta el cargo
vacante. "Alejandro «no es» de nadie, tiene méritos en la gestión, sacó
el 71 por ciento de los votos", recordó el ministro al momento de la
ungirlo como nuevo secretario.
En exclusiva con LaCapital, ayer el
nuevo secretario hizo una evaluación de sus primeras horas en el nuevo
puesto. En ese contexto, dijo que se pone a disposición del gobernador
Antonio Bonfatti, pero instó a la provincia a formular su propio
proyecto de transporte. "No se puede quedar en el reclamo a favor de la
empresa LAN y su vuelo al exterior", enfatizó el funcionario.
En lo que respecta a Rosario, Ramos
anticipó que la ciudad se verá favorecida por el rediseño del esquema de
subsidios al transporte. "Tenemos que equilibrar el sistema que hoy
está muy volcado a la Capital Federal y es insostenible que continúe
así", sentenció.
—¿Qué le indicó la presidenta?
—Que la clave es trabajar fuerte, con
mucha transparencia, y con total libertad. Esta semana que viene
estaremos yendo al Congreso de la Nación para explicar el proyecto de
ley —que envió el Poder Ejecutivo— que transfiere subtes y colectivos a
la Ciudad de Buenos Aires. El rechazo que a esa transferencia está
insinuando Mauricio Macri es realmente insostenible. Yo se lo puedo
decir como abogado, porque tengo el contrato de transferencia, pero
también lo podría entender cualquier ciudadano, sin ser abogado. Las
primeras líneas de contrato celebrado el 3 de enero entre La Nación y la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires son absolutamente contundentes y no
dejan margen de otra interpretación.
—Si el Gobierno finalmente
desplaza a TBA del manejo de los trenes, ¿qué alternativas maneja para
el día después?, ¿pone a otro concesionario?, ¿lo estatiza?
— Antes de hablar de la caída de una
concesión vamos a esperar las investigaciones sobre responsabilidades
que está llevando la Justicia. Luego, la indicación que tengo es
trabajar con total creatividad, sin ninguna limitación en el sentido de
adoptar tal o cual esquema. Y así lo haré. El concepto es garantizar y
mejorar el servicio, y por su puesto, no afectar los puestos de los
trabajadores involucrados.
—Entre las lecturas que se
hacen sobre su nombramiento, está la que dice que usted llega solo a
Planificación, que no pudo poner gente suya, y que va a terminar
trabajando con la lógica preexistente, ¿cómo lo ve?
—Que es una mirada teórica que no se
corresponde con lo que realmente sucede en los puestos de gestión.
Siempre que uno llega a un lugar hay trabajadores, colaboradores, que ya
están de antes. No existe llegar a un lugar y poner toda gente nueva.
En mi caso, cuando asumí en Baigorria, no eché a la gente que estaba,
fui construyendo un modelo de trabajo, un modo de gestión, y con el
tiempo incorporando otros colaboradores. Acá en la Secretaria de
Transporte tengo las manos completamente libres para trabajar a mi modo.
—El gobierno va al Congreso
para que Macri se haga cargo de los subtes, ¿se presume que esos
subsidios, a mediano plazo, se dejarían de colocar en Capital Federal e
irían al interior?
—Esa es la idea, federalizar. Pero las
provincias deben tener sus propios proyectos de desarrollo. Por ejemplo,
Santa Fe debería estar pensando cómo mejora la comunicación fluvial,
cómo tiene vuelos a Bariloche, Cataratas o Mendoza. Yo me puse a
disposición del gobernador (Antonio) Bonfatti, la idea es lograr cosas
novedosas para la provincia. A nosotros nos gustaría trabajar en esos
ejes con Bonfatti, y no quedarnos en el reclamo a favor de la empresa
(aérea) LAN, y su vuelo al exterior.
—¿Qué impacto puede tener en la ciudad de Rosario una redefinición en el esquema de subsidios al transporte?
—Importante, tenemos que equilibrar el
sistema que hoy está muy volcado a la Capital Federal y es insostenible
que continúe así. Por eso el proyecto de ley que esta semana se empieza a
discutir en el Congreso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario