El nuevo episodio de las
recientes tensiones entre Argentina y el Reino Unido por las islas
Malvinas o Falklands es el anuncio de un boicot a los barcos de bandera
británica o de países afines en los puertos argentinos.
La Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte
(CATT) anunció el lunes que iniciaría medidas de boicot contra
embarcaciones con bandera británica debido a la postura de Londres con
respecto a las islas del Atlántico Sur."A partir de la fecha hemos
resuelto boicotear a cualquier buque con bandera inglesa, con la bandera
mentirosa e inventada de Malvinas, o registrados en alguna de las
banderas de conveniencia que los piratas británicos utilicen (Bermuda,
Islas Caimán, Gibraltar, Panamá, Malta, etc.)", señaló un comunicado del
gremio, firmado por su presidente Omar Viviani.El sindicalista –de un
ente con más de 30 gremios afiliados- además apuntó que la decisión en
efecto significaría la falta de colaboración con buques con bandera
británica, en cuanto al desembarco de su carga o la ayuda con
remolcadores para entrar a los puertos argentinos.Según señaló Viviani,
en declaraciones a una radio local este martes, "así como ellos están
militarizando la zona de Malvinas, nosotros como argentinos tenemos la
potestad de hacerles saber que no estamos de acuerdo".El efecto del este
boicot, más allá de su impacto mediático, es difícil de determinar.BBC
Mundo consultó a diferentes empresas de puertos argentinos quienes
indicaron que no se había sentido ningún efecto del boicot en las
primeras 24 horas.De hecho, el mismo día de anunciada la medida de
fuerza un carguero de combustible con bandera de la Isla de Man,
territorio que forma parte de Gran Bretaña, atracó en el puerto de Bahía
Blanca con una carga de gas licuado de British Petroleum que forma
parte de las importaciones que hace el gobierno argentino para
garantizar el suministro de combustibles.Lo que está detrásLa relevancia
del boicot de la CATT tiene mucho de explicación entre líneas.El líder
del gremio de transportistas es un cercano aliado del presidente del
sindicato más poderoso del país, Hugo Moyano, de la Confederación
General de Trabajadores (CGT).Desde la CGT se le dijo a BBC Mundo que no
había "por los momentos" un respaldo a la decisión de boicot de la
CATT, pero no se descartaba un respaldo en el futuro.Aunque la
confederación de transportistas es un ente sindical autónomo, y la
decisión se debió tomar de dicha manera, la cercanía con la CGT es algo a
tomar en cuenta.Moyano fue un estrecho aliado político del fallecido
expresidente Néstor Kirchner, pero no ha estado tan cercano a la Casa
Rosada en este segundo período de gobierno de Cristina Fernández de
Kirchner.Ello podría descartar que el boicot de la CATT tiene un origen
implícito en los círculos gubernamentales.Aunque la CATT "ha decidido en
apoyo al reclamo del gobierno sobre las Islas Malvinas un boicot a
todos los buques de bandera inglesa", aseveró Viviani.El sindicalista
afirmó también que ya existe un apoyo a su medida por parte de otros
gremios portuarios en la región, no obstante, aún no se conoce
públicamente de boicots similares en otros países.Sin preocupaciónPara
las islas del Atlántico Sur, las posibles consecuencias del boicot
sindical se suman a las restricciones que ya tienen los barcos que
porten la bandera de las Falklands en todos los países del Mercosur.El
bloque regional aprobó a finales del año pasado una medida para
prohibirle la entrada a las embarcaciones con bandera de las islas.Dicha
medida generó un inmediato rechazo en Londres y desencadenó una serie
de cruces de declaraciones entre Argentina y Gran Bretaña, cuyo colofón
fue la denuncia que hizo el gobierno de Fernández de Kirchner ante la
ONU el viernes por la supuesta militarización británica en la región.En
las Falklands / Malvinas, después de conocerse el anuncio del boicot, no
hubo mayor preocupación.Según le dijo a BBC Mundo el presidente de la
Cámara de Comercio de las Falklands, Roger Spink, "no creo que genere
problemas para nosotros porque no hay rutas comerciales entre Argentina y
las islas"."Es algo que quizás tiene un impacto mediático allá (en
Argentina), pero acá no nos afecta", agregó.De acuerdo a Spink las rutas
comerciales que sí siguen funcionando son aquellas entre las islas y
otros países de Sudamérica, pese al bloqueo aprobado por Mercosur. Las
embarcaciones procederían al cambio de bandera para así poder atracar en
dichos destinos.Las Falklands / Malvinas además tiene una ruta de
suministros directa con el Reino Unido a través de vuelos de carga, por
lo general militares.El próximo 2 de abril se cumplen 30 años de la
guerra entre Argentina y Gran Bretaña por las islas, un conflicto que
dejó casi 1.000 muertos entre ambas partes.Este lunes Argentina aceptó
oficialmente la mediación de la Asamblea General de Naciones Unidas en
su reclamo de que el Reino Unido acepte abrirse a negociaciones por la
soberanía de las islas.
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