Lo hizo ante los Tribunales para
pedir por la aparición de su hija. Luego sufrió una descompensación.
Horas después lo convencieron de no seguir hasta el 3 de febrero como
había prometido.
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Luego de ser recibido en el
Ministerio de Seguridad de la Nación, y en el día del cumpleaños de su
hija Paula, desaparecida desde el 18 de septiembre, Alberto Perassi
volvió a encadenarse en las puertas de los Tribunales de esta ciudad.
Tal como ocurriera en diciembre de
2011, Perassi llegó al lugar minutos después de las siete de la mañana y
se encadenó a las barandas del ingreso de los Tribunales por calle San
Carlos.
Luego el hombre desplegó unos carteles
con la foto de Paula, con inscripciones que decían La gente quiere saber
de qué se trata", "Nunca más otra Paula", "Queremos la verdad" y
"Justicia por sus hijos".
Además repartió volantes con la foto de
Paula y la inscripción en rojo "Desaparecida" mencionando cuestiones
específicas del caso como "una amante", "un embarazo", "un llamado de
una cabina pública", "sale con lo puesto" y la pregunta ¿qué pasó? para
luego pedir justicia.
Tras encadenarse Perassi dio detalles a
los medios de su entrevista en el Ministerio de Seguridad, donde
incluyeron el caso en el protocolo de búsqueda nacional, y dijo que se
quedaría allí hasta el 3 de febrero día del acto en el Campo de la
Gloria.
Descompostura. Sin
embargo no logró su cometido ya que en horas del mediodía, mientras un
canal de Rosario le hacía una nota sufrió una descompensación, motivo
por el cual algunos amigos y familiares que lo estaban acompañando
aprovecharon para convencerlo de que deponga su actitud.
Antes del mediodía Perassi dejó los
Tribunales, sin que ninguna autoridad judicial estableciera algún
diálogo formal o informal con el hombre que busca el esclarecimiento del
caso.
Sólo el nuevo subjefe de la Unidad
Regional XVII, Hernán Brest, se llegó al lugar y dialogó algunos minutos
con Perassi: "Vino, charló conmigo y se puso a mi disposición, a mi
todo el mundo me escucha, me trata muy bien, pero pasa el tiempo y no
tengo respuestas", sostuvo.
El hombre además rescató: "La
predisposición de los funcionarios del Ministerio de Seguridad de la
Nación para que este caso tenga carácter nacional", y recordó: "A mí me
escuchó la presidenta, me atendieron funcionarios de la provincia que me
dejaron un mensaje del gobernador, sin embargo no hubo un sólo político
de la ciudad que se me acercara para ver cómo estábamos con este
problema".
Esclarecimiento.En
cuanto a los pasos siguientes Perassi ratificó su intención de ir a los
actos del 3 y 27 de febrero en San Lorenzo y en Rosario,
respectivamente, para remarcar: "Mientras me queden fuerzas voy a seguir
pidiendo por el esclarecimiento y en caso de que sea lo peor que se
haga justicia".
El hombre además reconoció el aporte de
la provincia en cuanto a la asistencia psicológica que le dan al nieto,
el hijo más grande de Paula, y graficó: "Nosotros éramos una familia
común y nuestra vida se transformó de la noche a la mañana en un
calvario".
Se la tragó la tierra.
El domingo 18 de septiembre, después de recibir una llamada desde una
cabina pública cercana a su casa, Paula salió de su domicilio en la zona
céntrica de San Lorenzo, con el pretexto de buscar la tarea para uno de
sus hijos y nunca regresó.
Al día siguiente su esposo, Rodolfo
Ortiz radicó una denuncia, y desde allí comenzó la investigación que
incluyó entrecruzamientos de llamadas, redes sociales, y hasta el
testimonio de una médica de Rosario, quien confirmó un embarazo de seis
semanas al momento de su desaparición.
También hubo rastrillajes con perros
especializados que encontraron rastros de Paula, en Puerto San Martín y
Timbúes pero hasta el momento no pasó de eso. Lo concreto es que con el
correr de la investigación se supo que Paula mantenía una relación con
Gabriel E, empresario de Puerto San Martín, y amigo de la familia de la
mujer con quien se comunicaba con un celular que nadie sabía de su
existencia.
Cuatro días antes de su desaparición la
policía confirmó que desde el Sanatorio Británico de Rosario le
confirmaron a la mujer el embarazado.
Precisamente tras este hecho las
pericias indican que las llamadas y mensajes entre el teléfono de Paula y
Gabriel aumentaron considerablemente.
Sin imágenes.Si bien
se pudo fijar que minutos antes de salir de su casa Paula recibió un
llamado de un locutorio cercano cuando se requirieron las imágenes de
las cámaras internas estás ya habían sido borradas.
La causa se tramita en el juzgado de
instrucción 12 de San Lorenzo, a cargo de Eduardo Filocco, y dado que la
mujer se había ido de su casa por voluntad propia, está caratulada como
"averiguación de Paradero".
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