lunes, 27 de febrero de 2012

SANTA FE: Matemática, la "pesadilla" del ingreso

Es el área donde más deficiencias tienen los nuevos ingresantes que rinden el curso para empezar una carrera en la UNL. En Sociales, se detectan falencias en la contextualización histórica de temas actuales. Advierten falta de atención en clase y de hábitos de estudio.

 


Lucas, Fernanda y Emanuel se miran con el gesto confundido de la perplejidad. Hace largo rato que tratan de entender un ejercicio matemático, pero todos los esfuerzos han sido en vano. Los bizcochitos quedaron abandonados en el fondo de la bolsa; el mate, recluido a un rincón del piso. La pequeña mesa de estudio sostiene como puede una parva de libros de trigonometría -que están trabados en la misma página, como si el desconocimiento hubiese puesto justo allí un cepo intelectual- y cuadernos de anotaciones con números y fórmulas inertes, garabateadas sin resolución. “No entendemos”, se lamentan. “Esto es imposible”, se resignan. Es la facultad de Ciencias Económicas de la UNL.

En otro extremo cardinal de la ciudad, en Ciudad Universitaria, al pie de la entrada a la facultad de Arquitectura, Belén y Maira mastican la bronca de la frustración. “Se nos re complica en matemática y en comprensión de textos también”, dice la primera, y asiente la segunda moviendo la cabeza de arriba abajo. La escena y la misma queja se replica en otros rincones, en otros claustros, en boca de otros tantos alumnos ingresantes a la Universidad Nacional del Litoral (UNL), que por estos días están realizando el curso de articulación disciplinar para poder, por fin, empezar una carrera este año.

Áreas como Matemática y Ciencias Sociales -también Lectura y escritura de textos académicos y Química, entre otras, siempre dependiendo de cada carrera- se abordan en los cursos de ingreso. Las dos primeras son las áreas que más ingresantes involucran -si se tiene en cuenta el número de inscriptos a las carreras donde se dictan esas áreas, como Abogacía, Económicas, Arquitectura, Diseño, entre otras-. El Litoral quiso relevar cuáles son las falencias con las que ingresan los nuevos universitarios al sistema de educación superior local.

Al parecer, de las deficiencias formativas observadas en el curso de ingreso a la universidad, las más notorias se detectan en las ciencias exactas. ¿Qué pasa con las matemáticas? ¿Por qué son el karma de los alumnos todos los años? “No llegamos con una buena base de la secundaria. Acá tenemos que aprender en 4 semanas lo que no nos enseñaron bien en 5 años”, afirman los tres ingresantes del principio. Lucas es más específico: “Los profes del ingreso nos explican bien las nociones matemáticas básicas, pero los problemas serios aparecen con temas específicos”. “Trigonometría, algoritmos, propiedades, ecuaciones...”, enumera Fernanda.

Buscarle la vuelta

Amelia es docente del módulo de Matemática del curso de ingreso a Ciencias Económicas. Reconoce que los nuevos ingresantes se desconectan con frecuencia en clase. “Tienen muchas dificultades de temas ‘primitivos’, básicos de matemática. Además, los chicos siempre preguntan ‘¿Para qué me va a servir saber polinomios?’. No se dan cuenta de que es algo inherente a la carrera que están por empezar a estudiar”, advierte. “Otra cosa que noto es que les falta hábitos de estudio, y eso no ayuda”.

Si bien es cierto que que la matemática es compleja en sí misma, y que por lo general no hay una buena base en el nivel medio, Amelia está convencida de que puede enseñarse didácticamente, y ésa es su apuesta: “Trato de darles problemas simples de la vida cotidiana para que se puedan motivar un poco. Por ejemplo, si damos función lineal, ponemos un caso concreto de las ganancias de una empresa ficticia, como para que le encuentren a la cuestión una utilidad práctica”, cuenta la docente.

Ciencias Sociales

Si matemática está en el podio de las “pesadillas” universitarias, Ciencias Sociales parece ocupar el segundo lugar. En esta área -que demanda un manejo básico de temas históricos y actuales- las deficiencias aparecen en el uso de la palabra escrita para desarrollar una conceptualización compleja. “Los ingresantes interpretan a grandes rasgos la idea consignada, pero al momento de explicarla por escrito resumen demasiado. Les cuesta mucho escribir razonando y argumentando. Están muy acostumbrados a escribir corto, quizás por influencia del chat y los mensajes de texto”, dice a El Litoral Elsa Raineri, tutora de Sociales (Fhuc).

Bastante más negativa es la visión de Ana Koch, profesora de Ciencias Sociales y de Ciencia, Arte y Conocimiento (que es uno de los módulos del curso de articulación general). “Veo mucho desinterés en los chicos, hay una desconexión fuerte con la realidad. Si bien damos materias con temas que son históricos, si se los trae a la realidad actual, pareciera que no tienen conocimiento del medio donde viven, ni de las problemáticas de hoy. El otro día pregunté y nadie sabía qué está pasando con Malvinas, un tema que hoy está saliendo en todos los medios”, advierte.

“Los ingresantes llegan con un vocabulario muy acotado, lo cual influye en sus esquemas de pensamiento. No ven la hora de irse, se cansan rápidamente, vienen sin hábitos de estudio. Preguntan cuántas faltas a clase pueden tener, lo que habla de una falta compromiso”, fue el desalentador cuadro que describió la docente. Para colmo de males, un nuevo invitado no deseado se sumó a las aulas: el celular. “Estás dando clases y hay chicos que están con el teléfono en la mano”, revela Koch. Éste es el panorama en el que los ingresantes deben aprobar el ingreso y lanzarse a la conquista de un título universitario.
 

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